Cocaine Bear: La próxima gran ganadora del Oscar

En 1985, un tipo llamado Andrew Thornton volaba en su avioneta privada cuando decide, a manera de huida, saltar de ella en paracaídas. El paracaídas falló y esto provocó la muerte del sujeto. La avioneta se estrelló en montañas de Carolina del Norte e iba cargada con 30 kilos de cocaína. Cuando los agentes siguen la línea de vuelo de la avioneta, encuentran solo diez paquetes de cocaína intactos, pero uno que estaba completamente vacío, y a pocos metros encontraron el cadáver de un gran oso negro que, al parecer, se había comido todo el contenido de la bolsa, lo que le provocó un derrame cerebral, pero ¿qué hubiera pasado si este oso no hubiera muerto y hubiera seguido inhalando o comiendo cocaína? Pues esa pregunta se hizo el guionista Jimmy Warden y la directora Elizabeth Banks y nos entregaron esta divertida comedia negra sobre un oso gigante adicto a la cocaína.

No hay mucho que analizarle a una historia así, pues desde el título sabemos a lo que vamos y créanme que no decepciona. La historia de este oso intoxicado desde que empieza es morbosamente divertida.

Está situada en 1985 y vemos a una pareja de excursión por las montañas, son los típicos “amantes de la naturaleza” que no creen que exista maldad en ella y siempre han tenido gratas experiencias en sus viajes. Ese día, a lo lejos, ven un gran oso negro y lo empiezan a fotografiar, pero notan que tiene ciertos comportamientos extraños, aun así, confiados, siguen tomándole fotos hasta que el oso los ve y ahí es donde empieza una, perdón por decirlo así, divertida y sangrienta persecución. La película es muy gore. Hay tripas, sangre y miembros volando por todos lados, el oso no tiene compasión de nada ni de nadie, solo está buscando su droga.

Por otro lado, están los narcos queriendo recuperar su cargamento y la policía que también investiga que fue lo que pasó con la mercancía y el piloto muerto. Tenemos a un par de niños que se fueron al bosque sin permiso de los papás, una pandilla de delincuentes adolescentes, una guardabosques que está esperando ansiosa a un naturalista que le gusta, y todos ellos tienen su encuentro con el oso drogado.  Las historias son sencillas y bien contadas, y si no lo están, ¡no importa!  fuimos a ver a un oso drogado y esa premisa la cumple muy bien de principio a fin.

La música ochentera está muy bien puesta en cada escena, la ambientación es muy aceptable y tiene sus buenos chistes.

Actúan Keri Russell, Alden Ehrenreich, O’Shea Jackson Jr, Margo Martindale, Isiah Whitlock e irónicamente es la última película que filmó completa nuestro querido Ray Liotta, que dicen se murió de un “pasón”

El oso está muy bien hecho y es muy gracioso ver las caras que hace cuando esta frente a la cámara. Si tiene sus dos que tres decisiones absurdas, no son las grandes actuaciones, ni los grandes diálogos, es una película para divertirse, comer palomitas y nada más. Si usted espera que esta película profundice personajes, historias, tenga giros inesperados o le de algún mensaje, tal vez el drogado sea usted, que espera esto de una película donde la premisa es de un oso adicto a la cocaína.

P.d Después de ver la tremenda publicidad que le hicieron en la última entrega de los Oscar y viendo las tendencias de lo que han estado premiando, no dudo que el próximo año se lleve algunas nominaciones y entre ellas, al oso como primer actor (ya saben, por aquello de la inclusión) y hasta sea el primero en ganar un Oscar, ahí sí que, por fin sabríamos donde quedaron el resto de los paquetes que no han sido encontrados (¡aja!) 

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