Polvo: Cinema Narco-Paradiso

Dirigida, escrita, producida y protagonizada por José María Yazpik, Polvo quizá llegué a cartelera nacional en una época nada conveniente  dados los sucesos sociales que atraviesa actualmente (y durante toda su reciente historia) el país; o pensándolo bien, tal vez se encuentre en su condición más óptima, puesto que la opera prima de Yazpik es en esencia, una oscura tragicomedia que entre sus varios niveles de funcionalidad resalta precisamente su crítica socio –política de manera muy astuta y sutil hacía el mundo del narco y de cómo este sacude y afecta a su entorno.

Sorprende que siendo su primera experiencia a nivel de guion y dirección, Yazpik con mucha astucia teje a su protagonista de manera que este relato escape de la tradicional y muy cuestionable  estructura de redención y/o heroísmo del narco, dejando claro desde sus primeros minutos que estamos ante un paria de las circunstancias, un antihéroe trágico que ve imposibilitada su redención gracias al camino que escogió (o se vio obligado a escoger) cuando por curiosas circunstancias, tenga que volver a su pueblo natal a recolectar 500 kilos de droga caídas del cielo tras el fatal accidente de un aeroplano. Este no tan absurdo suceso implica por supuesto la entrada a un tono cómico espontaneo, y es que el humor no se da por su progresión de hechos, sino por la propia naturaleza de sus personajes y entorno, un pueblito de los 80 ignorante y oprimido socialmente por el clero y un par de comerciantes, que ve con la llegada del “Polvo” una salida e inyección capitalista que más que crecer lo hará descontrolarse.

Yazpik deja que la naturalidad de sus diálogos e interacciones provean al relato de su crítica de clases, tirando indirectas por doquier pero nunca perdiendo el hilo conductor del relato: él mismo en la piel de “El Chato”, un personaje que astutamente también deja en un plano de cierto misterio e incertidumbre tanto en pasado, presente (y hasta futuro) sin que este carezca de la suficiente estructura para soportar el ágil relato de tan solo 85 minutos.

En lo que es una tan familiar y divertida como desgraciada impresión de nuestra realidad social, no hay que dejar de lado que Polvo funciona mejor a un nivel dramático gracias también  al estatus con el que obviamente cuenta Yazpik (sin duda uno de los actores mexicanos más talentosos y más desperdiciados), y ese poder relacional para hacer que histriones solventes como Joaquín Cosío, Angélica Aragón, Manuel Poncelis, Carlos Valencia, el incansable Jesús Ochoa y el español Carlos Olalla, acepten pequeños roles secundarios, que en comuna, alcanzan una química e interacción más que soberbia surtiendo el ligero pero eficaz e hilarante tono cómico que equilibra al relato. Así mismo y desde hoy en adelante tendré más mesura cuando me refiera a Mariana Treviño, pues la que me parece una nefasta actriz cómica, bajando los correctos decibeles y encausándola hacía el drama, regala una actuación sobresaliente que incluso ya se llevó el premio a Mejor Actriz en el pasado Festival de Morelia.

Hay que recalcar también el romanticismo “cinematográfico” impreso pro Yazpik en lo que tal vez sea una referencia directa u homenaje al cine italiano o incluso a Cinema Paradiso (que él nos confirme), pues  no solo tenemos a un personaje llamado “Toto” (Adrián Vázquez), sino también la inclusión del cine como la pasión infantil – juvenil del protagonista, pero truncada a partir de ese halo “misterioso” sobre su conversión al narco en lo que se supone debería haber sido una carrera como actor de Hollywood tal y como lo estructura su leyenda y las razones del porqué abandonó su pueblo.

En el aspecto “novatón” del relato, si Yazpik continuara con lo que parece una promisoria carrera directiva, sin duda para consecuentes proyectos tendrá que corregir lo débil y predecible que se obvia su conflicto y clímax, lo cual desemboca en un final propositivamente “abierto” pero muy olvidable y totalmente ajeno a la fuerza emocional y/o tragicómica marcada durante el desarrollo del film. A manera de analogía, a Yazpik le hace falta un mejor cierre en sus negociaciones fílmicas si es que quiere apuntar a ser ese “Artista” que pretendía su “Chato”.

Sin duda estamos ante una de las mejores películas mexicanas del año, una fábula social sutilmente crítica y muy divertida que le da a Yazpik ahora voz y voto entre los directores mexicanos a seguir en los consecuentes años. Aquí no hay un heroísmo a favor del “narco”, sino una honesta impresión de sus afectaciones socio culturales vistas desde una espontánea forma de comedia, pero abordada bajo el tono dramático necesario que da veracidad a estos hechos que pudieran parecer absurdos, pero trágicamente en nuestro México son reales.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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