Nuevo Orden: Impactante pero insignificante Desorden
Seleccionen el calificativo que ustedes quieran ¿Hipócrita? ¿Irónico? ¿Penoso? La mayoría de las críticas sobre la nueva película de Michel Franco, Nuevo Orden, se han hecho a partir de una postura social, ideológica o incluso hasta política (lo de Cine Premiere, la TVyNotas del cine, fue algo vergonzoso), una posición totalmente cómoda que se acobarda en abordar a la obra como lo que es: una película.
Dicen en mi pueblo que “no hay que escupir para arriba”, y eso es precisamente en la “provocación” que cayeron muchos medios y que al final solo alimentan lo que ellos mismos suponen descalificar: la supuesta postura “clasista” y/ “política” del director, temas que si bien se tocan en esta ciertamente polémica propuesta, ni siquiera son los ejes o mensaje de su argumento. Que daño pues le ha hecho el neo progresismo al arte cinematográfico, tachando a algo de “malo” nada más “por qué no me gusta” o “no estoy de acuerdo”, una cosa totalmente risible y patética.
Así pues y antes de pasar a hablar sobre una película totalmente mediocre por sí sola, y sin ayuda de las críticas sociales o externas al quehacer fílmico, habrá que educar al lector con dos términos sencillos sustraídos de la RAE:
Ficción: Clase de obras literarias o cinematográficas, generalmente narrativas, que tratan de sucesos y personajes imaginarios
Distopía: Representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana
Nuevo Orden es una ficción distópica donde Franco cambia su registro pero no así sus debilidades. Su primer acto, utilizado también para la promoción del film y como elemento para levantar el ámpula de cierto segmento poblacional, se convierte en una master class de impresión de suspenso y construcción de un entorno polarizado para estructurar a sus principales personajes. Es aquí donde Franco abandona su neorrealismo para adentrarse en terrenos más apremiantes y que le enriquecen como narrador, demostrando una cierta evolución de su lenguaje fílmico al también junto con sus actores edificar mejores interpretaciones
El primer acto se alarga lo necesario para finalmente llegar a la explosión de su conflicto, pero desgraciadamente también para acabar con el interés del film. Puede que el shock visual soporte el letárgico y muy difuso desarrollo de a continuación, repleto de huecos, con un montaje paupérrimo, y un timing espantoso (que como bien puede pasar un día como un mes sin ningún sustento narrativo), pero Franco astutamente de nuevo tendrá un giro y cierre lo bastante estimulantes para crear un efecto que puede atolondrar a su audiencia al maquillar todos los defectos de su acto intermedio.
Franco técnicamente es torpe, la fotografía y sus planos al menos en el mencionado desarrollo no ayudan a complementar su tensión narrativa. Así mismo la buena estructura de personajes que suponía su acto introductorio se diluye en lo que ahora será un intento por introducir de manera forzada el elemento antagónico del film, que también sirve como el principal y trasgresor mensaje y que a la par carece de un trasfondo y que solo es “malo” por qué sí. Una lástima, pues los personajes en un principio bien delineados se pierden prácticamente en el entorno y solo son adornos de un director que parece tener un as bajo la manga, más truquero que loable ¿El mensaje es que las personas son manipuladas por ese ente – multi villano? Quizá, pero dicho simbolismo no funciona por qué Franco no solo olvida a sus personajes, sino que trata de mantener desesperadamente su “impactante” violencia, cosa que incomoda narrativamente de mala manera.
De la otra incomodidad social ¿Hay una realidad punzante revelada por Franco? Claro, y de ahí parte su obra como toda “adaptación” de lo real, como toda ficción, como todo artista queriendo expresarse. Nuevo Orden no incita a la violencia, ni al clasismo, ni a la segregación, el mensaje es claro, y es la manipulación de toda la población por un estado mayor militarizado en una distopía sobre una sociedad que se está rompiendo. Hay personajes, hay matices, pero no bandos ni una lucha social ¡al contrario! La cinta esclarece un claro villano, mal sustentado y sin trasfondo, pero comprensible y parte del giro final.
Gran premio del jurado en Venecia, los méritos en la carrera de Franco son indiscutibles, como también lo es la sobrevaloración a toda su filmografía. Nuevo Orden es mediocre, con un gran “opening” y un brutal cierre, disfrutable por momentos en su impresión de buena tensión, pero de ahí en más no hay nada, no existe lo que les han querido vender para bien y para mal.