2022, El año en que murió La Fantasía Épica

¡Así es mis valientes! El viejo boomer del blog viene a chochear y despotricar contra los productos que han publicado las grandes productoras en el presente año. Esta ocasión la víctima fue el género de la Fantasía épica, la cual hace 20 años disfrutaba de una entrada triunfal de la mano de la trilogía del Señor de los Anillos y la saga de Harry Potter, pero ahora que los productores se han dado cuenta de que pueden explotar otra minita de fans, han hecho sus fechorías acostumbradas, este año rebasando sus límites.

Así que ahora vamos a ver sus últimos atentados contra el género:

Bonus:

The Wheel of Time (Amazon Studios 2021), que de entrada descarta el sistema mágico diseñado por el autor Robert Jordan, en donde el sexo masculino y femenino poseen diferentes habilidades mágicas que se complementan, pero como han de sospechar, en la serie solo las mujeres poseen magia, porque Amazon. La serie no pasa de “disfrutable meh” en el mejor de los casos y ni tener a Rosamund Pike les ayudó a sobresalir.

Willow, que ha sido una verdadera desgracia para Disney +, ya que cuentan ciertos sitios que se especializan en los ratings de los servicios de streaming, que esta es la serie menos vista de la plataforma no solo del presente año, sino desde que se publicó. ¿La razón? La clásica de hoy en día, al parecer Willow solo aparece en los capítulos finales y la serie es más aburrida que el canal del congreso.

Mi consejo: Mejor ni se atrevan.

Ahora si vamos a hablar de las que si me atreví ver y oh Illuvatar, por favor, hazme olvidar. De menos peor a peor iniciamos:

House of The Dragon (HBO Max)

¡Por todos los dioses! ¡Los nuevos y los antiguos! Si ustedes creyeron que las últimas 3 temporadas de GoT fueron malas, es porque no vieron este bodrio de trama de novela latinoamericana con efectos medio competentes, pero eso sí, con excelentes actuaciones, donde Paddy Considine se lleva las palmas de todos sin discusión alguna.

¿Pero de que va este atentado contra mis ojos? Pues nos narra la historia de la Casa de los Targaryen, y de como era el mundo antes de que Robert Baratheon y las demás casas los derrocaran. Debo admitir que los primeros dos capítulos pintaban para algo bastante bueno, incluso lo comenté lo mucho que me impresionó que la serie iniciara con un jinete de dragones, mostrando que no tenían miedo a comprometerse con la fantasía de manera adecuada.

¿Pero qué falló? Tratar de abarcar tanto contenido en tan poco tiempo; a pesar de ser 10 capítulos (2 más que Rings of Power), se queda corta para abarcar por completo todas las intrigas de los clanes. Todos los personajes principales y secundarios van y vienen, así como sus tejes y manejes, constantes saltos de años y en lugar de un thriller político medieval fantasioso, tenemos una telenovela latinoamericana patrocinada con HBO donde el tema principal es quien se gancha a quien.

La única razón por la que llegó a ser medianamente popular fue por que todos odiaban a RoP con pasión, y cualquier cosa era mejor que esa serie.

Veredicto: Huya como si fuera montando un dragón.

Rings of Power (Amazon Studios)

La enemiga número uno del tolkiendili promedio hace su aparición, y sorpresivamente para muchos no encabeza el #1 de mi lista de infamias, porque una cosa es la devoción y amor que tengo por la obra del maestro, y otra es la objetividad, y aunque no lo crean, hay cosas buenas aquí (pocas, pero las hay)

¿De que trata esta aberración de muchos millones de dólares? basada en los apéndices de la trilogía de libros original, nos quieren narrar como en principios de la Segunda Edad, los elfos de la casa de los Noldor, forjarían los tan conocidos como infames anillos de poder, y al mismo tiempo contarnos lo que ocurría en la Tierra Media antes de los eventos ya conocidos en LOTR.

Sin lugar a dudas, los efectos especiales generados por computadora han sido lo mejor de la serie, nos entregan escenarios hermosos como los árboles de la Luz en las Tierras Imperecederas, la explosión de la Montaña del Destino, pero lo mejor es mostrarnos Khazad Dum, mejor conocida como Moria, antes de haber sido destruida por los trasgos y el Balrog. De todas las historias que nos quisieron contar en 8 largos y casi insoportables capítulos, la única competente fue la amistad entre Durin y Elrond (y a momentos, no siempre). Pero para cerrar las cosas positivas, el OST de esta serie es una belleza.

