The Autopsy of Jane Doe, disecando el género de terror
El género del horror/terror es de los que menos me llama la atención en primera porque soy una gallina y segundo porque siento que está muy desaprovechado. Pero este año he podido presenciar joyas como The VVitch y otras entretenidas de los coreanos como Train to Busan y The Wailing. Pero no es sino hasta finales de este año que me vuelvo a topar con una película que no solo sabe aprovechar los elementos blasfemos y herejes de las historias clásicas y con un excelente desarrollo a pesar de su simpleza; me refiero a The Autopsy of Jane Doe.
La historia arranca de la manera más simple y escalofriante que uno se pueda imaginar, se ha suscitado un acto violento en un tranquilo vecindario cuyos ocupantes son los típicos viejitos retirados y de vida apacible. Pero el misterio de la forma tan violenta e inesperada de su muerte solo es superado por el extraño descubrimiento del cuerpo de una mujer desnuda enterrada en el sótano de su casa. Por lo que recurren a los médicos forenses del pueblo que son Tommas y Austin Tilden (Emile Hirsch y Brian Cox) quienes deben tratar de encontrar la causa de muerte de esta misteriosa mujer ya que no muestra signo alguno de violencia; pero conforme la autopsia avanza, las cosas simplemente se salen de control y toda explicación.
André Øvredal, quien hace años sorprendería a propios y extraños con su interesante Trollhunter, regresa para sacarnos más de un susto junto con los escritores Ian B. Goldberg y Richard Naing, quienes en un breve espacio de hora y media te atraparan desde el principio de la película con un planteamiento sencillo, una atmósfera de intranquilidad y una serie de situaciones que ponen en riesgo real a los protagonistas y logran transmitir esa desesperación a nosotros ya que al igual que ellos, no tenemos ni la más remota idea de lo que está pasando y ese es uno de los mejores recursos en este género.
Uno de los mayores aciertos de Øvredal no es solo retomar elementos clásicos del terror, sino saber mantener el suspenso y llevarnos al punto del susto por medio de recursos sencillos que el mismo relato nos da como referencia para que nosotros mismos logremos atar los cabos que como consecuencia solo aumentan la desesperación y tampoco se “engolosina” con esto ya que sabe sus límites. Otro acierto importante es no buscar una justificación a la maldad de la que se es testigo en la historia, simplemente hay una entidad que busca causar el mayor daño posible y no hay quien pueda explicarlo. Encontrar una respuesta no es parte de la historia, sino como en the VVitch, la intención es solo contarla.
La fotografía de la cinta corre por cuenta de Roman Osin (Pride and Prejudice) y la banda sonora está cargo de Peter Gvozdas y Patrick Larsgaad quienes ayudan al director a completar su truco y transportarnos a esa morgue donde se desata una maldad innombrable.
La terna actoral es completada por Ophelia Lovibond, Michael McElhatton, Parker Sawyers, Jane Perry y en el papel de la misteriosa Jane Doe tenemos a la modelo Olwen Catherine Kelly, quien está como para que me manden a dormir afuera en el frío ya que es muy bella.
En resumidas cuentas:
The Autopsy of Jane Doe tiene todos los elementos para volverse un verdadero clásico del género al respetar las reglas básicas y rescatar elementos en desuso como el ocultismo y la brujería, pero sobretodo que sabe respetar a su audiencia.
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