The Handmaid’s Tale: El puritanismo en un futuro distópico

Desde el año pasado empecé a escuchar de esta serie producida por HULU y me fue difícil encontrarla hasta hoy, y vaya que ahora entiendo por qué ha sido tan premiada y nominada.

En un Estados Unidos situado en un futuro distópico, donde se habla que están en guerra y la contaminación ha provocado que los humanos y los campos sean estériles, un grupo de radicales religiosos que se hacen llamar Los Hijos de Jacob (haga de cuenta los de la Marcha a favor de la familia), han tomado el poder del país derrocando la Casa Blanca, el Congreso y los juzgados. Han cerrado escuelas y bibliotecas. Ya no son mas Estados Unidos, ahora el país se llama Gilead y viven bajo este régimen totalitario basado en pasajes de la biblia. Creen que la esterilidad se debe al exceso de pecados en el mundo y es un castigo divino. Las mujeres fértiles pasan a ser propiedad del estado y son asignadas como criadas en las casas de los comandantes de la fe y sus estériles esposas. Su función es hacer las compras de la casa y una vez al mes participar en “La ceremonia”, un rito donde el esposo lee Génesis, 30:1-3

 “ Y viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y dijo a Jacob =Dame hijos o me moriré= y Jacob se enojo con Raquel, y le dijo =¿soy yo, en lugar de Dios, quien te niega el fruto de tu vientre?= y ella dijo:=he aquí mi sierva Bilhá; únete a ella y parirá sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella

Entonces la esposa sostiene a la criada en la cama mientras es penetrada por el esposo. Si la criada queda embarazada el hijo es de la familia y ella es trasladada a otra casa con el mismo fin. Estas mujeres al llegar a una casa se les asigna el nombre del patriarca, por ejemplo, si el señor de la casa se llama Fred, la criada recibe el nombre de “Offred” (de Fred… tal cual se usa en la vida real). Las criadas van vestidas de rojo, las esposas de verde, las “Marthas” (amas de llaves y mujeres no fértiles) van de un azul pálido, las Tías (encargadas y celadoras de las criadas) van de gris y los hombres de negro. Todas las mujeres están sometidas al régimen, la mayoría lo aceptan gustosas y muchas abusan de su poder más o igual que los hombres.

Es una serie muy fuerte que habla de las sociedades extremistas, el control salvaje contra las mujeres, los fanáticos religiosos, la corrupción, el caos social, la contaminación ambiental y el puritanismo en su máxima expresión.

Basada en el libro del mismo nombre de la canadiense Margaret Atwood, que participó en la producción y hasta realizó un cameo en los primeros capítulos, la serie es producida y actuada por Elisabeth Moss, que es “Offred” la protagonista, hacinedo un papel excelente junto a Yvonne Strahovski, Joseph Fiennes, Max Minghella, Amanda Brugel, Madeline Brewer, entre varios más.

La producción es impresionante, han cuidado todos los detalles y el vestuario está apegado al libro. Mención aparte merece la fotografía hecha por Colin Watkinson en todos los capítulos. Tiene unas tomas bellísimas y cada escena está muy bien cuidada. La ambientación es absorbente y la música en cada capítulo es muy buena.

Una serie que te atrapa desde el primer momento, con muy buen manejo del suspenso y la intriga, su primera temporada consta de 10 capítulos de casi una hora cada uno. Una serie que hay que ver ahora más que nunca cuando la corrección política, el puritanismo y el nacionalismo exacerbado están atentando contra el arte, el humor y la vida social.

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