Venecia 2022: Noah Baumbach hace ruido, pero Todd Field hace algo estruendoso
El Festival de Venecia, que comenzó el día 30 de septiembre entre conferencias, copas, fiestas y prácticamente nada de cine, por fin se dignó en este último par de días en presentar a tres de las más esperadas competidoras.
La competencia por el León de Oro abrió el día de ayer con “White Noise” del “Quiero ser Woody Allen pero no me sale“, Noah Baumbach. Adaptación de la novela de Don DeLillo y ya con disitribución asegurada en Netflix este 30 de diciembre, Baumbach nos narra la historia de una población afectada por una nube tóxica, resultado de un accidente industrial que crea un caos mortal y medioambiental. El protagonista del cuento, un profesor universitario y su familia, tendrán que enfrentarse a las complicaciones sociales de este fenómeno si quieren sobrevivir.
Para algunos Baumbach ha logrado su mejor película. Si bien denota una clara maduración directiva alejándose de esa pretención narrativa por querer parecerse a Woody , el principal valor del film es la correcta alegoría al consumismo y a la paranoia social, siendo un manifiesto muy acorde a esta época pandémica y de incertidumbre global. Por otro lado, los vicios de su cine permanecen, dando varias vueltas en un mismo punto y aletargando el desarrollo de su trama y personajes, resultando ser una cinta interesante, pero muy cargada de conceptos, unos útiles, otros no tanto y otros cuantos totalmente innecesarios.
El día de hoy se dio el regreso a la dirección de Todd Field, que con su tercer largometraje, marca su poco constante pero perfecto rendimiento (In the Bedroom y Little Children fueron sus soberbios y anteriores trabajos) en su corta y excelente carrera.
TAR, un drama de corte maternal y de superación emocional, escapa de todo convencionalismo moralino para encausar un metraje honesto y pasional sobre un personaje rico y psicologicamente complejo. Field demuestra su gran ejecución sin juzgar sus acciones, sino solo representándolas de manera cruda mientras la música clásica sirve como un elemento para crear el entorno, situaciones y evolución de su personaje.
Por su parte Cate Blanchett luce extraordinaria, regalando un “tour de force” poco más que impresionante, pero sobre todo creíble ¿Copa Volpi asegurada? No lo sabemos, pero lo que si es que la crítica y la audiencia se han desvivido por esta cinta, llamándola una de las grandes películas americanas de los últimos años. Con Todd Field, esto si es posible .
¿Y la tercera en presentarse? Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, de nuestro querido “Bergman mexicano” Alejandro González Iñárritu, director que se ha puesto la soga al cuello fanfarroneándo y poniéndose al mismo nivel del maestro del cine sueco ¿Será Bardo la nueva Persona? ¿Toda esa parafernalia auto creada dará los resultados esperados?
No lo sabemos aún, así que el suspenso se extenderá hasta el día de mañana