The Suicide Squad: Estúpidamente divertida

En nuestro espacio del martes pasado, nuestro amado líder (Naaaaah líder), El Fett, dio uno de los comentarios más puntuales acerca del cine de superhéroes. Haciendo una sintaxis de sus palabras “estas películas necesitaban de otros estilos para poder funcionar, y que por sí solo era superficial, banal”; en otras palabras es un “género” prácticamente bastardo.

Ejemplo de esto, podemos referir a todas las películas de superhéroes que han tenido éxito: Spiderman de Sam Raimi (drama coming age), El Caballero de la Noche (thriller), Logan (western), X-Men (ciencia ficción), Winter Soldier (thriller, espionaje), etc.

James Gunn quizás haya entendido esto y rememorando sus antiguas épocas donde fue guionista de películas de zombies y de comedias negras (Tromeo y Julieta, El Amanecer de los Muertos Vivientes), ha decidido combinar un concepto del mundo de los comics llamado “Suicide Squad” con lo más absurdo y gamberro del cine tipo serie B.

Estúpidamente divertida

De un principio hay que decir que “The Suicide Squad” es una película sumamente estúpida y absurda, con algunos huecos en el guion y en el desarrollo de sucesos tremendos. Sin embargo la cinta es consciente de su propia naturaleza y no propone más que ser un producto entretenido digno de un sábado de cerveza y pizza (incluso se toma el tiempo para burlarse de sí misma y de su fallida antecesora, en una secuencia inicial que da entender que la anterior “Suicide Squad” era tan mala que había prácticamente que quemarla).

A pesar de esa “consciencia”, la película no se duerme o afloja en el desarrollo de conceptos básicos en su manufactura. Si bien el serie B recae en la naturaleza de lo “bizarro”, una buena película de este formato necesita de cierto elementos para funcionar: el primero es el ritmo y la edición, el cual tiene que ser dinámico y ligero para poder tener ese aire de comodidad al espectador y que disfrute de la falta de lógica, y en donde “The Suicide Squad” triunfa definitivamente en este terreno haciendo que prácticamente las 2:13 horas que dura se pasen volando y que haya una articulación solvente entre cada fotograma y que al final exista la sensación de que no faltó o sobró algo. El segundo elemento es aprender a usar los disparates de una forma tan estrafalaria y ridícula para no ser tomados en serio y que en lugar de provocar un impacto, provoquen una carcajada en el público

Haciendo mayor hincapié en el mencionad segundo punto, las escenas de violencia pueden parecer muy gráficas, pero en el contexto en el que se desenvuelve la película por su naturaleza caótica no se sienten tan “fuera de lugar”. Esto también se da gracias a una paleta de colores que deambula en tonos oscuros y a veces completamente coloridos, generando que la estética parezca de un videojuego RPG. Por otra parte están los chistes, que muchas veces pueden ir de los vulgar al humor de pastelazos, convirtiendo situaciones dramáticas en un contexto cómico y hasta absurdo (ejemplo es la escena de la conversación de Bloodsport con su hija). Todo esto funciona de manera adecuada en “The Suicide Squad”, por lo cual la película se siente como que has entrado a una fiesta bastante alocada donde el único objetivo es pasarla “a toda madre”.

A esto hay que añadirle el estilo de James Gunn, que añaden un plus creativo y de excelentes coreografías, fotografía y planos; quizás no sea un Spielberg, pero para hacer blockbusters el tipo es bastante efectivo.

Los personajes, un plus.

Increíblemente la película no busca mayores pretensiones, pero en su sencillez (quizás accidentalmente) ha encontrado cierto plus que la lleva de ser una película estúpidamente absurda de serie b, a una buena película estúpidamente absurda de serie b.

Gunn podría haber dotado a sus personajes de una personalidad gamberra, presentarlos únicamente como un par de locos que circunstancialmente se ven involucrados en una misión en un país con una dictadura bananera del tercer mundo, pero en este viaje ha decidido en pinceladas dotarlos de un contexto, no tan profundo, pero si puntual para por lo menos empatizar con algunos(as) de ellos(as). El ejemplo lo tenemos en Bloodsport, Ratcatcher, Polka-Dot-Man y Peacemaker, cuyos matices pueden ir de lo dramático hasta en algunos casos lo cómico, no perdiendo el enfoque de hacerlos carismáticos y atrevidos; no es un trabajo de desarrollo tridimensional de personajes, pero al menos busca lo básico en una historia: que nos interesen.

