Editorial Cinescopia: La declive del cine y de su verano, cuestión de oferta y demanda
El llamado verano cinematográfico es la etapa anual en la cartelera de cine donde las productoras acostumbran, después de una promoción estratégica supuestamente bien colocada y abordada por los medios masivos necesarios, lanzar sus primeros productos estrella para captar el mayor número de taquilla posible internacionalmente hablando. Siendo el primer pico de taquilla sujeto también a la primer etapa vacacional, el calendario por lo general marca desde la mitad de mayo (El verano como estación en México oficialmente comienza el 21 de junio) hasta la última semana de septiembre, cuatro meses donde Disney y afiliadas, Dreamworks, Fox, Universal, Paramount, Sony y demás casas de un menor perfil se enfrascan en una carnicería por solventar todos sus gastos, nóminas y presupuestos futuros bajo la consigna de captar el gusto y el mayor dinero del respetable espectador.
Así mismo, cabe destacar que a diferencia del segundo pico anual “el invierno”, el verano se caracteriza por productos 100% “palomiteros” y/o blockbusters de alta inversión y presupuesto, esto debido a que esta etapa esta menos suscrita y alejada de la época de premiaciones y mientras esta se desarrolla, a la par se están llevando a cabo los Festivales más reconocidos del cine como Venecia, Cannes y Toronto, plataformas aún sin distribución donde se abordan algunos estrenos de la propia cartelera invernal y que también dotan de cierto equilibrio al cine comercial y el independiente o el de autor, este último malamente llamado como “de arte”.
El problema radica en que al parecer el verano a diferencia del invierno parece sufrir de un salto o alternancia en cuando a la calidad de su propuesta, siendo el cambio del 2013 al 2014 quizá el más obvio en varios años, pues mientras en el 2013 pudimos gozar de una oferta equilibrada entre el cine de autor (The Place Beyond the Pines, Before Midnight, Mud, Much Ado About Nothing, The Iceman), el buen cine comercial (Rush, Kick Ass 2, Elysium, Stoker, The Conuring, Star Trek 2), e incluso propuestas arriesgadas alejadas de cualquier estándar (Man of Steel, Pacifi Rim, This is the End), en este año al parecer la resaca creativa fue alarmante con productos que solo expresaban conformismo regido por el libro del cliché hollywoodense.
Para explicar mejor este sentir, Arquicruz nos expresa su opinión como fanático y crítico de cine con una de los últimos productos veraniegos:
Hace unos días fui en compañía de mi esposa y un compañero a ver la tan anunciada Saint Seiya: Legend of The Sanctuary, y debo decir que superó mis extremadamente bajas expectativas (en verdad esperaba ver un bodrio de proporciones cósmicas), pero aun así fue una cinta mediocre y conformista que logró lo que sus productores buscaban: Reformar un producto para adaptarlo a las nuevas generaciones y seguir lucrando de una fórmula previamente establecida.
Igual me acusarán de purista y hater y lo que su florido lenguaje de troll de internet les alcance, pero lo que más me molesto de esta película en particular fue como desecharon la médula espinal, el verdadero código genético que nada tiene que ver con la sangre, la canción de entrada, el diseño de personajes o cosas similares, al elemento despreciado que me refiero es: El verdadero drama. Saint Seiya se caracterizaba por tener personajes con un transfondo similar al de las epopeyas y leyendas griegas donde tanto buenos como malos poseían una personalidad definida con sus aspiraciones y metas propias que volvían el conflicto emocional mucho más llamativo y complejo y no necesitas ser un adulto experto en mitos griegos para apreciarlo, digo yo y toda una generación completa vimos Saint Seiya a la edad de 10 años más o menos y comprendimos lo que pasaba en pantalla. Como lo dije anteriormente, todo esto en aras de seguir lucrando sin arriesgarse a buscar una nueva fórmula.
