Venecia 2024: Después de las payasadas, viene la calma
Cinco son las películas que entre la jornada de ayer y la de hoy se encargaron de concluir la presentación de la selección oficial por el León de Oro, el cual se verá entregado por 81a ocasión el día de mañana a medio día (hora occidente).
Sin duda dentro de estas resaltó la cinta de Georgia, April, un crudo asomo de la dualidad de la sociedad que juzgará a una ginecóloga de practicar abortos ilegales cuando a esta sea la presunta responsable de la muerte de un recién nacido. La cinta ha sido unánimemente elogiada por la crítica como una de las mejores propuestas del Festival, un neorrealismo tan fino como cruento en donde la joven directora georgiana no solo logra un retrato íntimo sobre la profesión médica, sino que enfrenta a la sociedad y a la supuesta moral en un discurso desgarrador sobre el deber y la libertad femenina. Ojo aquí, que los premios del jurado podrían ser una realidad para April de Dea Kulumbegashvili
El día de hoy se presentó el único documental en competencia por el León de Oro, Youth (Homecoming), la tercera parte de la saga de Wang Bing que retrata las condiciones laborales y familiares de la clase rural de China. Bing de nuevo logra un retrato muy humano que se distingue por no abordar la narrativa a manera de entrevistas, sino de momentos y dialectos entre sus partícipes captados de manera espontánea, y que bajo un montaje muy dinámico, permite combinar el gozo de la vida fuera del trabajo, sin perder a este elemento como el foco rector y trasgresor de la sociedad. Otra buena ponderada, no olvidemos que Venecia se distingue a través de su historia por premiar documentales.
También el día de ayer se dio otra sorpresa, el thriller Stranger Eyes de Yeo Siew Hua, una tan genial como incomoda cinta que usa la desaparición del bebé de una familia para hacer un estudio sobre la necesidad de reconocimiento de la sociedad y los individuos dentro de la incierta etapa social que vive el mundo tras ser atacado por un aislamiento global. Aunque el director nunca menciona este último punto, es obvio como se va entretejiendo la analogía hasta llegar a un clímax tenso y apremiante; su debilidad sin duda es abusar de varios elementos distractores (incluso la desaparición viene a convertirse en un mcguffin), pero la astuta narrativa cae en esa tendencia cada vez más vista en donde los realizadores deciden que, a pesar de su intermitencia en los dos primeros actos, tendrán una conclusión que busque general la intriga y el impacto necesarios para que se siga hablando de ella. Puede que le funcione al menos en el ramo de la distribución internacional.
El arroz negro de esta sopa recayó en los locales, en lo que vino a ser una de las grandes decepciones y sin duda una de las más débiles cintas en competencia. Nos referimos a Sicilian Letters de Fabio Grassadonia y Antonio Piazza, una comedia negra que no funciona por demasiadas razones, los cambios de tono y registro entre su drama mal enfundando y su humor burdo, pero principalmente por su salto de situaciones sin ninguna lógica narrativa o nexo entre escenas. Más un sketch de televisión que una película, ni la presencia de Toni Servillo sirve para hacer interesante esta tragicomedia sobre la mafia italiana y su cambio generacional
Para terminar la competencia oficial, Dag Johan Haugerud presentó la cinta noruega “Love“, una cinta que si ha sabido combinar los ingredientes románticos, cómicos y dramáticos para hacer un estudio reflexivo sobre si las relaciones de pareja son el destino más adecuado de la condición humana, poniendo a una doctora y a un enfermero como los principales símbolos de “las otras” decisiones, muchas veces tabúes, sobre la libertad sexual. Muy elogiable propuesta que quizá vaya a ser premiada por un distribuidor debido a su tono coqueto y atrevido
MAÑANA los pronósticos y premiaciones. Gracias por seguir el Festival de Venecia por Cinescopia