15 Películas para una Semana Santa de Cine

Siempre hay épocas en las que existe la posibilidad de ir a nuestra videoteca y checar algunos títulos dignos de recordar para un específico momento. En estos momentos nos  atañe la “Semana Santa”,  e independientemente de ser budista, católico, jedi, cristiano, protestante, judío, testigo de “no se qué” (creo que hay muchos), ateo o inclusive un ferviente devoto de Chuck Norris y/o del Monstruoso Spaguetti Volador, cualquiera de ustedes no puede dejar pasar la oportunidad de conocer o revisitar estos grandes títulos a lo largo de su vida.

 

Life of Pi (Ang Lee, 2012)

POR EL FETT

Entrañable. Ang Lee triunfa haciendo una pieza única que se vale de un relato fantástico simplemente bello, una confrontación y unión espiritual que deja libre albedrío al espectador para la introspectiva, el cuestionamiento de la aceptación ¿Estamos ante un relato forjado por la espiritualidad para la creencia de un ser superior? ¿O solamente ante una metáfora de la dura y cruel realidad? El cinéfilo es libre de escoger su verdad ante lo visto, narrado, imaginado, soñado, escondido o reprimido, haciendo suya la historia y comulgándola con sus mismas creencias e ideologías. Por supuesto Richard Parker es el vehículo y el secreto de aquella confrontación con la realidad

 

Jesus Christ Superstar (Norman Jewison, 1973)

POR EL FETT

La adaptación fílmica del famoso musical de Broadway no pudo caer en mejores manos que en las de Jewison, y es que ya con la experiencia tanto en el género como en el tema judío (ya veremos por qué), el director imprime dentro de la ya sabida historia de Jesús una atmósfera rockera – hippie imprescindible, espectacular y muy vanguardista para la época, que no solo se encarga de humanizar a su triada protagonista (Judas, Jesús y María Magdalena), sino que también se adhiere de manera perfecta al discurso antiracial siendo Norman claramente uno de los más notables líderes de opinión y artistas hippies, profesando con este elocuente musical ese mensaje de equidad para dejar en claro que Jesús fue un precursor de aquel “amor y paz”.

 

La Palabra (Carl Theodore Dreyer, Ordet, 1955) 

POR EL FETT

Nunca ha habido un film tan teológico y a la vez tan crudo y crítico sobre la fe y la toxicidad del dogma religioso como el de Dreyer. Su tensión, resultado del pique de ideologías y del elemento surreal en la presencia del “Jesucristo”, es tan placentero como estremecedor. Lo imponente de este film no solo radica en una teatralidad lírica e hipnótica, resultado de la naturalidad de sus actuaciones y de ese cast “de voces” tenues que por sí solas agregan personalidad a sus “encantadores” personajes, sino principalmente en el poder de esa “palabra”, y del poder de esa verdadera fe por sobre las corrientes y los dogmas preestablecidos por instituciones y por el cinismo de la sociedad. La figura femenina se alza, tierna y cautivadora, para un gran e imponente final.

 

Man of Steel (Zack Snyder, 2013)

POR EL FETT

Snyder logra imprimir un ritmo sustancial a un libreto propositivamente polémico (y de connotaciones bíblicas). Infravalorada por acusaciones “religiosas” en el obvio simbolismo que posiciona al hijo de Krypton como la versión más fantasiosa, actual e ideal de Jesús, el testamento ya estaba escrito desde la fuente original y el estatuto de Donner ¿Por qué entonces no tener conciencia de dicho elemento? Si bien Snyder explota dicha metáfora espiritual, es mérito de su desarrollo fundamentar y estructurar al héroe para su consecuente humanización, concepto por el cual el hombre de acero se convierte en la insignia de la liga y del universo DC

 

Mother! (Darren Aronofsky, 2017)

Para su servidor, la mejor película en su año. La controversial propuesta surrealista es una metáfora de registro espiritual y social, donde su lógica emana de la comprensión de dichos temas gracias a una simbología que progresivamente va creciendo y obviándose, dejando que el espectador resuelva sus dudas dependiendo de su nivel de raciocinio, apertura o negación. La ignorancia no es una opción, pues a pesar de su abstracción, en la fábula especulativa hay momentos reflexivos que otorgan la oportunidad de aceptar o rechazar el contenido, pues si bien el gusto no es debatible, la calidad es ineludible en todos los sentidos. En otras palabras, esta es la Biblia según Aronofsky, y es un logro fílmico mayúsculo.

