The Zone of Interest: El horror de la normalización de la violencia
Hemos visto infinidad de películas que hablan del Holocausto generalmente bajo una perspectiva melancólica, trágica y en algunos casos manipulable. Pero quizás nunca nos hemos topado con una visión tan frígida de este evento histórico como en The Zone of Interest, quien aborda el tema desde la perspectiva de la clase alemana privilegiada, elaborando un relato técnicamente interesante y muy profundo.
El horror de la guerra sin verlo
El trabajo del director Jonathan Glazer probablemente será uno de los mejores de este año. El británico utiliza todos sus recursos visuales y sonoros para crear una atmósfera de tensión sin necesidad de mostrar un solo herido ni una sola gota de sangre, y ni una escena de violencia, pues bastará únicamente con escuchar las escenas de disparos, gritos y de matanza para aseverarnos de que algo no está bien. El reforzamiento del horror bélico viene acompañado de una yuxtaposición con una puesta en escena limpia que es el reflejo de la vida acomodada de los protagonistas de la historia, pero también de la frialdad que ejecutan al punto de normalizar el sonido de la muerte y la tortura.
El director juzga a estos individuos con planos secuencia generales y picados creando siempre una perspectiva en tercera persona y dejando en claro que solo somos meros espectadores de un clan al cual hay que tenerle nula empatía. Incluso a través de la fotografía, “Zone of Interest” también desnuda la realidad de estos individuos, pues a pesar de tener una posición privilegiada los planos cerrados y la sensación de encierro dan a entender que viven en una jaula de oro y que sin esas barreras la crueldad de la guerra los alcanzaría sin piedad.
Libres ¿pero a qué costó?
Glazer no pierde su estilo y la cinta se siente una especie de videotape donde el juego de negativos y de sonidos, combinado con los planos generales da la sensación de que el director le dio por espiar a esta familia.
Por otro lado, su narrativa se ve ciertamente limitada por dicha frialdad. Si bien prácticamente la dirección es impecable y hay por lo menos una lógica interna en el diseño de personajes, el estilismo sutil y minimalista combinado con el hecho de tener protagonistas fríos genera un freno, un bucle donde se repite el cinismo de los patriarcas sin llegar a un punto concreto. Una vez más estamos ante una película de más estilo que sustancia, donde a pesar de que quizás se le dé una perspectiva diferente al tema y golpear al espectador, nunca da el golpe definitivo, quedándose en “una experiencia cinematográfica” basado más en lo sensitivo.
Calificación
Guion: 2.3 – Aunque es fiel a mantener de manera fría a sus personajes, tiene la limitante de que por estilismo no pueda ir más allá
Dirección: 3.4 – De lo mejor del año, prácticamente carga la película con un estilo visual y una creación de la tensión magnífica
Actores: 1.8 – Sandra Huller de las más destacables
Extras: 0.5 – Un sonido prácticamente de lujo que se vuelve parte de lenguaje cinematográfico
Calificación: 8.0 Buena
Si bien todos los logros de Zone of Interest van desde el lado técnico, el estilo parsimonioso de su director lo coloca como un buen ejercicio y una distintiva visión del Holocausto, pero está lejos de ser una película perfecta o una obra maestra. Por lo menos aquí nadie contó chistes o se puso a bailar Héroes.