Las Mejores Películas de Paul Greengrass
Paul Greengrass se originó como un documentalista, razón por la cual su corta pero sustancial obra cuenta con un estilo muy particular en el cual hace que sus relatos se conviertan en un híbrido narrativo entre la ficción y lo documental. Incluso en su participación en sagas de espionaje, thrillers políticos, en altamar o hasta westerns, Greengrass incrusta ciertos elementos visuales (su cámara en mano o siguiendo la acción de los personajes) o narrativos (el bagaje semi documental o investigativo dentro de sus thrillers) que ayudan a incrementar su “realismo” de una manera muy orgánica y/o natural.
Así mismo sus personajes suelen ser entes trágicos o antihéroes errantes, de los cuales se despersonaliza gracias a que su cámara parece acompañarlos en una progresiva tensión de eventos, no tomando partido en un dialecto extendido y captando así las emociones más honestas en lo que también puede ser identificable como una destacable dirección y conexión hacía con sus actores y actrices.
Sin quizá el reconocimiento que se merezca en occidente, Greengrass alcanzó su mejor etapa a en la primera década de este nuevo milenio y principios de la pasada, ganando 3 BAFTA, un Oso de Oro de Berlín, el premio de la Audiencia de Sundance y un reconocimiento en Venecia.
Celebremos los 68 años el británico con sus Mejores Películas.
Bonus – News of the World (2020)
Si bien dista de ser un western destacable comparándolo incluso con la época contemporánea del género, lo que llama la atención es que quizá sea un de los pocos que se comporta como una fábula para niños(as); en otras palabras, un western AA, con todos sus elementos de por medio y lo bastante o suficientemente ágil y tierno para el gusto de toda la familia. Aunque la química no funciona como debería, en términos individuales Hanks se encuentra, como de costumbre, con un papel correctamente estructurado, dejando que la niña Zengel destaque en una travesía que Paul Greengrass mantiene con dos o tres momentos – secuencias de buena tensión aventurera en el peligroso y desolado paraje. Buena opción para que un(a) fanático(a) del género le presente el salvaje oeste a sus escuincles
5 – United 93 (2006)
Docudrama que en su momento significó no solo uno de los más poderosos manifiestos narrativos de la tragedia de 9/11, sino también uno de los pocos relatos ajenos a la común manipulación dramática de Hollywood. Esta visión logró hacerles honor a las víctimas del vuelo 93 de United Airlines, el único de los 4 aviones secuestrados que no pudo llegar a su objetivo debido al sacrificio y valentía de sus pasajeros. Fiel a su estilo semidocumental, Paul Greengrass ofrece un mar de tensiones muy cercanas al horror, pues además de contar con pilotos y azafatas reales en su casting, los familiares de los fallecidos cooperaron con sus testimonios para construir el guion, desde la ropa o pertenencias de los pasajeros, hasta las llamadas y últimas palabras
4 – The Bourne Ultimatum (2007)
El Ultimatum” es la cinta más cercana a la fantasía “tipo Bond” dentro del rubro del espionaje Bourne, sin embargo la dupla Gilroy – Paul Greengrass se las arreglan para incrustar con mucha credibilidad un “nuevo pasado y origen”, a la par de seguir desarrollando la psicología de nuestro trágico y amnésico agente. Así pues la ahora falsa conclusión (con su elogiable pero muy forzada cuarta parte) tuvo incluso en su momento una doble funcionalidad: la de una precuela y secuela, tratamientos que podría volver loco a cualquiera, menos a un Gilroy y a un Greengrass que ya para esa altura se encontraban totalmente inmiscuidos y enamorados de la supremacía de su relato. Tres Oscar para los rubros técnicos, más les valía haberse quedado aquí, pero bueno
3 – Bloody Sunday (2002)
Una de las pocas películas en la historia en llevarse dos de los 4 más importantes Festivales (Sundance y Berlín), la internacionalización de Paul Greengrass se daría gracias a un apasionante relato de intenso impacto social y basado en los trágicos hechos reales de ocurridos en Londonderry en 1972, donde soldados británicos dispararon contra civiles desarmados que participaban en una manifestación. Este docudrama presenta las cartas más fuertes de un Greengrass ávido por el arte y la justicia, convirtiéndose en un testigo inerte de aquellos hechos y evitando con su estilo cualquier parte aleccionadora, dedicándose a trasgredir la pantalla de manera tan brutal como necesaria. Como su nombre lo indica, ese domingo sangriento será difícil de olvidar en mucha parte gracias a Paul.
2 – Captain Phillips (2013)
Como el entorno de su acción lo sugiere, estamos ante un oleaje de sensaciones y tensiones desbordadas en una amenaza que se cierne en los personajes y se apodera de la audiencia desde el minuto uno. Paul Greengrass se desentiende de la parte de ser juez, y con una rápida pero eficiente estructura de sus dos personajes principales, es capaz de crear una ostentosa seguidilla de suspenso en lo que a la par se va desarrollando la conexión entre el Capitán y su pirata. Así como lo denota la increíble actuación de Hanks en esos últimos momentos de impotencia, pareciera que ese llanto incontrolable es solo el símbolo o la extensión de la respuesta de la misma audiencia ante los hechos mostrados en pantalla. Además de ser brutalmente realista, es muy, muy entretenida
1 – The Bourne Supremacy (2004)
Candidata a la mejor película de espionaje de todos los tiempos, el título mismo es irónico en muchos aspectos, el primero y más obvio, que estamos ante el tratamiento clímax del personaje, en donde Bourne, conociendo más allá de su identidad, nos lleva a un tenso torbellino de sus emociones e impulsos, que nos llevarán a una expiación en un final bellísimo para el género. Paul Greengrass deja casi de lado el diálogo para infiltrarse en una poderosa dirección de acción y constante tensión, en lo que es básicamente una cacería humana y una lucha por la supervivencia. Además de la increíble impresión de suspenso gracias la humanización del arquetipo del “super espía”, la potente banda sonora y esa increíble secuencia de carros chocones, la supremacía se redondea con un Matt Damon en su máxima expresión.