Sword of Destiny y la Maldición de las Secuelas
Como amante de las películas Wuxia no puedo más que sentirme decepcionada de lo hecho en la mal llamada secuela de la grandiosa cinta dirigida por Ang Lee: Crounching Tiger, Hidden Dragon allá en el año 2000. Y es que teniendo como director a un prolífico artemarcialista y director de cine, ese que llevó al estrellato a Jackie Chan y nos ha regalado las mejores coreografías de peleas marciales que occidente ha visto, es increíble que le entregue a uno lo que hizo con la secuela llamada Sword of Destiny.
Olvídese usted de personajes profundos, esto es una película dominguera que no lleva nada de la esencia que el director Yuen Wo-Ping nos regaló en las memorables cintas The Drunken Master o El Puño de la Serpiente y mucho menos de la belleza que Ang Lee nos regaló en la precuela . Esto es más una típica película de esas que hace Donnie Yen.
¿De qué va?
Se acuerda usted de la espada de Li Mu Bai (Chow Yun-Fat), esa que se decía estaba forjada con una técnica especial y tan antigua que no había otra espada igual pues hacía invencible a quien la portara. Esa espada que el mismo maestro Bai decía que no es que fuese la espada, sino el guerrero que la sostenía y la técnica que usara, lo que era realmente poderoso; bien, estamos hablando de la misma espada, Destino Verde, de la película de Ang Lee.
Sir Te, el amigo de Mu Bai y Yu Shu Lien ha muerto y ella que se ha alejado y permanecido oculta de los clanes que se proclaman dueños y señores del verdadero arte marcial, regresa a presentar sus respetos. Ese mismo día encuentra que la espada de su amado Mu Bai han intentado robarla. Sin embargo el ladrón es atrapado por ella y dejado prisionero en espera que el hijo de Sir Te decida qué hacer (El ladrón es Harry Shum, el de Glee y Cazadores de Sombras).
Dado que el ladrón es enviado por el poderoso Hades Dai (Jason Scott Lee) se espera que su clan vaya no a rescatarlo pero si a invadir la casa para hacerse con la espada. Y así pasa. Pero en el inter Shu Lien pide ayuda a quien aún siga por el honorable Camino del Hierro. O sea, de a gratis… solo quien sobreviva recibirá paga. Un muy conveniente arreglo para quien solicita ayuda, si se me permite decir.
¿Y adivine quién viene al rescate? No le voy a decir para no arruinarle la sorpresa pero yo me quedé con cara de ¡ash esto parece película de M. Night Shyamalan! Y esa es la trama, venganzas, espadas magníficas que nadie sabe usar y peleas a diestra y siniestra.
Lo Malo
Los personajes no están desarrollados, de pronto tienes 5 salidos de la nada que tienen 3 interacciones en toda la película y ya son mejores amigos, las actuaciones son tan malas que dan pena, todos están sobreactuados y el personaje de Donnie Yen está tan acartonado como un rostro recién inyectado con Botox. Lo único rescatable es una avegentada Michelle Yeoh cuyo personaje no termina de convencer… ¡Momento! Entonces nada vale la pena.
El villano (Jason Scott Lee y su eterna cara de víbora que pudo haber sido Voldemor sin necesitar maquillaje) y sus secuaces son una copia de cualquier otra película china que hayamos visto antes, las coreografías que en la original El Tigre y el Dragón fueron exquisitas, acá ya no se ven más. Y eso es desastroso pues el director de esta cinta Espada del Destino es quien creó esas maravillosas y vistosas coreografías para Ang Lee. Y no solo eso hemos perdido. No tenemos la maravillosa música de Tan Dun y ese es un error garrafal pues si algo es capaz de meterte en el ambiente de una cinta es la música, y la de Tan Dun en la antecesora era una obra de arte bellísima que complementaba y te compenetraba en la historia, ahora tenemos la musicalización de parte del japonés Shigeru Umebayashi quien ha puesto su arte en cintas como La Casa de las Dagas Voladoras, Fearless, La Maldición de la Flor Dorada, entre muchas más. Sin embargo aunque su música es buena para la cinta no logra ese nivel épico que te haga identificar una película. Es decir, su trabajo es bueno pero olvidable totalmente.
La cinta ha sido criticada en China porque para empezar fué filmada en su mayoría en Nueva Zelanda, país que se ha convertido en la nueva cuna de las cintas épicas dada la cantidad de majestuosos paisajes de todo tipo con los que cuenta y esto a los chinos no les agradó tanto porque montañas y valles, aunado a la falta de chino mandarín es casi un insulto; y es que la cinta fue rodada en inglés y posteriormente doblada al mandarín, otro error imperdonable.
En resumidas cuentas: La cinta por sí misma no es mala, es más bien del montón sin nada nuevo ni rescatable en ningún aspecto. Lleva la maldición de ser la secuela de la más grandiosa cinta de artes marciales que el mundo haya visto y la más exitosa y taquillera de todos los tiempos, por lo que se esperaban maravillas de ella, y al no tenerlas el espectador termina sintiéndose traicionado, decepcionado y molesto. Además no le ayudó en nada que por razones monetarias se le agregara al título Crunching Tiger, Hidden Dragon pues creaba falsas expectativas.
Probablemente si se hubiera vendido como cualquier otra cinta del montón la recepción hubiera sido un tanto más alentadora, pero lo dicho; lleva sobre sus espaldas la maldición de la grandiosa genialidad de Ang Lee que tanto extrañamos en esta ocasión.Veála bajo su propio riesgo pero si quiere ver algo bueno que no sea la cinta de Ang Lee, entonces ve la grandiosa cinta Ip Man con Donnie Yen (solo la primera parte, no respondo por sus secuelas que no he visto) que sin duda será de su agrado si es que usted sabe quién es este héroe moderno de la cultura del Wing Chun.
¡Hasta Mejores Días de Buen Cine Épico!