The Last Of Us: Una serie aceptable, con un apresurado y deslucido final.

Saludos de nuevo estimados lectores, regresando con la reseña de la popular serie de HBO “The Last of Us” en su cierre de temporada. Después de que su estreno levantara mucho “hype”, finalmente aquí les traigo lo bueno y lo malo de esta primera temporada que se basó principalmente en el videojuego homónimo en su primera parte.

Lo Bueno:

La serie sin duda fue toda una revelación. Todos disfrutamos la primera mitad de temporada a pesar de la presencia de un episodio de relleno (episodio 3), estando totalmente complacidos con lo fiel que estaba siendo la serie hasta el momento. Entre sus virtudes, lo mejor son las excelentes actuaciones de Pedro Pascal (interpretando a Joel) y Bella Ramsey (interpretando a Ellie), que a pesar de las tantas críticas por el poco parecido con el personaje del videojuego (que está inspirado en Ellen (Elliot) Page), hizo un extraordinario trabajo, demostrando que lo que vimos en Game Of Thrones (cuando interpretó a Lady Osita Mormont) no fue suerte de primeriza, sino que en realidad tenía (y tiene) el potencial de convertirse en una gran actriz a futuro.

A pesar de ello, durante la serie fue opacada por completo por Pascal, quien se está convirtiendo en el nuevo “Chayanne” de las millennials en su papel de padre “luchón”, que le queda de maravilla. Aun así, esperemos que no empiece a sobrexplotar ese tipo de papeles y que lo dejen encasillado en un solo tipo de personaje, porque sabemos que Pascal es mucho más que eso.

Por otro lado, lo mucho que se apega la serie a la historia del videojuego es bastante positivo; por un lado, se mantiene contento tanto a los fans que conocieron este universo gracias al videojuego, como a los nuevos televidentes (que sin duda más de uno quedó hipnotizado). De los 9 episodios, resaltó el primero (cuando estás perdido en la oscuridad), el segundo (infectada), el quinto (dura y sobrevive) y el penúltimo (episodio 8 – estamos en necesidad) como los más emocionantes y entretenidos, con una honorífica mención también el episodio 3 (hace mucho tiempo), que, aunque fue un contenido de relleno para explicar la historia de dos personajes “Ben y Frank”, fue una apuesta interesante gracias a su riesgo narrativo.

El penúltimo episodio (Estamos en necesidad), sin duda es el que lleva la calidad actoral de Bella Ramsey al máximo, además de ser el más impactante y entretenido (y que arecía la antesala de un cierre con broche de oro).

Pero la cosa no salió tan bien en el episodio 9, y es aquí donde entramos a lo Malo de The Last of Us.

Lo Malo:

La duración; sin duda la duración de la temporada es de lo más negativo. Los primeros episodios iniciaron de manera fiel y rápidamente atrapan al espectador debido a que se toman su tiempo para estructurar a la historia y a sus personajes, pero después del episodio 5 la cosa comienza a acelerarse cada vez más, y ya no se toma ese cuidado en su timing o estructura, desechando el buen ritmo de los primeros capítulos. Todo esto tiene sus consecuencias en el episodio 9, pues este se siente demasiado rápido, poco emotivo y con una sensación de: ¿y ya? ¿es todo?

El último episodio, a pesar de que se buscó centrar en la acción, se siente que todo pasa demasiado apresurado en la escena del hospital. Este problema ya se venía arrastrando desde el séptimo y octavo, donde Joel (Pascal) milagrosamente se recupera en cuestión de minutos después de estar al borde de la muerte. Si la producción conocía sus limitantes y tiempos establecidos ¿para qué gastar tiempo en escenas de relleno? Como un usuario del juego, y si el tiempo estaba acotado en esta adaptación, valdría la pena entonces haberse enfocado en lo primordial y quizás omitir ciertas cosas. Así pues, mientras el aceleramiento de su clímax tumba la credibilidad y la emotividad de la serie y su principal relación, quizá hubiera sido necesario sacrificar el relleno de algunos pasados capítulos para lograr que esta primera temporada se desarrollara mejor y con un mayor golpe emocional, que irónicamente existe en el videojuego, y aquí no (incluso hasta hubiera alcanzado para dos temporadas de The Last of Us Part I)

Otro de los aspectos negativos de esta primera temporada, es la ya tan desgraciadamente común fórmula “The Walking Dead” en las producciones relacionadas a Zombies, pues nuevamente The Last Of Us prefirió priorizar el conflicto entre humanos y darle un mayor protagonismo a estos que a los propios infectados, cosa que en el videojuego está mucho más equilibrado (por lo menos en la parte I). Es lamentable lo poco que vimos en pantalla a los chasqueadores, y la amplia variedad que existen de infectados en el videojuego, para priorizar al ser humano como el verdadero monstruo.

Es así que The Last of Us fue de más a menos, y se notó sobre todo en las redes sociales, donde las interacciones iban disminuyendo episodio tras episodio. Aun así, podemos asegurar que la serie no es mala ni mediocre (los gamers estamos agradecidos por el esmero de HBO en entregar una adaptación aceptable de un videojuego), pero por desgracia se quedó precisamente en eso, en ser meramente “aceptable” y entretenida, cuando el potencial era mucho mayor.

¿Qué le depara a The Last of Us en el futuro? Una moneda en el aire, sobre todo si realmente siguen al pie de la letra “The Last of Us Part II”, que no es ningún secreto que dicho juego fue repudiado por gran parte de la comunidad de Play Station, precisamente por una historia que no cumplió las expectativas que esperaban. Así que, la segunda temporada de The Last of Us seguramente no será apta para los “puritanos”, y puede sacarle canas verdes tanto a los viejos como a los nuevos fans.

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Arqueodan    


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