De aquí en fuera, lo siguiente es dolor y perdición en todos los aspectos importantes de una serie de tv, me refiero al argumento, actuaciones y edición, y con mucho dolor les digo que fallan horriblemente en cada uno de estos rubros al entregarnos una serie que es incapaz de comprometerse con una de las líneas argumentales que supuestamente siguen, y no son capaces de completar una sola de manera satisfactoria, sin olvidar ese terrible final y revelación que nos dejó a todos con cara de ¿QUE?

Apenas puedo comprender porque Amazon gastó esta millonada en obtener parte de los derechos de LOTR sino iba a poder hacer uso completo de la franquicia, y aun menos, que haya contratado a gente sin la experiencia necesaria para manejar una serie de este calibre.

Veredicto: You shall not pass!

Si algo salvó a la antes mencionadas de ser una verdadera desgracia para la humanidad, es que estaban basadas (de alguna forma) en los trabajos que dejaron los autores de estas obras literarias, pero la siguiente serie de la que les voy a hablar, parte de la idea original de los showrunners de The Witcher y se pasan por el arco del triunfo cualquier cosa que venga en los libros, mis valientes, les estoy hablando de:

The Witcher: Blood Origin (Netflix)

Imaginen lo peor de House of the Dragons, y luego lo más nefasto de Rings of Power, dénselo a una persona que abiertamente dice detestar el material original y estrénenlo en Netflix, eso es Blood Origin, una precuela nacida de las chaquetas mentales de Lauren Schmidt.

Si alguna vez albergaron una duda sobre las declaraciones de Henry “hazme tuyo” Cavill sobre el mal tratamiento que recibía el trabajo original de Andrew Sapkowski, y como tenía que librar unas cuantas batallas verbales con los escritores por esto, bueno, pues vean esta serie y contemplen en medio del aburrimiento y la indiferencia lo que esta señorita tiene por concepto que es la fantasía.

¿Pero de que va este insulto a la vida? Pues a manera de precuela, nos quieren narrar un evento cósmico que afecta las realidades del mundo en donde se desarrolla la trama de The Witcher, y es la conjunción de la esferas y como los humanos llegan de otra dimensión a invadir las tierras de los elfos y los enanos, junto con nuevas energías mágicas y los horrores cósmicos que se colaron en dicho evento, y de paso contar como se creó el primer mutante, osease el primer Brujo (o Witcher).

Está de más decir que cuatro capítulos de 40 minutos son insuficientes para querer narrar un evento de estas proporciones, y menos querer desarrollar 7 personajes “principales”, quienes se opondrán a las fuerzas del mal. El chisme es que los altos mandos de Netflix le echaron un vistazo a la serie cuando ya estaba en producción y les dijeron que en lugar de 6 capítulos, solo hicieran 4… algo han de haber visto.

Con efectos especiales que ni un estudiante de arte digital entregaría como tarea, con unos vestuarios que hasta el cosplayer más pobre hace mejor, con actuaciones más pinches que yo tratando de convencer a mi esposa que comer tacos no me hace daño, y con una narrativa argumental que hace ver a la serie original como lo mejor de todos los tiempos, The Witcher: Blood Origins es sin lugar a dudas el clavo final en el género de la fantasía épica.

Veredicto: Ver esto es más doloroso que saber que Henry Cavill nunca volverá como Geralt de Rivia.

Unas palabras sobre el género de fantasía…

Mi mayor rabia hacia estos productores y showrunners que incursionan en este género no son sus libertades editoriales que se toman con el material de donde proviene, sino que no hacen el mínimo esfuerzo por tratar de comprenderlo y creen que pueden reinventarlo sin siquiera saber de lo que trata. Creen que por que alguien tiene orejas puntiagudas es un elfo o una barba tupida y mal carácter ya es un enano, y una bata de dormir con un palo viejo te vuelve un mago, es insultante ver que tanto desprecian el género y no sabes si lo hacen como burla o porque simplemente no lo entienden.

No les pedimos que sean fans o expertos del tema, pero al menos que sean profesionales. El mejor ejemplo en esto ha sido Tony Gilroy y su excelsa Andor, quien confiesa no ser fan de la franquicia y no estar interesado en hacer algo con los jedi y los sith, y aun así el señor nos viene y nos entrega una serie inesperadamente buena, siendo fiel a sus comentarios y a la vez siendo un profesional.

¿Es mucho pedirle a los nuevos escritores que sean profesionales y hagan su trabajo?

En resumidas cuentas:

Ya se acaba este 2022, y no queda otra que esperar lo mejor para el 2023 y que algún productor con 2 dedos de frente contrate gente como Gilroy, que simplemente se dedique a hacer su jale y nada más.