Recomendaciones para escapar de la Cartelera: Películas que se deben ver una sola vez

Regresa una de las secciones mas queridas por nuestros(as) autores, y que esperemos también sea del mismo gusto para los(as) lectores: Las Recomendaciones para escapar de la cartelera

Cada mes les traeremos de 5 a 10 recomendaciones alrededor de un tema, en este caso siendo “Películas que por alguna cuestión solo pudimos, quisimos o precisamos ver una sola vez” por x o y razón, desglosada a continuación por cada uno de nuestros autores en su exquisita selección

Les invitamos no solo a comentar su selección alrededor de este tema, sino a sugerir alguno para las siguientes entregas.

 

Maniac (William Lustig, 1980)

Bedub

Historia de un asesino serial que a pesar de sus violentos actos se siente de cierta manera arrepentido, sin embargo y a pesar de tratar de evitar cometer nuevos homicidios sus impulsos son incontrolables. Al asesinar a las mujeres conserva para sus maniquíes el cuero cabelludo de sus víctimas intentando crear un santuario para él, habla con ellas como si estuvieran vivas y les cuenta sus más profundas tristezas y traumas. Con un perfil psicológico más rico e interesante que cualquier otra slasher, a pesar de ello su producción barata y falta de imaginación en la dirección, además de escenas realmente chocantes hace que sea interesante únicamente una primera visión y no se hace necesario volver a verla al menos durante un largo tiempo.

 

The Bids (Alfred Hitchcock, 1963)

Cat Movie Lee

Mientras pensaba en esa películas que solo he visto una vez, recordaba varios churros infumables e incluso en ese manojo de malestar que me dejó Hereditary, pero con todo y eso logré verla 2 veces… Así, cuando sentí miedo, de inmediato vino a mi cabeza “Los pájaros”, esa historia en que una bella joven rica parece cargar consigo una maldición en torno a las aves que no podrá pasar desapercibida para ella ni para nadie a su alrededor… Esa cinta de los 60 con todo y algunos efectos de croma claramente faltos de calidad, siguen provocando en mí una sensación incómoda, me ensordece el barullo, me perturba ver una parvada atacando un hogar y me deja mucho que pensar sobre cómo se puede desatar la locura. La vi hace tiempo y creo que no podría volver a mirarla. Porque esa escena en particular donde 3200 pájaros ‘amaestrados’ atacaron, es difícil de digerir.

 

The Sixth Sense (M. Night Shyamalan, 1999)

Clementine

Cuando M. Night Shyamalan sorprendió al mundo con The sixth sense, llevó aquello del spoiler a otro nivel. Si bien éste es un concepto relativamente moderno, esos giros argumentales, desde Hitchcock hasta Lucas, siempre han estado presentes en el cine. Pero la que es de las mejores películas del director de origen indio, lo es además de por su gran giro argumental, por las buenas actuaciones de sus protagonistas y por el manejo casi teatral de la historia en la que te va adentrando lentamente, hasta que de golpe te das cuenta de la verdad ¡Shyamalan nos ha timado todo el tiempo! O eso creemos, las pistas estaban ahí. Lo cierto es que cuando descubres esa gran revelación cambia todo el sentido de la película y la siguiente vez que la ves aunque la disfrutes, ya nunca se puede ver igual.

 

Las tres muertes de Marisela Escobedo (Carlos Pérez Osorio, 2020)

El Cine Actuario

Este documental es demasiado bueno, pero la carga emocional que se transmite es tan dura que solo dan ganas de verlo una vez. Cuando terminé de verlo el impacto fue tanto que ni siquiera tuve ganas de dedicarle una reseña, y menos darle un puntaje, y es que anímicamente después de ver el calvario de la madre derivado de la impunidad por el caso del feminicidio de su hija, te deja completamente noqueado principalmente porque es un retrato más interno de los acontecimientos y no una visión de fuera la que se plantea narrativamente. Pero el detalle más crudo viene por dos vertientes:  1. Esto es la realidad no sólo de Marisela sino de varios mexicanos/as que buscan respuestas acerca de sus familiares asesinados, desaparecidos; 2. El miedo colectivo ya esta tan instaurado que al final las víctimas son los culpables por meterse con entidades mucho más poderosas que ellos cuando uno levanta la voz, porque estuvieron a la hora equivocada en el momento equivocado, normalizando ciertos aspectos tétricos que en teoría no tendrían que ser normales. Eso quizás es lo que da más miedo y que te hace sentir completamente desanimado ya no solo en nuestras instituciones sino en la sociedad

 

First Man (Damien Chazelle, 2018)

El Fett

First Man es una película sobre el duelo (no sobre el espacio), y de cómo tratar de sobreponerse al mismo tras una misión y acciones simbólicas que terminan por crear una conexión y empatía con el espectador adepto o consciente de esta narrativa. Fallecida Karen Armstrong a la edad de 2 años víctima del cáncer, Singer y Chazelle toman este trágico evento y los transportan a la pantalla para ejercer no solo como factor motivante y determinante de la misión de este hombre, sino también como el irónico nexo entre la desconexión emocional del astronauta para con la sociedad y con su núcleo familiar. Una cinta que en su momento causó un gran impacto sobre su servidor debido al nacimiento reciente de mi primera hija (que se dio con muchas complicaciones de salud). El desarrollo del duelo y esa última escena de despedida en un cráter lunar me parecieron tan dolorosos como hermosos. La tengo en mi colección, pero dudo poder volver a verla por el miedo irracional de aquel “duelo” impregnado en mi mente en un no muy conveniente momento.

 

Mr Nobody (Jaco Van Dormael, 2009)

Sahury

Este viaje filosófico de dos horas y media toca tantos temas humanos de manera surreal que con una vez es más que suficiente. La pesadez de la vida, las decisiones imposibles y sus consecuencias las vemos retratadas en Nemo que a sus nueve años debe decidir si quedarse con su padre, sumido en depresión por el divorcio; o con su madre que se va de la ciudad a comenzar una nueva vida. De ahí nos traen rebotando entre su niñez y su lecho de muerte a los 118 años; al mismo tiempo hay tres diferentes líneas de vida que lo llevan por tres caminos muy diferentes, todas coexisten: las posibilidades son infinitas hasta que tomas una decisión. Jaco Van Dormael te ahoga en su existencialismo, ni habiendo escrito él mismo el libro logra ser perfecta, es muy ambiciosa pero eso hace única a esta película. La odias o la mamas, pero difícilmente la querrás volver a ver.

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