Blonde: Pretenciosa y sexualmente extremista

Analizar y conocer la figura de Marilyn Monroe es imprescindible tanto para cualquier amante del cine como para cualquier fanático de la cultura popular, rodeada de misterio y de mitos desde su exorbitante fama hasta su inesperada y conmocionante muerte en 1962, la cual terminó por catalogar su imagen como uno de los iconos más grandes e insuperables hasta la fecha. Es por ello que la nueva película llegada a Netflix, Blonde (traducida como “Rubia” para Latinoamérica) está cargada de mucha insertidumbre y ha generado una gran cantidad de revuelo a su paso. 

Primero que nada hay que dejar en claro que Blonde no es una biografía de Marilyn Monroe sino una ficción basada en la novela del 2000 del mismo nombre, escrita por Joyce Carol Oates y que se centra en la vida de la actriz durante los años 50 e inicios de los 60, mostrándonos todos los problemas y traumas que cargaba desde su infancia y que incrementaron con su indiscutible fama.

La cinta comienza por mostrarnos un pequeño extracto de la niñez de Norma Jeane (su verdadero nombre), mismo que nos servirá para definir lo que será el centro de las motivaciones y traumas de este personaje durante su edad adulta, la cual abarca la mayor parte de la narrativa, desde su comienzo en el mundo de la actuación, el ascenso a la fama y hasta su trágica muerte.

El director Andrew Dominik definitivamente tenía como meta incomodar al espectador con la manera tan dramática y tan sexualizada de mostrar a Marilyn, pues desde sus primeros minutos, Blonde está cargada con gritos y lágrimas pero sobretodo con gran contenido erótico, realzando su posición como símbolo sexual y trasladando este mito a su lado más íntimo, no escatimando en señalar el abuso que esto llegaba a involucrar y las inferencias que otorgaba a sus relaciones personales.

Y entre los varios enemigos de este filme se encuentra su soporífero ritmo que no logra sostener 3 horas de metraje que se sienten verdaderamente eternas e innecesarias incluso desde un inicio; ni siquiera el morbo de ver a este personaje encarnado es suficiente para evitar sentirse fastidiado de ver cómo cada escena es alargada hasta el extremo, esto directamente proporcional a todo este excesivo melodrama en la que se ven envueltos sus años cumbres en el estrellato.

En medio de todos los aspectos que implicaba la vida de la Marilyn como artista de fama desmesurada, Blonde elige centrarse en la obsesión de la actriz por tener una familia, mostrándonos a una atormentada mujer que es víctima de múltiples tragedias y que son llevadas hasta un tono surrealista que no termina de encajar con el tono de la cinta, llegando a sentirse demasiado forzado y exagerado, además de ridículo.

Fuera de ser un tributo a la vida de Marilyn Monroe, Blonde parece ser un reconocimiento a su sexualidad, la cual se siente tremendamente explotada en esta película, como si esta fuese casi su personalidad entera y dejando muy inexplorados otros aspectos que aunque se mencionan, no son tomados con la importancia que se merecen. Ejemplo de ello es su desaprobación por verse sometida y humillada por el hecho de ser una mujer en una industria cinematográfica dominada por hombres. En lugar de mostrar su oposición a tales desalientos, lo cual era consecuencia de su conocido carácter rebelde en el set, solo sus crisis emocionales pasan a ser las protagonistas de sus desplantes dentro de las producciones.

Mención aparte para Ana de Armas que hace un extraordinario trabajo al meterse en el papel de una atormentada Marilyn Monroe, y logra convencer de que realmente estamos viendo destellos de la gran estrella de cine, desde su dulce y característica voz, su particular forma de gesticular los labios, hasta lograr manifestar una estética que por instantes parece reflejar el mismo perfil de la platinada rubia. 

Blonde es una película nacida para el escándalo, que busca dividir a la audiencia entre los que ven en su sexualidad un intento artístico de enalzar la figura de Monroe y entre los que la ven como una dramatización absurda e inútil de un icono que sigue siendo criticado y explotado hasta nuestros días.

 

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Acerca del autor

Kim Tobias   @kimm_tobias  

Enamorada del cine clásico y los guiones astutos. También odio los finales felices... ["La estimulación visual es la razón del cine. De otra manera podríamos simplemente apagar las luces y llamarlo radio" R.A.]


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