Tomb Raider: Imposible olvidar que es un videojuego

Lara Croft es conocida como la Heroína Humana más exitosa de los videojuegos, un título que bien podría merecerle el tener alguna adaptación al cine a la altura. La franquicia que vio su nacimiento en 1996, tuvo su debut cinematográfico en 2001 encarnada en Angelina Jolie en un par de películas conocidas por su baja calidad y que han pasado a la historia como bodrios infalibles. Más de una década después, WB se aventura para darle una oportunidad a la británica en pantalla grande y ver de una vez por toda si puede satisfacer a los fanáticos de Tomb Raider.

En esta nueva adaptación, Lara no es una arqueóloga, sino simplemente una chica de 21 años que decidió no seguir la senda de su padre y, en lugar de dirigir su imperio empresarial, trabaja como repartidora para pagar su tiempo de boxeo. Su vida se verá embarcada en una aventura cuando decide investigar la desaparición de su progenitor, viajando así al último lugar en el que estuvo: una isla por el oriente que oculta un gran secreto bajo una tumba.

Una cinta que desde su inicio nos muestra el tipo y la calidad de acción a la que seremos sometidos a lo largo de su duración, un punto que comenzó favorable en un acto introductorio muy sencillo que nos da la pauta para comprender las motivaciones y el origen de las habilidades que nos demostrará esta audaz heroína.

La acción incrementa conforme avanza la historia, un tema que se nota bien montado y aporta un entretenimiento positivo para la película, algo que se siente hasta cierto punto creíble en el comienzo, pero mientras más vemos más exagerado se sienten las hazañas que realiza, pues se van volviendo cada vez más irreales entre más resulta herida para después realizar algo más complicado que lo anterior.

Entonces parece imposible quitarse el chip de la cabeza que te recuerda que Tomb Raider está basada en un videojuego, pues las proezas de Lara Croft se vuelven prácticamente imposibles, situaciones que probablemente tendría que repetir unas 20 veces en modo de juego para que quedaran así de perfectas (claro está que no soy la más gamer). Tratándose de un blockbuster de acción en el que la protagonista deber ser una total badass, el filme no te deja la menor duda de esto, dándole a la chica todo el estandarte de empoderamiento femenino que pretende “entre líneas”.

Alicia Vikander es sin duda una buena Croft, su caracterización luce muy natural y el entrenamiento detrás es muy palpable, incluso dentro de un universo donde los motivos de la chica y la relación padre-hija tienen ese toque fantasioso y extremista que la naturaleza de la historia requiere. Aquí no es “la elegida” particularmente, pero sí la chica que cuenta con las habilidades convenientes para poder llevar a cabo una aventura de este tipo (llamémosla suertuda).

Algunas escenas están basadas totalmente en el videojuego de 2013.

Aún sin ser una adaptación perfecta, Tomb Raider: las aventuras de Lara Croft es un blockbuster que resulta muy divertido, con excesos y pocas complicaciones, pero lo suficientemente efectivo en su entretenimiento como para complacer a los más gamers, claro está, sin dejar nunca de lado que casi estamos viendo un videojuego.

Por cierto: Liam Neeson, ya no eres el más badass del cine.

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Acerca del autor

Kim Tobias   @kimm_tobias  

Enamorada del cine clásico y los guiones astutos. También odio los finales felices... ["La estimulación visual es la razón del cine. De otra manera podríamos simplemente apagar las luces y llamarlo radio" R.A.]


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