Los 5 Mejores Momentos de The Doors en el Cine
Independientemente de mi amor por la cinematografía y la música en general, se podría decir que su servidor tiene 5 aficiones principales: el cine de Stanley Kubrick, la belleza de Marilyn Monroe, la saga de Star Wars (1977 – 1983), el misticismo artístico que engloba Pink Floyd y por último y el mas importante musicalmente hablando, la música de The Doors y la poesía del “Rey Lagarto”.
Siendo mi influencia musical, es justo y necesario rendir tributo en el aniversario del natalicio de Jim Morrison a toda su legendaria banda, que fuera de cualquier estereotipo pasado y/o actual sentaron bases gracas a su peculiar estilo de blues, rock psicodélico y poesía que siguen definiendo generaciones y eludiendo cada vez más el olvido.
5 – Un pasado cinematográfico
La afición y llamado artístico de James Douglas Morrison Clarke comenzó con sus estudios de cine en la UCLA, logrando graduarse pero nunca recogiendo sus papeles, pues se dice que el futuro cantante hacía el final de su carrera ya había perdido todo interés por la industria cinematográfica para después centrarse en su verdadera vocación, la poesía, la cual lo llevaría por circunstancias fortuitas un poco tiempo después a recitarle uno de sus textos llamados Moonlight Drive a su amigo Ray Manzarek… y el resto fue historia.
Morrison se gradúo en la misma generación que Francis Ford Coppola, el cual “coincidentemente” utilizaría una de las más legendarias pistas de The Doors para realzar uno de los momentos más brillantes del cine en Apocalypse Now (1979).
4 – The Doors para todas las edades
A través de Forrest Gump y su increíble soundtrack. Ajeno al debate de si la ganadora del Oscar en 1994 es un film sobrevalorado o no, la calidad de su banda sonora es indiscutible. Zemeckis posiciona la historia de Forrest no solo en imágenes, sino también en sonidos a través de las diferentes décadas y cambios socio culturales, siendo The Doors una de las piedras angulares para esto.
Así el desfile de las obras de la mítica agrupación no se hace esperar con Soul Kitchen, Love Her Madly, Hello I Love You, People are Strange y Break on Trough, estas últimas tres aderezando casi en su mayoría el momento “ping pong” de la cinta.
3 – Un correcto y esperado documental
Premiada en Sundance y nominada al Gran Premio del Jurado, el documental dirigido por Tom DiCillo y narrado por Johnny Depp enmarca de manera correcta los comienzos, clímax y debacle de la agrupación gracias a un decente guion y un muy buen material nunca antes visto de la banda a través de los 60’s y principios de los 70’s.
Si bien la voz de Depp es monótona y la película recurre a presentar los excesos de Morrison como el recurso principal de la narrativa hacia la mitad del film, el ejercicio es un deleite visual y musical para todo fanático fuera de lo estricto que pudiera resultar cualquier crítica (las cuales han sido divididas). En lo personal, a la cinta de DiCillo le falta alma y queda corta en su objetivo, pero es imerativa para cualquier seguidor.
2 – La reencarnación de Morrison en Val Kilmer
El film de Oliver Stone de 1991 es una obra atropellada, lenta y pretenciosa que debe su fracaso al mismo director que no supo explotar las cualidades argumentales en la rica historia de la agrupación, centrándose solamente en la figura destructiva de Morrison que inclusive hace preguntarse ¿Por qué la cinta lleva el nombre The Doors y no Jim Morrison?
Inclusive Manzarek y el mismo Stone en la actualidad niegan muchos aspectos proyectados en la cinta, al límite que este ultimo literalmente la ha bloqueado de su filmografía evitando cualquier comentario u opinión sobre esta.
Sin embargo “The Doors” otorgó no solo a Val Kilmer la actuación de su carrera, sino la bizarra y única oportunidad de revivir al Rey Lagarto durante 120 minutos en aquel 1991. La interpretación es sencillamente sublime, dándose ese particular caso donde la actuación es infinitamente superior al film.
1 – El Apocalipsis
Dicen que una imagen vale más que 1000 palabras, pero para el Rey Lagarto las palabras creaban mundos y estados inmaculados ¿Para Francis Ford Coppola? Un hermoso amigo para su excelsa obra en The End. Me gusta imaginar que Coppola quizá también pensó en un poema de Morrison que contiene la línea: “Ninguna recompensa eterna nos perdonará ahora”, perfecta analogía a su majestuosa obra fílmica de 1979.
3 Comments
Sr. Mandaloriano:
Necesito ir con su proveedor de pelis, o ya de perdis paselas… saludos
Que buen post! Yo solo anexaria la escena de basketball diaries donde estan jugando bien drogados y con fondo de riders on the storm!