The Naked Gun: El regreso del humor de pastelazo
Liam Neeson, quien es mundialmente conocido por sus papeles dramáticos y como héroe implacable de acción, protagoniza este año su primera película de comedia: The Naked Gun. Una cinta que trae consigo la etiqueta de Reboot, y que tiene la misión de revivir una saga (del mismo nombre) muy querida por el público y que en su tiempo convirtió a Leslie Nielsen en una leyenda del cine.
The Naked Gun (¿Y dónde está el policía? en su traducción para Latinoamérica) sigue la historia de Frank Drebin Jr., quien desea continuar el legado de su padre en el Escuadrón de Policía, mientras busca salvar el mundo.
The Naked Gun sigue la misma línea que sus predecesoras (aunque eliminó ese característico subtítulo del nombre de la película) y nos presenta ese humor de tipo slapstick, o de pastelazo como lo conocemos en español, en donde nada tiene sentido y su única finalidad es provocar risas. Siendo esta la naturaleza de su narrativa, es fundamental adentrarse en esta mentalidad para poder disfrutar de toda absurdez que se nos presente.
Entre sus tantas bromas tipo “dad jokes” también hay que ser selectivo y es por eso que no toda la comedia funciona en todo momento, algo que también me atrevo a decir que es parte de su estructura, además de que su contenido también cuenta con referencias tanto pasadas como modernas que le dan diversidad para que pueda acaparar más sectores de la audiencia.
Punto y aparte del humor, The Naked Gun es un tributo a su película original en otros sentidos, mostrándonos todos esos otros elementos que la caracterizaban, tales como los movimientos de pelea, la icónica femme fatale, la musicalización demasiado sugerente y divertida, entre otras cosas. Aún así, el toque de modernidad que incluye en su historia le sienta demasiado bien, incorporando situaciones actuales tanto tecnológicas como culturales, y haciendo que sus gags sean aprovechados, sintiéndose relevantes a pesar de ser mayormente muy simples.
Liam Neeson hace un papel excelente, en mi opinión, demostrando que igualmente es un actor versátil que puede hacer comedia, y respetando el legado que dejó el mismo Leslie Nielsen. También ayuda bastante la gran química que tiene con Pamela Anderson, un personaje que hace ideal la dupla con Neeson y que aporta lo debido al filme (tanto que este idilio parece haber traspasado la ficción).
Queda claro que The Naked Gun es una de esas películas en las que tienes que sentarte a desenchufar el cerebro y disfrutar. Es como la cinta dominguera por excelencia pues la finalidad solo es pasar un buen rato sin tratar de querer encontrar algún tipo de lógica en lo que se está viendo en pantalla; sin embargo, no es una película recomendable para todo público, pues aquellos que no disfruten de este tipo de humor irreverente, seguramente saldrán muy enojados de la sala.
En una época en donde todo parece reciclado, donde revivir viejas sagas ya sea añadiendo secuelas innecesarias o inventando versiones live-action es la norma en el cine, parece ser que traer de vuelta The Naked Gun es una decisión acertada. Es verdad que no es totalmente novedosa, pero ver de nuevo este tipo de comedia que ya no es tan común en nuestros días trae consigo no tanto nostalgia, pero sí un toque refrescante pues se trata de algo diferente a lo que viene estrenándose últimamente.
The Naked Gun trae de vuelta el cine de comedia física y extravagante, dando la sensación de que era un género perdido que se extrañaba en pantalla grande y recordándonos también lo diverso que puede ser el séptimo arte. La recomendación palomera del verano.
P.D. Los créditos están llenos de chistes ocultos, ¿se dieron cuenta?