Bob Marley: One Love – Otra más a la cesta de las biopics necias
Se sabe que a principios de año son vísperas de los premios cinematográficos y eso conlleva el estreno y reestreno de muchas de las películas nominadas en la pantalla grande (sobretodo los que llegan retrasados a Latinoamérica). Por ello resulta sencillo que cualquier filme que no tenga esta característica oscareable pase desapercibido por la mayoría, a no ser que cuentes con tremenda campaña publicitaria que termine convirtiéndote en la burla del universo al que perteneces, ¿verdad Madame Web?
Algo similar ha ocurrido con Bob Marley: One Love la nueva cinta del director Reinaldo Marcus Green, conocido principalmente por King Richard (2021), esa biopic sobre el padre de las famosas tenistas Williams protagonizada por Will Smith y que estuvo nominada a varios premios Oscar hace un par de años, pues este estreno ha sido prácticamente relegado a la oscuridad y poco se ha hablado de este.
Este año el director regresa con una nueva biopic, Bob Marley: One Love (Bob Marley: La Leyenda en su título para Latinoamérica), la cual dice celebrar la vida del famoso músico jamaiquino que inspiró a generaciones a través de su mensaje de amor y unidad, siendo esta la primera vez que su vida se retrara en el séptimo arte.
Bob Marley: One Love se centra básicamente en un periodo de la vida del cantante (y en un álbum), a finales de los años setenta y en medio de una época políticamente complicada para Jamaica. Aunque cuenta con algunos flashbacks que nos remontan a la niñez de Robert Nesta, estos apenas agregan algo contexto a una historia a la que le faltan toda clase de fundamentos, elementales en este género en el que buscamos conocer a nuestro protagonista y el por qué de sus acciones y motivaciones.
Este es el gran pecado de Bob Marley: One Love, que no puede siquiera ser llamada una “película para fans” pues cualquier persona que sea entusiasta del músico, querría ver retratada de forma digna la vida de su ídolo. La cinta es tibia de inicio a fin, mostrándonos a un Marley al que le falta credibilidad dentro de su hábitat natural, el escenario, pues resulta que el actor Kingsley Ben-Adir solamente se enfocó en trabajar el particular acento del jamaiquino y el resto de su actuación es solo parte de una atormentada coreografía.
Bob Marley: One Love jamás logra encajar con la audiencia pues a lo largo de su narrativa se nos muestran una serie de sketches inconexos que se sienten frívolos o que no parecen aportar lo suficiente a la problemática central (si es que acaso hay una), sumado a los esperados clichés de este tipo de cintas que o endulzan o dramatizan demasiado, poniendo el ambiente en un tono de lo más telenovelezco.
De las biopics más pobres de los últimos años, es un hecho que Bob Marley merecía un trabajo que le hiciera justicia al icono que representa no solo dentro de Jamaica, sino también en la historia de la música. No es necesario ser un fanático de su legado para conocerlo o admirar sus logros, por lo que una película sobre su figura no es descabellado y parece ser una oportunidad desperdiciada para reproducirla de forma idónea.
Bob Marley: One Love se añade a la cesta de biopics necias y absurdas, de esas que nos hacen creer que este género se vuelve cada vez más monótono y menos interesante, dejando en la sombra a grandes personalidades de las que se saca más provecho leyendo un artículo en Wikipedia, que despediciando dos horas vacías en un asiento del cine.
—-