Una sombra en mi ojo: Receta gringa perfeccionada por daneses.

Imagínense que un día de la nada, los mexicanos dejemos de ser potencia en preparar tacos y de repente en un país europeo copiaran la receta y comenzarán a cocinar de manera casi idéntica y más eficiente este platillo.

Este ejemplo de suicidio cultural es algo parecido a lo que ha pasado con los gringos (y británicos) en el cine dramático – bélico; uno pensaría que quizás es un agotamiento del género, pero nada más lejos de la realidad. Los daneses han demostrado que utilizando los mismos tropos clásicos, y con elementos firmes se pueden hacer películas por lo menos decentes, entregando lo que quizás sea una de las mejores películas de guerra de los últimos tres años.

Los niños no fallan

La trama central de la historia se encuentra alrededor de los acontecimientos previos a un bombardeo de la Fuerza Aérea Británica a una sede de la Gestapo en Copenhague, en la cual por accidente se atacó a una escuela donde murieron 120 personas (incluyendo infantes). Alrededor de este trágico evento se toman como ejes las historias de tres niños que asistían a este instituto, un soldado de la Gestapo en búsqueda de redención, y una monja con muchas dudas en su fe que daba clases en dicha escuela.

De entrada, la base principal de la película (la historia de los 3 niños y su perspectiva acerca de los acontecimientos alrededor de la guerra) es algo que ya hemos visto en las cintas bélicas especialmente de la Segunda Guerra Mundial (podemos mencionar desde La vida es bella y Jojo Rabbit) ¿Esto le resta algún valor a la película? Para nada, pues a pesar de ser un elemento poco innovador, su ejecución es lo que le da su distinción por encima de otras propuestas. La cinta se preocupa por desarrollar a sus personajes y sus relaciones para que el público pueda simpatizar; no solamente se va por la retórica fácil de intentar manipular emocionalmente al público (porque estoy “mostrándote únicamente el sufrimiento”), sino que presenta sus personalidades, e incluso nos adentra en su cotidianidad (sin caer en lo excesivo), nos describe sus relaciones interpersonales para que poco a poco empaticemos y cuando ocurra el tramo de la tragedia el dolor no venga porque únicamente estamos viendo a “seres humanos en una situación crítica”, sino que el rostro de quienes padecen está adversidad tenga una forma, nombre, características y no sea una hoja en blanco.

Incluso la cinta en su ejercicio por reforzar su comprensión hacía sus protagonistas infantes, construye una perspectiva de adentro hacia fuera, mostrándonos su visión (inocente) del mundo y de la guerra. Esto queda ejemplificado con dos escenas: Una neorrealista acerca de una panadería y un pan danés que tiene que ser santificado; otra sumamente cruda que describe los horrores de la violencia bélica normalizada desde el punto de vista de los adultos, pero cuando es exhibida desde la óptica de un chaval uno se impacta porque ni siquiera tendría que ser visto como algo cotidiano.

En ese punto, la película construye su historia desde la psique de sus intérpretes y la empatía, y no se basa exclusivamente desde el dolor o la tragedia, lo cual hace que entre la delgada línea de la humanidad y el morbo, la película esté ubicada en el primero.

Con esta trama queda claro el punto objetivo de la cinta, en donde al final quienes sufren más las consecuencias sociales de estos acontecimientos son los grupos sociales más vulnerables, en este caso los niños, quienes de entrada si se les quiere garantizar un desarrollo óptimo y digno no deberían ni siquiera encontrarse en estos entornos tan caóticos (un mensaje puntual, considerando que en la actualidad en muchas partes del globo terráqueo se están desatando varios conflictos dónde los que más están sufriendo, la padecen y que lidiarán en su vida adulta en todos los aspectos con las cicatrices de esos eventos).

El vicio de las antologías

A pesar de esto la cinta tiene algunos detalles.

La historia se centra completamente en los niños, lo que genera principalmente que la trama de la monja y del soldado palidezca un poco. Y es que no solamente es que los pequeños les roben cámara, pues incluso los escritores del guion perdieron foco en sus tramas.