 

Jesús of Nazareth (Franco Zefirelli, 1977)

POR DR. DARK

Sin duda la versión cinematográfica o televisiva más conocida del Nazareno. Powell estableció la imagen más persistente de Jesucristo, al grado de que ilustraciones del actor caracterizado son usadas de forma oficial en celebraciones litúrgicas y textos doctrinales. La actuación de Powell es la más apegada a la visión tradicional de Jesús, a quien encarnó como un mesías estoico, de semblante apesadumbrado, pero a la vez compasivo. La misma solemnidad se mantuvo durante toda la adaptación y las grandes actuaciones (un reparto OMNIPOTENTE con Olivier, Hussey, Bancroft, Mason, Rey, Ustinov, Steiger, Quinn, Cardinale, McShane, Plummer, Richardson, entre otros).

 

The Ten Commandments (Cecil B. DeMille, 1956)

POR EL FETT

Por encima de todos los relatos sobre Jesús de Nazaret en el cine y la televisión y los otros basados del libro del cristianismo y catolicismo, sin duda la cinta protagonizada por Heston se erige como la epopeya bíblica más espectacular de la historia (Nota: Ben-Hur no está basada en la Biblia, sino que solo toma algunos aspectos de la misma), en mucha parte gracias a la producción, supervisión y dirección directa de DeMille. Independientemente de su naturaleza religiosa, sus casi 4 horas de duración son un compendio de aventura, fantasía y épica impresionante, también aderezado con las buenas actuaciones de su reparto, de entre las que resaltaban Edward G. Robinson, Yul Brynner y por supuesto Anne Baxter

 

The Mission (Roland Joffe, 1986)

POR EL FETT

Film de fuerte enfoque histórico y espiritual situado en los mediados de los años 1700 bajo el telón del Tratado de Madrid y la disputa entre Portugal y España por las colonias americanas con la también presión política de la figura papal. Dos vertientes, una guerrera y mundana estelarizada por un cazador de indios arrepentido de sus pecados (De Niro), y otra pacífica y pastoral proveniente del Padre Gabriel (Irons) y su marcha musical y silenciosa en contra incluso de las ideologías traídas por el nuncio papal. Bellamente endulzada con la música de Ennio (es difícil separar la legendaria partitura del Oboe del recuerdo del film) y de poderosas actuaciones, esta fue una de las más románticas y mediáticas decisiones del Festival de Cannes, y una de las películas más bellas de la historia.

 

Dogma (Kevin Smith, 1999)

POR EL FETT

Damon – Affleck – Smith: los primeros dos verían su primer y principal trampolín en la actuación de parte de un cineasta – escritor caracterizado por la comedia juvenil y satírica sobre referencias espirituales, juveniles y culturales. Damon ya había participado antes de la fama bajo las órdenes de Smith en Chasing Amy, sin embargo fue hasta esta aventura espiritual en donde Matt y su amigo Ben se encuentran como peces en el agua, relajados, siendo ellos mismos e interpretando a dos ángeles expulsados del cielo que encuentran un hueco ideológico en un dogma de fe, mismo que les puede beneficiar para volver a donde pertenecen, asqueados ya de la mundana y simplona humanidad. Divertidísima

 

Nazarín (Luis Buñuel, 1959)

POR EL FETT

Quizá su obra más irónica y contradictoria, Nazarín es una fresca reinvención del relato de Jesucristo con ricas variantes a la orden de la faceta más religiosa y alejada de su declarado ateísmo por parte del cineasta español. La presencia de un sacerdote intachable en un lugar de pecado, obligan a que el personaje y hombre de Dios comencé una odisea de predicación a la que se le unirán sus apóstoles, dos féminas que simbolizan el conflicto entre el fanatismo y la fe, y que a la postre alimentarán la pasión y el via crucis de aquel hombre en un viaje con muchas connotaciones espirituales y sociales, tan surrealistas como brutalmente palpables. En su diversificación Buñuel logra sustraer al hombre de la divinidad y situarlo en un cruento México.

