Venecia 2023: David Fincher se pasea, William Friedkin se despide
Fuera de competencia, la jornada de ayer se vio engalanada con la despedida de uno de los directores mas infravalorados de todos los tiempos; presentándose con The Caine Mutiny Court-Martial, de manera póstuma William Friedkin entrega un relato sencillo, pero versátil sobre la crueldad humana con su ya conocido estilismo en el thriller. Una película que nos demuestra que William tenía aún mucho más que dar, la historia se centra en el juicio a un capitán de marina que da señales de inestabilidad mental, argumento que ya había explorado el clásico “The Caine Mutiny” de 1954, pero que aquí se centra más en los hechos del corte marcial. Un poco exagerada por momentos, el director fue capaz de “amotinar” buenas actuaciones y llevarlas a un buen dilema moral. No será ni de lejos una de sus mejores películas, pero si una adhesión interesante a su obra.
Ahora dentro de la competencia oficial, la sorpresa se dio con la proyección de La Bête de Bertrand Bonello, una historia de ciencia ficción que describe un futuro distopico dónde la IA reina y las emociones han sido suprimidas. Una joven llamada Gabrielle decidirá purificarse de sus emociones, lo cual la llevará a un viaje por presente, pasado y futuro. Sobra decir que es una película ambiciosa y muy bien lograda, sin embargo, debido al hecho de ser más cercana a un tema romántico que a una ciencia ficción, genera que la trama no se comprometa del todo con su primicia especulativa; fuera de ese detalle, es una cinta que maneja bien su onirismo y que probablemente se convierta en una película de culto.
También se presentó la alemana “La teoría del todo” de Timm Kröger. sin duda una de las películas más interesantes que veremos este año, y que pese a no ser una cinta muy buen desarrollada en cuanto a personajes o ideas, dejará de que hablar debido a su originalidad y combinación de tonos, desde el drama hasta la ficción especulativa, con toques de noir y thriller La historia de unos físicos que se ven enmarañados en una serie de eventos extraños durante un congreso en las montañas, sirve al director para construir un relato que explora los multiversos y las bases de la metafísica, pero sin dejar de lado el plano terrenal o mortal cuando su idea parta de una historia de amor imposible y a primera vista. Excelente propuesta ¡URGE que le encuentren distribución!
Y para cerrar, David Fincher ha vuelto con uno de sus subgéneros favoritos de todos, el thriller de asesinos seriales. The Killer es una típica historia de un asesino enfrentándose a sus jefes que se debate constantemente entre la auto reflexión y la auto parodia, como si buscará fusionar Fight Club con The Game, y aunque se acerca peligrosamente a cruzar la línea del absurdo, logra una obra menor que al ser episódica se disfruta más cuando uno se olvida que es de Fincher, y hace de cuenta como que es una muy loable cinta de espionaje y acción con toques de “Fincher”. En conclusión, el director viene a divertirse y no se toma en esta ocasión tan en serio, no será de lo peor de su filmografía, pero también estará lejos de la cúspide de sus obras maestras.
Mañana Sofía Coppola con Priscila y Woody Allen harán acto de presencia.