The Lord of the Rings vuelve a la pantalla grande
¡Saludos mis valientes!
Así es, hasta parece que los Valar planearon que mi primer post de regreso sea hablar sobre la proyección de la conocida trilogía de El Señor de los Anillos en las salas del cine en medio de esta letal pandemia y créanme que la experiencia vale la pena.
Es obvio que no vengo a decirles que tan buenas son estas cintas porque eso ya quedó claro desde hace casi 20 años, y es por eso que las han traído de vuelta al cine y en medio de una pandemia global que tiene a los cines casi en la lona por la baja asistencia (y aun así las salas se llenaron). Cosa curiosa, el cine estaba casi solo antes de que iniciara la función, pero tan pronto se llegó la hora del evento principal y la sala se llenó de tolkiendilis.
Pues así como lo leen mis valientes, tuvieron que pasar 20 años para que tuviésemos la oportunidad de volver a ver una de las más grandes sagas literarias adaptadas al séptimo arte y de paso, echarle una manita a la recaudada a las salas de cine a las que Hollywood les ha dado la espalda así como yo a la comida saludable, pero tal parece que poco a poco, las cosas empiezan a volver a su cauce.
Pues ya dentro de la sala con todas las medidas de higiene y absteniéndonos de pedir comida, mi fiel Lechuza y su servilleta iniciamos esta visita a la tierra media con La Comunidad del Anillo (The Fellowship of the ring) y la verdad, se podía sentir una especie de tensión en el ambiente mientras los logos de New Line Cinema y Warner Bros se desvanecían de la pantalla hasta que escuchamos esa emblemáticas líneas:
The World has changed
En ese instante yo tenía 20 años de nuevo, virgen por completo en esto del mundo de Tolkien y sus mundos fantásticos, y no podía sentirme mejor, quise en vano volver a esos tiempos menos oscuros que los actuales pero recordé que en ese entonces no había conocido a mi elfa y eso fue razón suficiente para no quedarme atrapado en la trampa de la nostalgia.
La verdad, esa fue la parte más difícil de toda esta experiencia, luchar contra la nostalgia y ese filtro tipo instagram que hace ver las cosas mejor en recuerdo que de lo que en realidad pero en este caso la adaptación de Peter Jackson se mantenía atemporal y como una excelente exponente de los logros no solo técnicos sino también en su guion y dirección. Por que deben saber mis valientes, que en esos años era un completo iletrado en esto del mundo cinematográfico, ahorita tampoco es que sepa la gran cosa, pero al menos entiendo y comprendo como funciona una adaptación y el libro original.
Ahora podía comprender porque diablos dejaron de fuera toda la aventura de los Hobbits antes de llegar al poblado de Bree, sus aventuras con los tumularios y obvio, el personaje que mantiene vivo los debates en línea, el enigmático y poderoso Tom Bombadill… ¡Por qué les toma media hora para llegar ahí! Y no solo eso, Aragorn y los Nazgul se hacen presentes hasta casi una hora y aun estamos en la introducción, eso es pedirle mucho al espectador promedio, así que bien ahí muchachos.
Ejemplos como este abundan en toda la cinta, y es increíble como he visto estas películas hasta saberme los diálogos en TVs de alta definición y la pantalla de mi PC, con todas las comodidades que un hobbit hambriento como yo puede pedir y sin embargo se queda corto con la experiencia que ofrece una sala de cine.
Cualquiera diría que me refiero en especial para escenas como el enfrentamiento entre Gandalf y el Balrog en el puente de Khazad Dum, o las secuencias de acción de las Dos Torres y claro, la joya de la corona, La Cabalgata de los Rohirrim y la Batalla de los Campos del Pelennor; pero nada más lejos que esto, esta historia resonó en nosotros por esos momentos íntimos que todos nos podemos identificar como a la comunidad enfrentando la perdida de Gandalf en Moria o el heroico sacrificio de Boromir en las colinas de Amon Hen, ¿Y que me dicen del conmovedor discurso que nos entrega Samsagaz Gamyi al final de las Dos Torres? o a Frodo preguntándose en su casa si alguna vez será capaz de dejar de fingir que su vida será la misma de antes cuando sabe que no será así.
Esta historia de la que hoy les hablo es la historia más vieja de la humanidad, esta historia se ha contado desde antes de que la lengua escrita hiciera su aparición, la historia en la que el individuo menos pensado hacía frente a un temible mal y era ayudado ya sea por la providencia o sus mismos amigos que llega a derrotar semejante maldad. Y como lo dice el buen Sam, esas historias se siguen contando porque significan algo para nosotros, no como solo como individuos sino como una gran comunidad y mientras alguien quiera contar estas historias y alguien esté dispuesto a escucharlas, el cine no morirá.
Pero les mentiría si les digo que ver a Bernard Hill como el Rey Theoden, cabalgando frente a 250 extras gritando DEATH! no me puso la piel chinita y los ojos llorosos de la emoción, realmente valió la pena volver al cine.
En resumidas cuentas
Llegará un día en el que todas las salas del cine sean cerradas y las pocas que queden sirvan como un museo o recuerdo de la gloria de los mejores días del séptimo arte, pero como dijo Aragorn hijo de Arathorn, ¡No será en este día! Y se los digo muy en serio, esta saga ha revigorizado mi amor por el cine y la manera correcta de verlo en la pantalla grande y es nuestro deber buscar la manera de salvarlo… claro, sin poner en riesgo nuestra salud. Esto ha sido todo de mi parte, es bueno estar de vuelta aquí escribiendo para ustedes nobles lectores ¡Hasta la próxima!