 

Simón del desierto (Luis Buñuel, 1965)

POR EDGAR DEL VALLE

Mediometraje de 48 minutos del director español avecindado en México, protagonizado por Brook como Simón, acompañado por Silvia Pinal en el papel del Diablo. Buñuel se inspiró en la figura histórica de San Simeón el Estilita, quién allá por el año 422 se retiró al desierto y allí pasó los últimos 37 años de su vida subido a una columna, papel que Brook desempeña el actor de manera esplendida, dotando al personaje de la personalidad acertada en este gran enfrentamiento actoral, de diálogos y espiritualidad con una sensual y tétrica Pinal. Película ganadora del premio especial del jurado del Festival de Venecia de 1965.

 

Ben-Hur (William Wyler, 1959)

POR EL FETT

Uno de los pináculos del cine americano. Las virtudes profesadas por la Iglesia son representadas en esta súper producción (que literalmente es de proporciones épicas), que prácticamente se convierte en un spin-off bíblico y en una odisea sobre la justicia y fortaleza. Un personaje ficticio concebido por el General Lew Wallace, Wyler realizó una de las mejores películas de la historia que trasciende no solo por sus impresionantes secuencias (la carrera de cuadrigas es sencillamente un milagro cinematográfico), sino por la compleja relación y la química entre Ben-Hur y Messala (Heston y Boyd brindan las mejores actuaciones de sus carreras). Más allá de una película religiosa, Ben-Hur es un banquete milagroso del séptimo arte. Imprescindible.

 

The Last Temptation of Christ (Martin Scorsese, 1988)

POR EL FETT

La magistral adaptación de Scorsese es tan sugerentemente humana como poéticamente milagrosa, logrando captar “el lado mortal” de Jesús con una naturalidad vigorizante, mientras el “Mesías” piensa (como todo humano) en los pormenores de un futuro alterno dejando su elemento divino de lado a escasas horas previas de morir en la cruz. Si bien la suposición ficticia es sumamente enriquecedora, Dafoe logra un Jesús tal y como debió ser (independientemente al dogma de fe que adoptó la religión): social, influyente, de poder expresivo y presencia física que con el paso del tiempo fue perfeccionando en su lenguaje; un Jesús por momentos confundido, por otros decidido, feliz, pero lo más importante en mi opinión ¡Un Jesús creíblemente humano!

 

El Evangelio según San Mateo (Pier Paolo Pasolini, 1964)

POR EL FETT

Con actores no profesionales, imperfecciones propositivas, cámara en mano y una narración cimentada en el diálogo, Pasolini proyecta los textos del evangelista Mateo en una realidad tan milagrosa como cruda, acercando a aquel profeta e “Hijo de Dios” a la naturalidad de los hechos bajo la narrativa de la corriente neorrealista. Jesús y sus obras lucen entonces milagrosas, pero no divinizadas, como si Pasolini hubiera captado a modo de documental los momentos exactos donde un profeta con mayor tono sindicalista que glorificador, predica la buena nueva basada en la solidaridad, amor al prójimo  y el rechazo de la opresión y acaparamiento de riquezas. Un Jesús intenso, natural y espontáneo enmarcado en un experimento bellamente artesanal de Pasolini.

 

Life of Brian (Terry Jones, 1979)

POR EL CINE ACTUARIO

Ácida e irreverente ¿qué más podíamos esperar de los Monty Pythons? Para no meterse en camisa de once varas, se crea un personaje de ficción paralelo en contexto geográfico e histórico a Jesús (Brian), que sirve como sátira para hacer burla del tema como el dogmatismo, la intolerancia, y sus consecuencias desde el punta de vista político y teológico; cómo elemento narrativo este truco permite mayor libertad de utilizar a Brian como referencia o critica a cualquier elemento de una sociedad atemporal. Complementando con un excelente elenco y dirección, la cinta se convierte en una crítica acida a las formas y fondos de la historia de la humanidad.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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