Momentos Favoritos del Cine: Tombstone
Hay decenas de representaciones fílmicas y televisivas sobre Wyatt Earp y su legendario conflicto con los Clanton y los llamados “cowboys”, uno de los primeros grupos de crímen organizado nacidos en el viejo oeste. Desde John Ford, pasando por Kevin Costner y hasta un vasto material de documentales de History Channel y Netflix, sin duda la figura del marshall y aquel tiroteo en el O.K. Corral definieron al que sin duda fue y seguirá siendo el héroe real más conocido de la época del salvaje oeste, un personaje histórico que incluso traspasaría su tiempo para convertirse en una especie de referencia eterna e influencia para la cultura pop y/o del entretenimiento.
Quizá los puristas “Fordianos” prefieran aquella “My Darling Clementine”, un acercamiento más tragicómico sobre la figura de Earp y su conflicto con los Clanton, donde también John Ford, fiel a su estilo, proponía un tono más romántico en donde Mature y Henry Fonda luchaban contra los mafiosos mientras ellos sostenían también un duelo emocional alrededor de una dama. O bien, habrá algunos que prefieran a la mítica dupla actoral y amistosa entre Burt Lancaster y Kirk Douglas en “Gunfight at the OK Corral”, una aproximación más fraternal entre Doc Holiday y Earp en donde el foco narrativo y la tensión giraban en torno a aquel evento. O hasta pudiera haber alguno que otro que prefiera de manera inexplicable la cuestionable biopic del sheriff a cargo de Kevin Costner, que con más pasión que talento trataba de abarcar todos los vértices dramáticos en la historia de Earp.
Existen variadas versiones para escoger su predilecta, pero sin duda mi preferida y que a consideración de este amante del western es la que rinde el definitivo y mejor homenaje narrativo a Wyatt Earp es “Tombstone“, de George P. Cosmatos, irónicamente un director desarrollado fuera (y ajeno) del género y con el currículo más pobre de entre quizá todos los inmiscuidos a través de la historia alrededor del mito del OK Corral. Pero en donde se parece encontrarse la “debilidad” yace también la razón del porqué Tombstone se ha erigido también como uno de los clásicos western de todos los tiempos.
Cosmatos, un director de acción “serie b” (Rambo II, Cobra), precisamente dotará al salvaje oeste de un ritmo más equlibrado hacía la acción, definiendo no solo tres o cuatro fichas principales para llevarnos a aquel conflicto, sino de variados personajes y carismáticos trasfondos y personalidades que harán aún más emocionante, empático y tenso el tiroteo. Por su parte, el guion de Kevin Jarre, brinda una humanización más certera a Wyatt, primero sacándolo del arquetipo rígido de sheriff para armonizar su personalidad a través del nexo con su familia, para después y a través de una amenaza criminal externa, sacrificar su malograda paz para buscar una venganza personal que se irá transformando en la búsqueda de justicia social histórica que los libros narran: la exterminación de los “cowboys”.
El otro aspecto distintivo de “Tombstone” es que el O.K. Corral no es el clímax final de la cinta, sino apenas el comienzo real del conflicto, un tiroteo que marcará el estilo crepuscular de este western, con mayor violencia y realismo, y en donde Cosmatos y Jarre se servirán para dar rienda suelta a sus estilos de acción y aventura (respectivamente), y en donde las figuras de Earp y Holiday (con fastuosas actuaciones de Russell y Kilmer) formarán un escuadrón de la muerte para dar cacería a la maldad gestada de aquel salvaje oeste.
Y eso es lo que nos lleva a nuestro MOMENTO FAVORITO DEL CINE:
Se acabó el forjamiento dramático y de suspenso, pues Cosmatos desata a Earp y con él, el infierno, en una gran línea (y enérgica actuación) que nos da como resultado el comienzo de la cacería con un montaje legendario para el género y que ensalza de manera formidable las figuras de los grandes héroes del western.
Sin duda, “Tombstone” sigue siendo una de las joyas más infravaloradas del western, catalogada y/o enlatada mucho tiempo como una película “menor” e incluso hasta “vaga” o poco seria, pero que con el tiempo se ha forjado el respeto que se merece gracias a estos y demás elementos (grandes villanos, el cameo de Heston, la narración de Mitchum), entre ellos principalmente la pasión de todos sus partícipes (notarán que el hijo de Kurt Russell se llama Wyatt)
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