Last Night in Soho: Fascinante y oscura oda nocturna
Hay historias que se quedan atrapadas entre las paredes de las casas. Duermen durante años, pero siguen vivas, esperando la luz, la redención o la venganza. De repente, llega un ser sensible, abierto de espíritu y estas historias despiertan solo para lograr su objetivo. No importa el tiempo, ni quien sea, pero alguien tiene que ser el ejecutor para que puedan morir en paz.
Last Night in Soho nos cuenta la historia de Eloise (Thomasin McKenzie), una joven con aspiraciones a diseñadora de moda, que viene de un pequeño pueblo de Inglaterra a estudiar a Londres. Queda impactada con la gran ciudad. Se hospeda en un campus de estudiantes donde no encaja y decide rentar una habitación en el antiguo barrio de Soho. A partir de la primera noche empieza a tener sueños (¿vivencias?) con Sandie ( Anya Taylor-Joy) , una chica muy bella y desinhibida que busca una oportunidad en un bar para ser cantante. Cada noche Eloise sigue la vida de Sandie y se va involucrando con ella.
Es una trama fascinante y oscura que nos atrapa desde el primer momento. Todos somos Eloise y vamos descubriendo poco a poco lo mismo que ella. Caemos en un mundo nocturno encandilado por las luces neón, las perversiones, la música, el poder, las falsas promesas y el dolor. Un remolino de emociones y situaciones con una excelente música de fondo, haciendo de Soho y Londres un bello y trágico escenario.
Las señoritas McKenzie y Joy se complementan muy bien, nadie opaca a nadie, ambas lucen en sus papeles. Actúan también Matt Smith, Rita Tishingham, Michael Ajao, Synnove Karlsen y como su última actuación Diana Rigg, haciendo un excelente papel de Mrs. Collins, la casera de Eloise. Dirige Edgar Wright.
Esta película se perfila para ser una de las mejores del año y vale mucho la pena ir a verla al cine para dejarse envolver en la magia de la música y meterse de lleno al barrio de Soho.