Este ha sido el común denominador de todo el año que incluso nos afecta a nosotros los espectadores que luego de ver cintas como The Expendables o Hercules las cuales fueron tan aberrantes que uno llega a conformarse con una cinta mediocre, que fue mi caso con Saint Seiya; me puse feliz porque es una cinta mediocre y no una absurdez total. El problema reside en que estas cintas que prometían ser vehículos de entretenimiento simple y sin pretensiones terminan siendo un auténtico fiasco, como por ejemplo con The Expendables, que fracasó tan estrepitosamente en la taquilla que se ha cerrado el proyecto para más cintas (lo cual es bueno) pero en lugar de decir: -“Al parecer hicimos un mal producto, deberíamos respetar a nuestro auditorio y entregar mejor calidad”- deciden culpar al auditorio y buscar demandar a todos aquellos que descargaron la cinta por internet, ya que para ellos eso fue lo que descalabró la cinta.
Perfecta sensación descrita por mi colega, el factor dramático que da sustento, credibilidad y la lógica interna a cualquier trama, no importando que esta sea de acción o aventuras, parece haberse perdido este verano 2014 con excepción de algunos escasos ejemplos (Que lógicamente resaltan del resto tales como Dawn of the Planet of the Apes, X-Men Days of the Future Past, Snowpiercer), proveyendo a la cartelera de productos sin el sustento narrativo necesario o bien, con forzados giros argumentales superfluos y atrevidos que no hacen más que demeritar el quehacer y el lenguaje cinematográfico.
Así mismo el equilibrio parece haberse esfumado de la oferta, primeramente con una distribución escaza de cine de autor, suscritas a apellidos como Eastwood, Linklater y Cronenberg, con cine totalmente de vena independiente con nula proyección (Frank, The Double) o bien con decepciones también venidas de lo que supone un cine de “mayor” calidad como de los Festivales antes mencionados. Hasta ahora un reflejo total de lo que ha sido en términos generales un año empobrecido de calidad cinematográfica y en donde los pocos blockbusters y un par de productos “indie” han resaltado sin muchos aspavientos o relevancia.
El análisis de la oferta en la cartelera latina
De las 10 películas más taquilleras del año, todas ellas suscritas en el verano, las 10 responden a secuelas, reboots / remakes, spin-off’s, siendo nuevamente la pirotecnia de Michael Bay y la cuarta entrega de Transformers la de mayor recaudación. Si se compara con el 2013, el verano fue de menor poder mediático, pero siendo solo 2 producciones totalmente originales (Gravity y Frozen) de las 10 más taquilleras, el pasado año también respondió a una oferta más diversa y exenta en un 50% de la etapa veraniega.
Lo preocupante viene cuando se analiza el número de producciones más taquilleras en una cartelera latina durante el reciente pasado verano, siendo en su totalidad los 16 refritos los que encabezan la lista de mayor recaudación, dejando en la lona a producciones que si bien mantenían la misma carencia en su calidad, pertenecían a un cierto sesgo de historias originales o adaptaciones aún si llevar a la pantalla grande.
Por otro lado también existieron varios factores externos que afectaron la calidad de la oferta:
- La poca injerencia de directores, productores y escritores de cierto respeto y estándar que se vieron afectados por la referida resaca de productos recientes en 2012 y 2013
- El impresionante poder mediático del mundial de futbol, que si bien no es ninguna justificación para la pobre promesa, si fue un factor relevante para que las productoras decidieran no escatimar en gastos de producción y distribución.
- La obvia decadencia fílmica de Festivales como Cannes, Toronto y Sundance, principales proveedores de ese equilibrio con el que Hollywood debe combinarse para subsistir y que el anterior año en referencia directa con Cannes, el Oscar fue capaz de superar su condición de mejor plataforma.
- La huelga de guionistas que sigue afectando hasta hoy el tipo de propuestas
El problema persiste en la oferta
Dadas las circunstancias, el problema seguirá persistiendo gracias a la demanda, un espectador adicto al entretenimiento burdo mediado por la pobre programación americana y bajo énfasis en la originalidad de los mismos. No es casualidad que las películas de superhéroes de Marvel – Disney sean un hit gracias a la fórmula de caricatura de su contraparte en televisión y que productos que se atreven a salirse un poco de la formula tales como Captain America 2 o Guardians of the Galaxy sean fuertemente criticados por ser más un thriller político y una aventura espacial de humor negro respectivamente.
