Las Verdaderas 25 mejores películas del siglo XXI según Bedub (Parte 1 de 4)

Y digo verdaderas porque el New York Times y la BBC sacaron sus propios listados y la verdad, la verdad… son terribles, para ellos no existe el cine que no sea gringo y además le dan valor a películas mediocres de realizadores mediáticos, pero cinescopia no está para ser lamebotas de nadie por lo tanto me tomé a la tarea de hacer memoria y hacer este top que no dejará insatisfecho a nadie: Pasaremos por el espiritual cinema del lejano oriente, el crítico y virtuoso cine de medio oriente, la magia europea, el sorpresivo cine latinoamericano y la propuesta original e interesante del cine indie norteamericano, además de unos bonus compuestos por lo más destacado del documental. No ha transcurrido ni una quinta parte del siglo y ya tenemos varias  propuestas sobresalientes, el único arte con esa característica es el cine.

 

Bonus. The Act of Killing (Joshua Oppenheimer, Estados Unidos, 2012)

 

 

La importancia del documental por supuesto radica en su capacidad de mostrar una realidad ajena a nuestro diario vivir o incluso a nuestro conocimiento histórico (El león no es como lo pintan). El director Joshua Oppenheimer nos traslada a un país prácticamente desconocido como Indonesia, no por su existencia sino porque básicamente no hay noticias (excepto cuando hay una tragedia de grandes proporciones como el tsunami en 2004). Los occidentales poco sabemos de su cultura, raza, idiosincrasia en general y tampoco sabíamos de los terribles acontecimientos ocurridos en la década del 60. Allí se perpetró por parte del gobierno y de grupos alzados en armas una de los genocidios más impresionantes de la historia, cifra que puede llegar al millón de muertos.  Lo increíble del documental es que es narrado por los propios asesinos quienes intentan justificar lo sucedido y su escalofriante indolencia al contar los hechos (algunos orgullosos de ello), y la idea es hacer una obra de teatro en la que se recordarán esos oscuros tiempos. Brutal y macabra historia donde se refleja la capacidad del ser humano para ser más y más salvaje.

 

25. The Grand Hotel Budapest (Wes Anderson, Estados Unidos, 2013)

 

 

Uno de los pocos directores que ya tiene una buena trayectoria y que con los años ha ido en una curva ascendente, y de hecho, The Grand Hotel Budapest termina siendo su mejor película a la fecha. Con una entrañable historia, un muy peculiar y carismático personaje principal y al igual que sus perfectos encuadres, todo encaja de manera simétrica: Nada sobra nada falta. Quizás lo único que se le podría achacar para que no esté más arriba en el top es su tono infantil que muchas veces perjudica a la trama, a pesar de contar con misterio, asesinatos, robos y demás acciones viles de la naturaleza humana no termina de cuajar con sus tonos pastel y su sentido del humor absurdo, que se hace difícil para el espectador y más aún si no ha visto el cine de Anderson.

 

24. Dayereh (Jafar Panahi, Irán, 2000)

 

La condición de la mujer desde tiempos antiguos siempre fue reducida a un papel meramente espectador y en algunas culturas degradada a límites insospechados, a sabiendas de esto el director Panahi pretende mostrar todas estas terribles conductas dentro de la sociedad iraní. Donde la primera escena nos muestra lo que va a ocurrir durante el metraje: Una mujer a punto de dar a luz, el dolor proveniente del parto pasa a un segundo plano cuando finalmente se escucha al neonato llorar y a pesar de la supuesta alegría que esto debería representar, la madre sólo tiene cabeza para una pregunta: ¿Es niña o niño? El doctor responde: Es niña. La tristeza en la cara de la madre no se puede describir con palabras pues sabe lo que le espera dentro de una sociedad ignorante y discriminante. Este es el cine iraní: Sencillo en su tratamiento pero complejo con respecto a los temas que trata.

 

23. Before Sunset (Richard Linklater, Estados Unidos, 2004)

 

 

Una de las mejores trilogías de la historia tendría su pico más alto en su segunda parte. La primera parte dejaba abierta la posibilidad del encuentro planeado en Viena entre Jesse y Céline después de esa inigualable noche. Al principio sabemos que esto nunca ocurrió y que sería la vida y las circunstancias lo que los pondría de nuevo en el camino del otro, una tarde en París: Recuerdos, palabras, momentos, magia, romance. Un guión hermoso, lleno de vida y mejor que su antecesora pues los personajes están completamente delineados, saben lo que quieren. Y su director que a través de una cámara en constante movimiento deja a la pareja danzar ese vals para convertirse en un deleite para el espectador. Todos fuimos Jesse y todos tuvimos nuestra Céline, que no les quepa la menor duda.

