Secret In Their Eyes: Empanada Argentina Light
Ya lo sabemos: el público angloparlante, en especial el estadounidense, es sumamente etnocentrista y sencillamente no asimila una película en la que no haya gringos y menos que éstos no sean los héroes de la historia. Los grandes estudios lo saben, y en su infinita misericordia realizan remakes de grandes historias narradas previamente más allá de sus fronteras para que su público, siempre reacio a leer subtítulos e incapaz de comprender que hay otros países, pueda disfrutar de nuevas historias… o al menos eso parecen creer.
Lo repito: no comulgo con la soplapollez aquella de que hay películas sagradas pero sencillamente hay cosas que no se deben hacer. La necedad del gringo por no ver más allá de su todopoderosa nación ha dado lugar a verdaderos bodrios como Vanilla Sky (2001), del megasobrevalorado Cameron Crowe, remake de la sino sublime sí muy efectiva Abre los Ojos (1997), del no siempre certero pero sí habilidoso Alejando Aménabar. La misteriosa, angustiante y hasta cierto punto tétrica historia de la película española fue convertida en un endulcorado relato con todo y moraleja en la versión estelarizada por Tom viva la cienciología Cruise.
Siguiendo la misma vertiente, en esta ocasión Hollywood nos concede la gracia de realizar su propia versión de la novela argentina La Pregunta de Sus Ojos (2005) de Eduardo Sacheri, previamente llevada al cine el aquel país por el mismo Sacheri y dirigida por Juan José Campanella bajo el título El Secreto de Sus Ojos (2009). El filme ganó un trillón de premios, entre ellos el famoso Oscar a la Mejor Película Extranjera, y goza de inmenso prestigio internacional. La versión gringa era, por lo visto, inevitable.
Obvio, no faltaron los “astutos” traductores nacionales que dieron a esta película el genérico y telenovelero título “Secretos de una Obsesión” ¿Es en serio?
Una versión totalmente gringa y muy Light
Y la verdad sea dicha: La película de Campanella, excelente como es, no es fácil de ver y su ritmo puede llegar a ser cansino para el gran público, acostumbrado a la pirotecnia y velocidad del cine hollywoodense. De modo que aquí nos han recetado, en lugar de una deliciosa empanada argentina de carne y queso con mucho chimichurri, un hotdog con salchicha de soya en plan libre de gluten y con mayonesa light.
Caroline, la bella hija adolescente de la investigadora Jess Cobb (Julia Roberts), es brutalmente violada y asesinada. Su amigo Ray Karsten (Chiwetel Ejiofor), de la unidad anti terrorismo, luchará incansablemente para llevar al asesino a la justicia mientras sufre por la atración que siente por la nueva asistente del Fiscal de Distrito Claire Sloan (Nicole Kidman), quien también asistirá en la investigación. Diversas intrigas harán que el sospechoso del crímen eluda a la justicia, situación que destruirá la vida de los involucrados, especialmente de Ray, quien sintiéndose culpable indirectamente del crímen dejará el FBI.
Trece años más tarde, Ray se reunirá con sus antiguas compañeras para intentar reabrir el caso y finalmente llevar al asesino ante la justicia, luego de haber encontrado ciertas pistas. A su vez, deberá lidiar con asuntos personales que dejó pendientes al marcharse.
Diversas subtramas que apreciamos en la película argentina son dejadas de lado en esta versión, notablemente suavizada y que busca, digamos, ir más al grano. Temas como el alcoholismo de ciertos personajes, venganzas políticas y romances ilícitos son endulcoradamente diluídos en pos de una acción más ágil. Incluso el tiempo transcurrido entre el crimen y los eventos actuales fue reducido de veinte a trece años.
Resulta incluso cómico, aunque comprensible, cómo la trama fue totalmente gringificada. Elementos clave en la versión argentina como el fútbol y la Dictadura Militar son sustituidos por el béisbol, los cómics y el terrorismo islámico. Hotdog en lugar de empanada, insisto.
Aunque de buen sabor
Los actores involucrados demuestran su bien conocido talento, en especial Ejiofor como el atormetando Ray. Julia Roberts cumple como una madre convertida en un ente vacío y aislado y Nicole Kidman sorprende como una mujer exitosa pero gris en el plano personal.
La película se deja ver sin problemas, siendo correctamente entretenida y apegada al ritmo ágil hollywoodense que suele contraponerse a la densidad temática de producciones latinoamericanas. Apuesta más al thriller que al drama, en favor de un divertimento fugaz pero efectivo
Aunque numerosos detalles de la producción argentina aquí son omitidos, el sórdido y celebrado desenlace es respetado, lo cual se agradece y dota al producto final de una contundencia que de otro modo hubiese tenido, aunque, debo decirlo, resulta menos poderoso y es, de nuevo, suavizado para las timoratas audiencias de nuestro vecino del norte.
Calorías huecas
En conclusión, podemos decir que Secret in Their Eyes es una buena película a secas, que entretiene eficientemente pero palidece por completo ante su contraparte argentina. Una versión light para los ligeros de estómago e impacientes por ver acción, sin deseo alguno de enredarse en la trama.
Si vieron y son fans de El Secreto de Sus Ojos, eviten esta película a toda costa, pues será como degustar una versión vegana y libre de gluten de su hamburguesa preferida.
Si están interesados en esta historia pero no desean complicarse la existencia, adelante con esta película, pues es una trama que con todo y omisiones vale la pena explorar.
Si no conocen el relato en lo absoluto, anímense e intenten ver la versión argentina, para que puedan gozar de todos los detalles. Si se duermen… pues intenten la versión gringa, más apta para el espectador palomero.
2 Comments
Soy fan numero 1 de la original, pero mi lado morboso me esta obligando a ver este remake.
¡Pues hágalo, estimado! Le aseguro que se divertirá viendo cómo conviertieron tan delicioso festín argentino en una ensalada vegana gringa. Saludos y gracias por comentar.