¿Quién quiere ser ‘La Buena Esposa’?

El final de agosto siempre es complicado: pareciera que las distribuidoras se esperaron hasta ahora para estrenar todas las películas que faltaban, previo a la temporada de otoño. Entre las muchas que salieron, está este drama familiar íntimo, enfocada en una pareja mayor, sobre trabajo emocional, trabajo del hogar y reconocimiento. Con una tensión implacable resultado de una reflexión interna provocada por un premio mayor, el filme es una de las pequeñas sorpresas que se encuentran actualmente en cartelera y que, sin duda, es una excelente opción para esperar que termine el verano.

1992. Joan (Glenn Close) es la esposa de un reconocido ícono de la literatura estadounidense, Joe Castleman (Jonathan Pryce). Cuando les llega la noticia de que Joe ganó el Premio Nobel de la Literatura, Joan reflexiona seriamente sobre las decisiones que tomó décadas antes. El guión de Jane Anderson, basado en la novela de Meg Wolitzer, es un estudio de personajes para retomar cuestiones relacionadas con autonomía, trabajo femenino y reconocimiento, así como las presiones familiares y sociales que conlleva ganar un premio de ese prestigio. La exploración del tema de reconocimiento, ligado a las limitadas oportunidades que existían en décadas anteriores para que escritoras sean publicadas, leídas y premiadas, logra darle matices relevantes que justifican las acciones y omisiones de la pareja central. Por otro lado, la pregunta central respecto a la figura de “la esposa”, cuáles son los tipos de sacrificios que hace(n) por su familia y qué tan libre es al momento de tomar esa decisión son discusiones relevantes que aún en 2018 tienen eco dentro de nuestras sociedades.

 

Close realiza una interpretación magnífica y expresa, con gestos contenidos, la furia abrumadora de su personaje. Por su lado, Pryce nos presenta a un hombre caótico, abrumado por el reconocimiento de su obra y por los pesados secretos que oculta. La dirección de Björn Runge y la edición de Lena Runge mantienen la tensión enfocada, y la genial banda sonora a cargo de Jocelyn Pook complementa a la perfección lo que ocurre en pantalla.

Intrigante y con magnéticas interpretaciones, La Buena Esposa es una genial exploración de una relación de pareja mayor, con múltiples ángulos a explorar sobre autonomía, trabajo y reconocimiento, temas que siguen siendo tan vigentes como en 1992.

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Acerca del autor

Oraleia    

Snob pretenciosa en recuperación, punk de gustos refinados y valemadrista con corazón. Crítica de cine.


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