Así mismo los productos adolescentes no terminan por hartar gracias los reality y talk shows, sin embargo las productoras son incansables en su objetivo por buscar la nueva gallina de huevos de oro después de Harry Potter y Twilight, presentando propuestas que se quedarán en el olvido a pesar del derrame de inversión con historias recicladas que se basan en el argumento base de “El elegido”.
Como lo comentaba anterior y tajantemente El Fett: “Si el público quiere mierda, mierda tendrá”, siendo en realidad el problema una exigencia baja o mejor dicho aún, la infravaloración del cine como un simple entretenimiento, no guardándole el lugar y respeto que se merece como una corriente y labor artística en todos sus ámbitos y rubros, conformando incluso una amalgama de las otras 6 bellas artes ¿El resultado? Historias repetidas, el formato televisivo, falta de originalidad y calidad en los tratamientos y la poca taza de autores, directores y artistas nuevos que pudieran llevar de nuevo al séptimo arte a épocas de gloria que ahora ya parecen lejanas, reduciendo cada año los clásicos y/o productos de culto y teniendo a los verdaderos apreciadores de la cinematografía clamando por mejores producciones y una mejor distribución, factores que repito, no llegarán hasta que haya una educación cultural y una mayor exigencia por parte del público, entendimiento que comprende también el buen entretenimiento sin pretensiones con el cual arte no está peleado ni es antónimo del mismo.
Comenzando con esta editorial del mes de setiembre, no se pierdan en octubre el especial de las mejores, peores, las sorpresas y decepciones del pobre, muy pobre verano cinematográfico del 2014 para ahondar en el análisis de cada una de las producciones y en espera de que la cosa mejore para el otoño e invierno.
Antes de despedirme me gustaría dejar una lista de cintas que será imperativo apreciar para analizar en su generalidad al año con la esperanza de que hasta ahora 9 meses solo hayan sido una pesadilla con muy pocos momentos de culto (Hotel Budapest, gracias):
- Gone Girl de David Fincher
- Foxcatcher de Bennett Miller
- Whiplash de Damien Chazelle
- Serena de Susanne Bier
- Inherent Vice de Paul Thomas Anderson
- The Imitation Game de Morten Tyldum
- Interstellar de Christopher Nolan
- Birdman de Alejandro González Iñárritu
- Fury de David Ayer
- Wild de Jean Marc Vallé
4 Comments
El verano fue bastante mediocre pero como lei en un sitio, hay dos grandes problemas que los estudios deben enfrentar: de un lado, este verano vi cada dos semanas un superestreno, digamos lo que paso de que en una semana ya tenias Capitan America, dos semanas despues el Hombre Arana, dos semanas despues Godzilla, una semana despues X-Men, otro Malefica… el punto es que los estudios nos saturaron de muchas peliculas y no dan tiempo al publico para que respire (traducción… guarde lana) y esto ha impactado de verdad. El otro punto que ya esta empezandose a hacer cada vez notorio es el internet, de un lado los piratas que hicieron que fracasara epicamente Los Indestructibles 3 (si de por si la cinta es mala, si la ves en internet una semana antes del estreno pues ya la destrozaste completamente) y ahora el hecho de que Netflix traera producciones exclusivas a su plataforma.
Hollywood la esta regando gacho y la estructura esta tan vieja que ya se tambalea, por ahora los mercados internacionales, especialmente donde la censura o el internet lento predominan, son los que sacan al quite a la economia del cine. Ya nomas para finalizar, creo que ahorita el medio que esta ganando contra el cine, es la television, de un tiempo para aca han salido producciones de mejor calidad en la pantalla chica aprovechando que pueden administrar mejor el tiempo.
Algo de eso lo comenté el año pasado cuando Lucas y Spielberg tuvieron ciertos problemas para acomodar películas en carteleras, si no se ponen las pilas van a tronar. https://cinescopia.com/el-cine-como-lo-conocemos-esta-por-desaparecer/2013/06/
Saludos!