Casas Embrujadas: Crimson Peak

Guillermo del Toro probó que sabe hacer romance gótico con La Cumbre Escarlata en 2015, entre un interesante coctel de actores nos lleva de la mano en una historia de secretos oscuros y fantasmas. “Los fantasmas son una metáfora” dice Edith (Mia Wasikowska) al hablar de la novela que escribe antes de perder a su padre y verse atraída por Thomas Sharp (Tom Hiddleston), un atractivo inglés que sueña con máquinas que lleven a la gloria el hogar de su infancia.

Uno fácilmente podría argumentar que el verdadero protagonista parece ser la mansión Allerdale Hall, desde las primeras escenas  con el lúgubre mensaje de la madre de Edith, hasta el final que ata el destino de aquellos perecidos en sus alrededores. A lo largo de la historia, Del Toro nunca nos deja olvidar la imponencia de la casa, con sus colores, crujidos y sombríos habitantes.

 

Lucille (Jessica Chastain), la hermana de Thomas guarda las llaves con recelo; cada habitación va revelando algo del pasado y prediciendo algo del futuro, camina por los pasillos con imponente vestuario. La oscura madera contrasta con la arcilla roja de la montaña sobre la que posa, se cuela entre las paredes hasta el sótano, rojo sangre. En la entrada, el techo deteriorado deja un tragaluz por el que la casa parece respirar el clima exterior, la chimenea central son los pulmones y las polillas la verdadera metafora.

Con cada paso que Edith explora, descubrimos las entrañas de La Cumbre Escarlata cuya producción de arte estuvo de la mano de Thomas E. Sanders, mismo que Dracula y Star Trek Beyond. Para cuando llega el climax habernos familiarizado con la casa es esencial. Todo suma para terminar con el corazón roto, una trama violenta, el rojo carmesí ¿es sangre o arcilla?, los fantasmas del pasado que ven el futuro.

Disponible en Google Play Movies
Director: Guillermo Del Toro
Escritor: Guillermo del Toro, Matthew Robbins
Duración: 1 hr 59 min
Presupuesto: 55 mdd

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Acerca del autor

Glen   @sahury   letterboxd.com/sahury/

Acumulando sentimientos sobre películas desde los 90s. El cine es arte para los romanticos y negocio para los optimistas. Difícil que odie una película, pero no imposible.


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