 

22. Dancer in the Dark (Lars Von Trier, Dinamarca, 2000)

 

 

Resulta extraño que exactamente el cambio de siglo trajo muy buen cine donde se exploró el pasado para convertirlo en algo completamente nuevo, original. Esto sucedió con los musicales con la propuesta del maestro danés quien se sirvió de la forma de esta clase de cine pero le cambio  el fondo. Selma está perdiendo la visión y su hijo también, es una enfermedad progresiva por lo que en algún punto llegará a cegarlos por completo, existe una cirugía que los puede recuperar completamente, sin embargo es extremadamente costosa y el trabajo que ella realiza sólo le permitiría costear la de su hijo, ella está bien con ello pues su forma de salirse de su implacable realidad es imaginarse viviendo en un musical, pero la sociedad le hará saber que eso no es suficiente y que siempre devorará al más débil. Dentro del supuesto compendio dogma el polémico director usando cámara en mano creó una de esas propuestas únicas e irrepetibles: fabulosa música y vibrantes coreografías.

 

21. Caché (Michael Haneke, Alemania, 2001)

 

Tan simple y tan macabro como que un video llegue a tus manos todos los días, mostrando el frente de tu casa ¿Quién lo graba? ¿Por qué? ¿Para qué? Todas esas dudas sin tener a un culpable a quien responsabilizar, esto crea una angustia generalizada en el hogar de un crítico literario que parecía que tenía la vida perfecta y se da cuenta que la respuesta no está en su presente y que el pasado aún tiene cuentas pendientes. El maestro Haneke nos lleva a un sórdido viaje donde no hay perdón ni olvido para el protagonista, el director no tiene afán y nos muestra poco a poco como este mundo casi surreal se va desmoronando poco a poco, los cabales se van perdiendo incluso por pequeñeces que en otro momento hubiesen sido olvidables. Un thriller sustancioso que saca partido hasta de las situaciones más mundanas.

 

20. Loong Boonmee Raleuk Chat (Apichatpong Weerasethakul, Tailandia, 2010)

 

 

Para occidente es difícil tratar el tema de la muerte que no sea de otra manera que la obvia tristeza y melancolía cuando se pierde a alguien, para otras culturas es mucho más fácil de lidiar pues lo consideran un paso más de la vida, necesario y hasta hermoso. Así pasa con la historia del director tailandés: el tio Boonmee tiene una enfermedad renal que no tiene cura y básicamente se encuentra desahuciado, sin embargo ese tiempo más de vida le permite retirarse al sitio donde nació y creció, allí se encontrará con familiares que han muerto hace mucho tiempo, haciendo el paso a la muerte mucho más sereno y esencial para su espíritu. En su trayecto hacia la nueva forma de vida se encontrará con sus vidas pasadas y su alma que empezó como una nada, y  ahora está llena de recuerdos y momentos dichosos.

 

19. We Need To Talk About Kevin (Lynn Ramsay, Escocia, 2011)

 

 

Tantas y tantas historias sobre psicópatas hacían parecer el tema saturado, hemos visto su ser perverso creado por la sociedad, el ambiente, el abuso, enfermedades psiquiátricas y otros rasgos, pero qué sucede cuando la persona nace así, es decir, su sociopatía está totalmente en su naturaleza ¿A quién culpar? Desde prácticamente su nacimiento el protagonista tiene un odio exagerado con la sociedad pero especialmente con su madre, su nivel de maldad va en aumento en la medida que crece hasta llegar a la brutalidad más sádica desatada en su colegio. Con imágenes impactantes la directora nos lleva al mundo este despreciable ser, desde la fulgurante escena de los tomates y su claro simbolismo hasta la captura del asesino pasando por el infierno que convirtió la vida de su madre.

 

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2 Comments

  • Una muy buena selección de películas a excepción de Él tío Boonmee recuerda sus vidas pasadas, la cinta Tailandesa es un auténtico truco y sigo pensando que darle la palma de oro fue un muy mal chiste.

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    • Muchas gracias por su apreciación, sin embargo me sorprende esa declaración porque yo considero que uncle Boonmee tiene esa magia, esa aura que toda ganadora del Festival de Cannes está obligada a tener.

      Saludos y por favor siga acompañándonos.

      Reply

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