Anatomía de una Caída: La disección de la tragedia matrimonial

Se puede considerar una generalidad el hecho de que, cuando una mujer no sonríe, se le tilda con mayor facilidad de difícil, inaccesible, incluso desagradable. Por supuesto, esto no es un indicador verdadero de que lo sea en realidad, pero eso pasa a segundo término: Ha sido etiquetada, y despegarse de ello es muchas veces imposible.

Pongamos este mismo contexto ahora en una esposa y madre que es la única sospechosa de una muerte, ¿Cuánto le pesaría esta arbitrariedad la hora de que la sociedad la juzgase?

‘Anatomía de una Caída’ tiene como protagonista a Sandra (Sandra Hüller), una mujer que, a raíz de la caída de su marido (Samuel Theis) desde el piso más alto de su casa en la región alpina en el sur de Francia, es llevada a la corte para determinar si ella tuvo algo que ver con el acontecimiento, ya que no se aprecia accidental del todo. Durante el juicio no sólo se determinará su implicación, también se irá desmenuzando su relación de pareja e, inevitablemente, su papel como mamá de Daniel (Milo Machado Graner).

‘Anatomía de una Caída’ se advierte por encima como un whodunit, una premisa cuya meta es hallar al culpable. Afortunadamente, muy al principio de la cinta nos damos cuenta de que lo que está por venir es más profundo que eso. La forma en que la directora francesa Justine Triet presenta lo sucedido le otorga cero pistas al público, porque la idea nunca es que se adivine nada. En cambio, encontramos un desarrollo basado en acciones comunes, como el paseo de un niño y su perro, una entrevista tropezada, música con demasiado volumen. A la hora de querer armar las piezas, el dictamen no está en el entendimiento de aquellos lo miramos: eso llegará a manos de quienes no conocen a los involucrados y, sin embargo, criticarán sin miramientos.

Así avanza el filme hasta el momento del escrutinio, donde la disección del matrimonio entre Sandra y Samuel es tema principal. Ella está ahí para defenderse y dar su versión de los hechos. Él desafortunadamente no, pero sí surgen un fiscal astuto en exceso, un terapeuta con testimonios ríspidos, unas grabaciones desgarradoras. Atestiguamos entonces que su relación estaba en una situación casi insostenible, que la complicidad y el amor parecían haberse relegado para dar paso al desprecio y los reclamos. Triet mantiene siempre la maravillosa encomienda de no caer en la exageración o la telenovela, y lograr de igual manera que el corazón de la audiencia se vaya raspando, una escena tras otra, casi sin que se den cuenta.

Gran parte de este acierto proviene de la actuación de la descomunal intérprete alemana Sandra Hüller. Con un gesto casi impasible la mayor parte de la película, se mantiene estoica aún en los límites del acorralamiento, dónde sólo la compañía de su abogado y su hijo la mantienen cuerda. Triet escribió el personaje pensando en ella (ya habían colaborado en ‘Sybil’) y su sinergia se traslada a lo que podemos disfrutar en el producto final, donde tanto su fuerza como su vulnerabilidad sostienen los pilares de un drama dispuesto a aplastarla. Imperdonable sería no mencionar lo realizado por Milo Machado Graner, un muchachito cuyo papel y sus respectivos desafíos van creciendo conforme se presenta más en pantalla, hasta volverse una pieza clave del ajedrez.

Estrenada en el Festival de Cine de Cannes 2023, donde se hizo acreedora a la Palma de Oro, ‘Anatomía de una Caída’ examina cada grito, cada interpelación, muecas inclusive, pero también los silencios, que son demasiados. No es un detalle menor que el guion esté trabajado en conjunto por Trier y Arthur Harari, quien además de ser actor y escritor, es su esposo: se vuelve una enriquecida visión que plasma las buenas y malas de la vida conyugal. Un análisis que deja en la percepción del espectador preguntas que difícilmente podrían resolverse, como la de si es posible reflejar con veracidad una dinámica familiar, o si es factible explicar las intimidades sin ser impúdico o soez… En un mundo regido por las apariencias, seguramente no existirá balanza justa, mucho menos respuestas certeras.

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Acerca del autor

Ale Vega    

Fan del cine, la lectura y el fútbol, y siempre a favor de las propuestas que incomoden y cuestionen. Fiel creyente de que el arte no debería calificarse con estrellitas ni medirse a través de la taquilla. Todo lo vivo como un tiro al travesaño.


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