Las Mejores Películas de Samantha Morton
Extraordinaria actriz, en donde Samantha Morton pone su pie, en automático la película incrementa de manera impresionante su nivel dramático y de credibilidad.
Comenzaría su carrera a los 13 años dentro de la televisión británica, pasando al teatro a los 16. El papel que la llevaría a la fama fue el de “Jane Eyre”, en el afamado telefilm inglés de 1997. Tanto ese como su próximo papel en la erótica, “Under the Skin”, llamarían la atención de Woody Allen, que le otorgaría la internacionalización, nominaciones y premios en 1999.
A partir de ahí, Morton tendría un muy interesante despliegue de interpretaciones, denotando que a pesar de no ser una estereotipada belleza (aunque en ocasiones suele manifestar mucha sensualidad), podía hacerse de un respetado nombre a base de su gran talento. Es cierto que Hollywood la ha desperdiciado (o quizá ella misma es muy selectiva), pero sin duda estamos hablando de una fenomenal e infravalorada actriz.
23 premios repartidos en más de 60 producciones entre el cine y la televisión, a sus 46 años, esperemos que Morton y esos impresionantes ojos azules, nos puedan seguir dando buenas actuaciones en la pantalla grande. Aquí sus Mejores Películas
Bonus – The Whale (Darren Aronofsky, 2022)
Existen dos elementos que de manera morbosa sostienen el interés de este irregular “tragedy porn”; el primero, Fraser, que logra una sensacional actuación bajo las órdenes del “resucitador de carreras” Aronofsky, que vuelve a agarrar del fondo del mar a otro actor caído para llevarlo hacía su mejor actuación; dos, el propio director, que dota de un excelente ritmo al relato a pesar del manejo de un solo escenario. Hay otro ingrediente, y esa es la pequeña pero poderosa aparición de Morton, que como por arte de magia, lleva a Fraser y al relato a su clímax dramático (y a la mejor escena del actor ahora ganador del Oscar). ¿Quieres calidad dramática en cualquier de tus películas? Contrata a Samantha Morton.
Bonus – The Messenger (Oren Moverman, 2009)
Quizá sea el drama bélico más catártico alrededor de los eventos de la guerra de Irak. Alejado de cualquier artificialidad melodramática, el director expone las consecuencias de la intervención y conflicto estadounidense de parte de una de las labores más trágicas y peculiares dentro de la milicia, enfocándose en dos veteranos dedicados a informar a las familias de los caídos en la guerra. Foster se afianzaría como un talento a seguir fuera de los blockbusters y la acción al hacer un sorprendente protagónico que lucha no solo con su labor, sino con sus propios fantasmas y estrés post traumático después de retornar de medio oriente. Por su parte, Samantha Morton será el simbolismo de la recepción de toda esta tragedia llamada guerra.
5 – Control (Anton Corbijn, 2007)
Solo para conocedores, si bien el punk fue tanto el resquebrajamiento como el despertar de una nueva era, sin duda fue Ian Curtis la figura que en carne y vida representó su impacto artístico a través de sus tristes pero extraordinarios “performances” en escenario, los cuáles tomaron la forma de sus ataques epilépticos para erigir el origen de toda una corriente. La cinta en cuestión fue también una trágica pero soberbia biopic, donde aquel misterioso descontrol del legendario Joy Division se transformara en un control narrativo que arrojara luz sobre la vida y obra de aquel mutante musical. Morton hace el perfecto y trágico contrapeso como la pareja del protagonista. GRan, gran película.
4 – Under the Skin (Carine Adler, 1997)
Gran película independiente ganadora del premio de la prensa en Toronto, y que explora a través del duelo, el descubrimiento personal, tanto emocional como sexual, de una joven que tendrá que luchar en contra del resentimiento hacía su madre y su hermana. La actuación de Morton es como su título lo indica, una interpretación que se incrusta debajo de la piel para ofrecer una perspectiva emocional y erótica de la juventud perdida. Así pues, la directora en su debut ofrece un complejo estudio sobre el despertar sexual, interrumpido pues por la trágica partida de la guía principal. Este fue el papel que lanzó a Morton a la fama, haciéndola visible para los grandes directores, como pro ejemplo Woody Allen…
3 – Sweet and Lowdown (Woody Allen, 1999)
Quizá una de las películas más injustamente olvidadas dentro de la filmografía de Woody Allen, este excelente homenaje al jazz funge también como un hábil y hasta divertido manifestó del poder del alcohol, los vicios y la auto destrucción, en lo que también es un interesante punto de vista crítico hacía el lujo y el poder que provee el ser un “talento” y/o artista. Con nominación al Oscar en mano y la victoria en el Globo de Oro, Morton regala una cautivadora actuación, incluso haciendo palidecer a su protagonista, Sean Penn, un ser carismático en escena, pero monstruoso y oscuro detrás de ella, que buscará la redención en donde menos se lo imagina, una mujer muda que complementa de manera emocional dicho espiral hacía la fulminación.
2 – Minority Report (Steven Spielberg, 2002)
Basada en el cuento de K. Dick, este complejo dilema de la predicción del crimen sobre el libre albedrío significaría una de sus mejores relatos de SF, relegado injustamente a una cinta de acción más. No solo estamos ante una dirección sobresaliente que mantiene un eficaz tono de suspenso durante más de 2 horas y media y tres giros perfectamente estructurados, sino ante un ejemplo de ambientación física y visual envolvente donde el director mantiene todo su metraje bajo oscuros tintes azules proyectando así la sensación de ahogamiento y del elemento agua presente durante toda la trama. Elementos como la evolución tecnológica, el manejo magistral del lenguaje publicitario y la actuación de Morton agregan mucho valor
1 – In America (Jim Sheridan, 2002)
La última gran película de Sheridan y uno de los dramas más infravalorados de principios del nuevo milenio. La cautivante historia de una familia irlandesa que migra a Nueva York para encontrar el sueño americano, es también un potente retrato psicológico sobre el duelo que encuentra un equilibrio “mágico” gracias al manejo narrativo desde la perspectiva de la miembro más pequeña de aquel núcleo, y que hace un magnífico contrapeso de los personajes padres – adultos, que en manos de Paddy Considine y Samantha Morton, despliegan una veracidad dramática sublime, sello característico de la dirección y visión de su director. Muy humana, entrañable y personal, es de las mejores dentro de su tópico “migratorio”.
2 Comments
Sé que dista mucho de ser una película exclente… pero cada vez que hablan de Samantha Morton pienso indefectiblemente en Código 46. Me enamoré de ella en esa película, je.
Buen ranking, como siempre.
Falto la mejor Movern Callae