Murder on the Orient Express: Mucho elenco y pocas nueces
¿Se imaginan una película con un elenco que incluya en su reparto actores que han interpretado personalidades como el carismático Jack Sparrow, la nueva chica Star Wars, el temido Duende Verde, la cabeza del Servicio Secreto, al inseparable cómplice de Gastón, entre otros? Interesante, ¿no? Incluso hasta podría sonar como un éxito asegurado en taquilla. Pues esto es lo que sucede en la nueva cinta Murder on the Orient Express, dirigida y protagonizada por Kenneth Branagh.
Hablando de su historia, Murder on the Orient Express está basada en la novela homónima escrita por Agatha Christie en 1934, y que es adaptada al cine por segunda ocasión, siendo la primera en 1974 por el afamado director Sidney Lumet (12 Angry Man) y que igualmente contaba con un elenco que incluía reconocidos actores de la época (Ingrid Bergman, Lauren Bacall, Sean Connery, Anthony Perkins, entre otros). El filme gira alrededor del famoso detective Hercule Poirot, cuyo viaje a casa se ve afectado por el asesinato de un millonario, hecho que tendrá que investigar hasta encontrar al culpable entre los pasajeros del tren.
Empecemos por notar que la cinta cuenta con un estilo narrativo muy Hollywoodense actual, incluyendo esa dotación de comedia poco espontánea a la que nos tienen ya acostumbrados (y empalagados), que choca un poco con el tono serio que por naturaleza corresponde a la historia, un asunto que bien pretende contar con un atractivo intelectual que se ve afectado. Es claro que la intención de esto es aligerar un poco la trama que por momentos se puede volver un tanto pesada, esto por la gran cantidad de personajes y situaciones a las que el espectador es sometido, pero el resultado de esta intervención es tan solo el de convertir la experiencia en algo soso y olvidable.
El intento de equilibrio entre largas conversaciones se quiere ver compensado con momentos de acción que por desgracia se sienten forzados y totalmente innecesarios, algo que podría tener más deleite viniendo de la habilidad intelectual que significa una de las características de la película. Drama sobrado incluso en escenas importantes que bien da la sensación de que pudieron ser aprovechadas de una mejor manera.
Las actuaciones no son nada destacables, los personajes incluso lucen una tanto exagerados en su intento de convencernos sobre su personalidad; sobresaliendo entre estos personaje principal, una especie de detective semi Dios cuyas habilidades deductivas parecen fuera de este mundo, pues encuentra las respuestas de la manera más aleatoria y poco convincente posible.
La verdad es que la intención aquí no es hacer una comparativa con la versión de los 70’s, siendo este un remake, la cual no llega al estatus de joya del cine pero sí tiene la calidad adecuada para servir de referente sobre la adaptación de una novela de estas características, es decir, el lenguaje cinematográfico puede resultar más amigable con la fábula de lo que somos testigos con esta versión 2017.
En conclusión, Murder on the Orient Express, es una cinta que se siente larga y que puede ocasionar severos bostezos en el publico, difícilmente recomendable pues no resulta atractiva ni mucho menos cautivante. Eso sí, pueden quedar las ganar de leerse la novela pues seguramente esta historia tiene algo mucho más interesante qué contar.