Otro detalle adicional a los personajes es el acierto a nivel casting, pues cada actor se acomoda perfectamente de acuerdo a sus cualidades histriónicas: Stallone queda perfecto incluso en tono de voz con King Shark, la personalidad antipática-carismática de John Cena le viene bien para un tipo con Peacemaker, y del lado de los consolidados Margot Robbie con Harley Quinn al fin encuentra justicia después de dos películas fallidas, David Dastmalchian utiliza sus expresiones para un personaje cómico pero a la vez triste, Viola sigue en ese tono de villana “hija de la guayaba” que le valió ser lo más destacado en la antecesora e Idris Elba está excelente en su papel. Pero quizás la “MVP” de esta cinta es Daniel Melchior con Ratcatcher, pues es la que tiene el papel de mayor rango histriónico en la cinta, no solamente desde la parte “absurda” con las ratas, sino que por su historia de trasfondo es la encargada de tener las partes más trágicas y nostálgicas de la película y quizás las que mayor interés, empatía generan sobre el público. Adicional a los ya nombrados, mención especial para nuestro querido Joaquín Cosío que hace un excelente papel como Mateo Suarez y verdaderamente le crees que es un dictador de un país totalitario.

Una pequeña critica

Por cierto, aunque en un principio no intenté hacer una crítica profunda, sí que hay un mensaje contundente e indirecto hacia los peligros de los estados totalitarios, así como la forma en que los Estados Unidos hacen una intervención selectiva para sus propios intereses. Aunque el cine de superhéroes últimamente ha dejado de tener esos tintes patrióticos del siglo pasado (Ejemplo Captain America: The Winter Soldier), sigue siendo bastante peculiar y un poco contracultural que un país donde la milicia sigue siendo una institución bastante venerada se juegue con este tipo de conceptos.

Calificaciones

Guion: 2.0 (de 4) Si hay algunos huecos y demasiada sandez como en cualquier película serie B, pero el desarrollo de la empatía hacia los personajes y algunos detalles le dan un plus.

Dirección: 2.8 (de 3.5) Gunn demuestra ser un director decente para blockbuster

Actores: 1.7 (de 2.0) De los más destacable de la película, derivado de un excelente trabajo de casting

Extras: 0.5 Cualquier película que tenga a los Pixies merece respeto en su soundtrack. (Fight Club por ejemplo)

Calificación: 7 (de 10) BUENA

Sin ninguna pretensión filosófica o intento de parecer inteligente; “The Suicide Squad” no es una de las mejores películas del género bastardo de superhéroes, pero si una de las más divertidas. Quizá la sencillez de su manufactura la hace ser más disfrutable que el 99.9% de los blockbusters que intentan descubrir el hilo negro, pero acaban quedando como idiotas.

Y no hay que olvidar que “The Suicide Squad” es una hamburguesa de una cadena genérica, solo que a esta le han puesto queso gouda azul, carne sirloin aderezada con salsa de coca cola, trozos de manzana y doritos diablo y que Gunn te la sirve con una cerveza oscura con notas de chocolate “Mi Abuelita” y papas de camote aderezadas con lechera (no es albur, nuestros amigos de Autocinema Coyote hacen unas papas iguales). Así que no queda más que darle las gracias a este “freak”, acomodarse en el sillón, darle una mordida a nuestra hamburguesa, un sorbo a nuestra cerveza y disfrutar de esta combinación absurda.

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Acerca del autor

El Cine Actuario   @maxpower_ar?s=09   facebook.com/dvclocblog

Actuario/Economista, Amante del Cine, Devoto de Dios, Intuitivo, Curioso, Rockero de corazón, Fanático de los Libros y del deporte de las tacleadas, quesero, colchonero, diablo rojo. "Las estadísticas son la forma en que las matemáticas cuentan las historias" "El arte es una ciencia y el trabajo del critico al igual que el del investigador es exponer sus axiomas y teoremas al mundo" "Estar de acuerdo, en no estar en desacuerdo es saludable"


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