SITGES: Cataluña con sabor a México
Fanáticos del internacional director tapatío Guillermo Del Toro, si continúan preguntándose cuándo es que el “gordo” va a dar su brazo a torcer, para traernos de vuelta al carismático hijo de Belcebú, mejor conocido como Hellboy o, si por fin se animará a llevar a la pantalla grande uno de los tantos relatos macabros de H.P. Lovecraft, debo decirles que… ¡Esas interrogantes seguirán sin tener respuesta! Lo lamento tanto como ustedes.
Lo que es un hecho confirmado, anunciado con bombo y platillo, es la presencia del otrora realizador de Pacific Rim en la 50ª edición del Sitges – Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña. Del Toro será el padrino del festival que hace poco más de dos décadas le otorgó uno de los primeros reconocimientos internacionales, el de Mejor guion por su opera prima Cronos. Posteriormente, en 1997 obtuvo una nominación a la Mejor película por Mimic (con cucarachas incluidas) y en 2002 fue honrado con el premio Máquina del tiempo, mismo que compartió con el cineasta canadiense David Cronenberg.
Del Toro no es el único director mexicano cuyo nombre ha ocupado un sitio en la programación del afamado festival enfocado en las producciones inscritas en el género fantástico. En 1991, la edición 24 del festival exhibió títulos como Macario (1961) de Roberto Gavaldón, El vampiro (1957) de Fernando Méndez, El fantasma del convento (1934) de Fernando de Fuentes y Alucarda (1975) de Juan López Moctezuma, entre otros, dentro de la retrospectiva “Mad Mex. El cine fantástico mexicano“.
En 1994, Luis Estrada compitió con el largometraje Ámbar, aventura selvática que hizo acreedores a los premios de Mejor fotografía y Mejor banda sonora a Emmanuel Lubezki y a Santiago Ojeda (de la HH Botellita de Jerez ¡Yeah!) respectivamente. Un par de años después, al realizador oriundo de la Ciudad de México le quedaría claro que, lo suyo, lo suyo, es la sátira política. Para muestra La ley de Herodes (1999).
Gilberto Martínez Solares -director de cabecera de Germán Valdés Tin Tan– también dejó grabado su nombre en Sitges, gracias a Satánico Pandemonium (La sexorcista) sobre monjita lujuriosa tentada por diablo cachondón. Curioso filme de 1975 exhibido en la sección Mondo Macabro en 2004.
En 2015, Sitges dedicó una retrospectiva a la obra de Carlos Enrique Taboada integrada por los clásicos Hasta el viento tiene miedo (1968), El libro de piedra (1969), Más negro que la noche (1975) y Veneno para las hadas (1984). Gracias a los dioses del celuloide y a los organizadores, no se presentó ninguno de los infames remakes de estos títulos.
Ese mismo año, participando en competencia, Los parecidos de Isaac Ezban fue galardonada con el Blood Window para la Mejor película latinoamericana.
La edición 2016 contó con la participación del debutante Emiliano Rocha Minter, quien a pesar de estar apadrinado por Alejandro González Iñarritú, Carlos Reygadas y Alfonso Cuarón, no evitó ser vapuleado por críticos y asistentes, quienes calificaron el largometraje Tenemos la carne como deleznable y nauseabundo. Debido a su crudeza, el filme registró la mayor cantidad de público en abandonar la sala en la historia del festival. Menos mal que no fue por ser un bodrio marca “Adam Sandler”. Sirva de consuelo.
En conclusión, considerando que México no es precisamente un país prolífico en materia de producciones fantásticas, la asistencia de quienes para bien o para mal han tenido la oportunidad de representar al cine nacional en el prestigiado Festival de Sitges debe considerarse un mérito per se ¿O usted qué opina querido lector?
2 Comments
Excelente carta de presentación mi querido Flaco Cachubi! Ya nos hacía falta alguien como usted en Cinescopia. Bienvenido!