Quizás la que es rescatable es la historia de la Hermana Teresa, pues que esté en duda su fe le añade algo interesante a su arco, aunque es justificada con un tropo común del que se profundiza poco: el típico “Si Dios existe porque hay tanto sufrimiento”.  A pesar de esto, el personaje es un elemento de la historia que tiene una conexión con los niños, por lo que su inclusión es importante

Sin embargo, el arco que no termina por encajar es la del soldado Frederick, a quien le hace falta demasiado contexto. La relación amorosa con Teresa se siente forzada y su participación en la cinta se siente poco importante hasta la parte final

Una vez más, estamos ante el caso típico de las antologías, dónde en estás múltiples ramas narrativas una brilla más que otra y terminan por crear un resultado de manera global desbalanceado.

Técnica y actuación en buen nivel

La técnica es excelente. La película brilla por una fotografía cuidada y excelsa, especialmente en los momentos críticos de la trama, añadiendo una edición excelente que genera un ritmo pausado en el inicio, para aventar toda la tensión en sus actos finales.

Esta parte técnica cobra mayor importancia en los últimos 30 minutos, pues en las escenas finales (principalmente la del bombardeo) es donde acompañada de una narrativa solida los planos con iluminación oscura y los silencios resaltan aún más la tragedia que se describe.

Las actuaciones son decentes, siendo quizás los actores infantiles los que se roban la cinta otorgando un perfil actoral a pesar de que tienen como ventaja su carisma y ángel. Fanny Leander, quien interpreta a Teresa, se destaca también.

Calificación

Guion 2.5 – El objetivo central lo desarrolla bien, aunque palidece en elaborar de manera correcta todas las historias

Dirección 3.0 – La parte técnica funciona y eleva a la narrativa

Actuaciones 1.7 – Destacan las actuaciones de los infantes

Extras 0.5 – Se nota un diseño de producción competente

Total 7.7 – Buena

Y mientras en Hollywood la máquina de remakes, secuelas y superhéroes sigue generando billetes anclados al fanservice  y clickbait, en Dinamarca emulando la forma americana de contar historias de los años 80 y 90 otorgan un resultado decente, que nos deja varias lecciones:

Que al final quienes pagan las consecuencias de la guerra son los grupos más vulnerables y no los que se van ir, sino la generación que se va a quedar.

Que cuando una habla con mucho humanismo (como los Europeos) y saben contar historias de manera más sencilla (como los americanos), y bien hecha, puedes llegar a un público mucho más extenso, incluso si está trama no contiene un elemento de moda en Hollywood (superhéroes, videojuegos o remakes) demostrando que si se puede hacer cine mainstream o comercial sin necesidad de recurrir a los lugares comunes

Por más historias simples, compasivas, pero bien hechas que nos acerquen más a los que amamos.

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Acerca del autor

El Cine Actuario   @maxpower_ar?s=09   facebook.com/dvclocblog

Actuario/Economista, Amante del Cine, Devoto de Dios, Intuitivo, Curioso, Rockero de corazón, Fanático de los Libros y del deporte de las tacleadas, quesero, colchonero, diablo rojo. "Las estadísticas son la forma en que las matemáticas cuentan las historias" "El arte es una ciencia y el trabajo del critico al igual que el del investigador es exponer sus axiomas y teoremas al mundo" "Estar de acuerdo, en no estar en desacuerdo es saludable"


2 Comments

  • Caramba!… esto si es una resena, me pongo a leer lo que puso uno de tus colegas de la fallida secuela de Harry Potter y tu agarras una pelicula que podria pasar por alto y nos das razon para verla… y tu colega solo ahuyenta tu sitio, es cierto, tampoco le darias muchas lineas a Dumbledore, pero queda muy corto en sus razones (Fett duplicaria las lineas, pero es otro rollo), tu por el contrario ya me dejaste con ganas de ver esta pelicula… eso es lo que debemos hacer muchos escritores de cine… dar tus opiniones y dejar el campo abierto para que el cinefilo sienta curiosidad de ver por si mismo si vale la pena o no echar una mirada

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