Prince, un símbolo que transformó la cultura pop
2016 Se ha presentado como un año en el que la muerte ha hecho de las suyas en el mundo de la música; David Bowie, Scott Weiland y hoy, el hombre que sustituyó su nombre por un símbolo, que hizo de Batman un baile, que se influenció por James Brown, The Beatles, la música soul, el funk y que hizo de su vida un sinfín de arte musical (unas veces comprendido y otras menos) apagó su luz para convertirse en toda una leyenda musical, Cinesopia le dice adiós.
Originario de Minnesota, Prince nació un 7 de junio de 1958. Su padre, un músico de jazz llamado John L. Nelson, formaba parte de un grupo llamado Prince Roger Trio (de ahí el nombre de Prince). Cuando sus padres se separaron era apenas un pequeño de 6 años que decidió refugiarse en la música, jugando con el piano que su padre dejó en casa y divirtiéndose mientras improvisaba notas que tocaba cuando veía los episodios de la serie de Batman en televisión.
Luego de un difícil comienzo como todo buen artista que se preste de serlo, en 1978 logra grabar su primer disco, titulado For You, al que le siguió Prince un año más tarde en donde se incluirían dos de sus grandes éxitos, el clásico “I Feel For You”, que en 1984 supondría la consagración mundial de Chaka Khan al hacer una versión, o la guitarrera y provocativa “Bambi”, historia de un ligue femenino con tendencias lésbicas.
Más tarde, daría el gran salto con su bellísimo Purple Rain, disco y película que lo catapultaron definitivamente al estrellato. Se trataba de The Kid, un músico pobre y atormentado por los problemas familiares, reproduce el maltrato que su padre da a su madre en su relación amorosa. Luchando por sobrevivir a una turbulenta vida familiar y a su propia ira, su talento se refugia en su música y en su relación con la cantante Apollonia. Además, la tensión aumentaba cuando su rival intentaba conquistar a su novia y obtener la exclusividad del bar donde ambos cantaban. Todo un suceso de los locos 80s que pese a no presentar precisamente una gran historia ni una gran actuación, la película rompió marcas de taquilla; ganó tres Grammys por el disco y un premio Oscar a la Mejor banda sonora.
Excéntrico, artista de pies a cabeza y con una insaciable sed de innovar en el ámbito musical a través de obras que derrocharan creatividad, volvió a incursionar en el mundo cinematográfico en dos ocasiones más, una con un toque que le agregaría genialidad musical al mismísimo caballero de la noche.
Prince realizó en su totalidad la banda sonora de la película dirigida por Tim Burton y protagonizada por el gran Michael Keaton (como Batman) y el fabuloso guasón de Jack Nicholson. El Batdance fue toda una revolución que causó furor a principios de los 90s en todo el mundo.
Más tarde, a finales de 1990, Prince estrenó Graffiti Bridge, película que dirigió, produjo y protagonizó. La trama era simplona: dos jóvenes cantantes mantienen desde hace tiempo una fuerte rivalidad. Su último reto es apostarse el club que cada uno regenta. Pero la competencia no es sólo a nivel profesional, pues el amor de una chica anda también en juego.
Esta vez la suerte no le acompañó, y la cinta pasó sin pena ni gloria.
Con una carrera más prolífica en la música que en el cine, camaleónico, excéntrico, incomprendido en su momento y polémico, siempre lo recordaremos como un personaje que sin duda, aportó su increíble talento no sólo a la música, sino a toda la cultura popular de una generación que hoy se siente más vieja.
Los ídolos se van y nadie los podrá sustituir.
Y mientras tanto, Chabelo tan tranquilo.