Momentos Favoritos del Cine: Olvídenlo… es Chinatown
Sí, exacto, como si fuera posible olvidar aquel cruento final, secuencia que Polanski filmó con toda la crueldad e inmisericordia posible sabiendo que no hay concesión ni esperanza en el resquebrajamiento y muerte de una familia (5 años antes Charles Manson asesinaría a su esposa Sharon Tate). El excelso retrato sobre corrupción y más aún, sobre la impotencia de no poder hacer ningún carajo frente a la victoria de esta, fue el resultado del renacimiento del cine noir en lo 70’s, un género de hecho extinto para algunos autores pero en realidad muy escaso después de los años 60’s; Robert Towne, guionista, supo acomodar todos los elementos del rubro exigiendo el mayor compromiso actoral y directivo y exponiendo quizá uno de los finales mas brutales no solo del noir sino del cine en general, la conclusión en el Barrio Chino.
Veraz de principio a fin, el protagónico de Nicholson dota al relato de un inigualable carisma y del hilo narrativo vinculado con la eterna figura masculina – presa de estas historias. Nadie más hubiera podido reemplazar a Jack, sin embargo también los duelos actorales resultan exquisitos, primero con un John Huston que transpira experiencia como la sombra supuestamente inofensiva pero altamente amenazante y en un segundo y principal plano para el noir, una de las femme fatale por excelencia de nombre Faye Dunaway.
Uno de los clímax del cine noir 20 años después de darse teóricamente por muerto, basa su excelencia en la deconstrucción del protagonico, un detective mundano retirado que al hacerse caso de una investigación privada para desenmascarar la infidelidad de un marido, descubrirá los rasgos de un complot y suceso criminal complejo, que finalmente lo llevará a descubrir que sencillamente nada se podrá hacer. Narrativamente dicho conflicto será excelsamente tratado como un elemento MacGuffin, centrándose tanto libreto como dirección en el ruin comportamiento animal – humano detrás de esa capa de argumento que reluce los más oscuros secretos y escándalos sexistas que al final coronarán el sombrío tono de la historia… en Chinatown.
Casi como una broma, el diálogo final nos invita a nunca olvidar aquel disparo ¿La ironía? Desde su mismo título, aquel barrio que, para efectos de la trama y del supuesto conflicto principal (MacGuffin), no tiene injerencia alguna, solo siendo el ambiente sobrepuesto de manera hermosa y desesperante para que se desarrollen dichos eventos finales:
Una joya del séptimo arte y vestigio de un género que definió al menos dos décadas en la historia del cine americano, Polanski, Dunaway y Nicholson quedarían inmortalizados. El tiempo la ha tratado mal (Tal y como al cine negro), pero Chinatown es aún uno de los principales referentes para poderse auto nombrar “cinéfilo” y/0 amante del cine ¡He dicho!
Mañana en las recomendaciones para escapar de la cartelera tendremos una mirada al cine negro contemporáneo, centrando nuestra selección en algunos clásicos, en la reinvención del rubro en tiempos de escasez y por supuesto, films que incluyen vestigios de un llamado género muerto ¡No se lo pierdan!
3 Comments
Finalazo, diría que mi final Polanskiano favorito junto al de Rosemary’s Baby.
Ese dialogo e de antología estimado
Saludos