Momentos favoritos del cine: Furious 7

“Si algún día la velocidad me mata, no llores porque estaba sonriendo”. Paul Walker.

¡¿Qué?! ¡¿Una entrega de “Rápido y Meloso” en esta sección?! ¿Cómo es eso posible si nos la pasamos burlando y mentándole madres cada que aparece otra parte? Pues porque, a pesar de que todos sabemos lo que está mal con esta cosa, dónde está mal, cuándo está mal, cómo está mal y por qué está mal, recordemos que cada película es un esfuerzo por parte de miles de personas para llevar un proyecto a la pantalla grande. Y en este caso, porque dentro de la faramalla publicitaria que realmente es este comercial de autos, dice mucho cuando los propios fans y los críticos están de acuerdo en que la séptima parte es el punto donde debió acabar la franquicia, en gran parte por un acontecimiento que la afectó directamente y que todavía da mucho de qué hablar.

La muerte de una persona joven siempre será difícil de abordar por lo repentina que es, y es por eso que siempre trascenderá por los siglos de los siglos como una tragedia, pero también como un testamento hacia esa juventud eterna que prevalecerá en ellos. En el caso de esta saga, hoy se cumplen 10 años de la partida de uno de sus miembros fundadores: Paul Walker, el humanista, el cristiano, el biólogo marino, el filántropo que fingió ser actor para ayudar al mundo.

Seamos honestos, Paul nunca fue un gran actor en vida (a lo mucho podría rescatarse su trabajo en “Eight Below” y “Flags of Our Fathers”), pero a él nunca pareció importarle. Era más importante usar el dinero ganado dónde era necesario (fundó su propia organización sin fines de lucro para ayudar a las personas que sufrían por desastres naturales después del terremoto de Haití en 2010), por eso sus fans, sus seres queridos y sus amigos dentro y fuera de la franquicia (a los que podría otorgarse un título honorífico como “Familia”, muy acorde a la propia saga) han hecho hasta lo imposible por mantener vivo su legado.

De la película en cuestión no hay mucho que decir, es lo mismo de siempre. Sin embargo, si hay algo que debe resaltarse, es la impecable mezcla entre dobles, efectos por computadora y tomas reales del actor. Es inevitable ver a Paul vivo en la pantalla, y a sabiendas de que no pudo terminar de filmar la cinta, todo el equipo se unió para rendirle un tributo a modo de despedida a esta persona de altos intereses humanitarios y filántropos. Es con esto que damos pauta al momento favorito de hoy, por mucho, el punto más alto de toda la saga, y para muchos, el verdadero final que merecía ser.

La memoria de Paul Walker perdura a través de sus esfuerzos por cambiar el mundo y el compromiso continuo de sus seres queridos por hacer realidad esa misión, reflejando su deseo de marcar una diferencia. Una lástima su perdida, que descanse en paz. Hasta siempre.

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Acerca del autor

Uriel Salvador     twitter.com/UrielSalvadorGS

Escritor, analista, crítico, gamer, investigador, actor (especializado en doblaje), fotógrafo. Pero ante todo, soy un amante del cine.


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