Yo, Daniel Blake: ingleses al borde de un ataque de nervios
Muchas veces el cine refleja la realidad cotidiana pero pocas veces toca este tipo de temas, como es la burocracia. Un tema terrorífico que todos creemos que en el país en que vivimos es la peor del mundo, pero lo más triste es que como dicen por ahí: “en todos lados se cuecen habas”.
Daniel Blake es un viudo carpintero que a sus casi 60 años sufre un problema cardiaco que lo deja incapacitado para trabajar, por lo cual tiene que recurrir al seguro de desempleo que ofrece su natal Inglaterra. Es su derecho y empieza hacer los trámites para solicitarlo; primero se topa con una mujer con voz robótica que le hace una serie de preguntas absurdas que lo único que consigue es desesperar al Sr. Blake. En una de las tantas visitas que tiene que hacer a las oficinas de gobierno, conoce a una joven madre soltera de dos niños, ve como la tratan y les hace un escándalo que provoca que los echen a los cuatro del edificio. Esto los une y los hace grandes amigos, se apoyan entre ellos y se ayudan, pero también vemos como van cayendo poco a poco al abismo de la desesperación y pobreza victimas de la burocracia.
Es un tema conocido por todos, pero verlo en la pantalla gigante y saber que no importa que sea el primer mundo, nos hace ver que todos sufrimos o sufriremos en algún momento frente a ese demonio maldito que han creado los sistemas de gobierno. Un demonio que se alimenta de visitas innecesarias, de miles de copias, de horas perdidas esperando el turno, de secretarias con cara de poco sueldo que desahogan sus frustraciones en una torta de pierna y una coca mientras te dicen que pases a la siguiente ventanilla, de lágrimas, de hambre y a veces hasta de muertes. Pero también está el otro lado de la moneda, donde hay gente que se preocupa por los demás, que ofrece ayuda, que a pesar de todo conserva su dignidad y sabe agradecer.
I, Daniel Blake, ganadora de la Palma de Oro en el pasado Festival de Cannes, es una película fuerte, con contrastes muy marcados que no caen en lo cursi por lo real que llega a ser.
El director Ken Loach retrata perfectamente la vida y los personajes en esta trama. Las actuaciones son excelentes el personaje de Daniel Blake es interpretado maravillosamente por Dave Johns, actor de televisión inglesa que hace su debut protagónico en cine, mientras Hayley Squires interpreta a la madre soltera, ambos ganadores en los British Independent Film Awards 2016 como mejor actor y mejor promesa de actuación respectivamente.
Una gran película que hay que ver; tal vez uno se enoje, otro llore, otro empiece a mentar madres en plena función u otro (como yo) piense que porque si era carpintero mejor no se ponía hacer muebles en su casa, los vendía en un tianguis, no pagaba impuestos y así continuaba insistiendo en el seguro de desempleo. Pero bueno, los mexicanos enfrentamos la burocracia y la corrupción de otras maneras.