Second Chance: Roman Holiday
Saludos distinguidos lectores de este blog, luego de ver esta cinta con mi adorada Lechuza, me vi obligado a doblar las reglas hasta el límite de lo permisible de esta sección que una vez dije que servía para hablar de aquellas cintas que merecían una segunda oportunidad y si a esas vamos a quien le doy una segunda oportunidad es más que nada a la actriz Audrey Hepburn, ya que su personaje de Breakfast at Tiffany´s no me fascinó del todo así como esa cinta.
Además hay que ser comprensibles, duele mucho el kokoro cuando ves joyas como estas y no puedes hablar sobre ellas ya que han sido proyectadas hace muchos años atrás y criticarlas como a un estreno ya no es una opción. Generalmente El Momento Favorito sirve para estas situaciones, pero esta película simplemente es demasiado buena como para hablar de una sola escena en concreto.
La pareja en cuestión son nada más y menos que dos grandes estrellas del firmamento hollywodense, me refiero al ejemplo de hombre Gregory Peck y a la bella Audrey Hepburn, quienes interpretan a un periodista con mala suerte en Roma y a la princesa heredera al trono de Inglaterra. La historia se centra en una princesa abrumada por su cargado itinerario que no puede ni acomodarse los zapatos sin antes desatar todo un problema de protocolo. Igual para el hater de hoy en día, esto es cliché y exagerado, dejenme decirle que luego de dos juntas en un mismo con los clientes y ya no quier saber nada de nada. No me quiero imaginar un día lleno de eventos de este tipo.
Así como se han de imaginar, la princesa escapa de su torre de marfil y conoce al personaje de Peck, Joe Bradley y es donde la trama se desarrola. Ya se que están pensando, el típico romance ñoño-cursi-imposible y la lucha de clases y bla bla. Pues no damas y caballeros; si bien pueda que esta cinta de la sensación de estar ante una melosa historia de amor entre la realeza y los plebes, pues están equivocados; si bien muchas historias similares surgirían (el Diario de la Princesa por ejemplo) pero a diferencia de esas nefastas películas, aquí el guión es una verdadera obra de arte y nada complaciente.
Si alguno de ustedes vio la cinta Trumbo, recordaran que se llevó el Oscar a mejor guión, aparte de Mejor Actriz y Mejor Diseño de Vestuario. Aparte estamos hablando de aquellos días cuando un Oscar realmente valía la pena presumirse. William Wyler es quien se encarga de dirigir a estos dos grandes astros de la actuación. La fotografía corre a cargo de Henri Alekan y Franz Planer, quienes nos traen las mejores imágenes de una Roma de los años 50.
Roman Holiday sabe equilibrar la comedia y el humor sin caer en el simple chiste de pastelazo,al mismo tiempo que se desarrollan dos personajes tridimensionales al llevarlos por diversas circunstancias donde se justifique el romance que vemos en la cinta, y lejos de clichés molestos y algunos guiños románticos sobrevalorados que inundan el cine, la tv y los libros; la cinta sobresale por mantener esos valores como el respeto, el honor la discreción y sobretodo a mostrarnos que puede existir una franca amistad entre todo ese embrollo.
¡Hasta la próxima!