El hoyo en la cerca: ¿Un whitexican nace o se hace?

¿Un whitexican nace o se hace? Según el director Joaquín del Paso, existen las dos opciones siempre y cuando se reúnan las condiciones y se dé la mala educación necesaria.

El Hoyo en la cerca es una película que, aunque no se define bien entre terror, suspenso, drama o crítica social, nos muestra la historia de un grupo de adolescentes que asisten a un campamento católico de verano. En este grupo hay de todo, los rubios, un asiático, un pelirrojo, un indígena, un niño que parece que acaba de tener un accidente porque llega con collarín, yeso en el brazo, aparato ortopédico en una pierna y muletas (¿para qué fregados mandan a un niño en esas condiciones a un campamento de verano?), en fin, muy variopinto la comuna, aunque todos se ven de familias adineradas, excepto el de rasgos indígenas, pues él es el becado… (obvio, tremendo cliché).

Los dirigentes del campamento son tres hombres de mediana edad, entre ellos, un extranjero, un sacerdote, otro sacerdote muy mayor, un asiático y un joven paramédico que pareciera que tiene algún retraso mental.

Desde el primer día, les advierten a los niños de que no deben pasar de las limitaciones del campamento, porque el pueblo cercano no es seguro, sin embargo, en la primera excursión al bosque, llegan a la cerca del lugar y encuentran que ha sido cortada y hay un hoyo por donde cabe, perfectamente bien, una persona, y para más terror, hay manchas de sangre. Esto asusta mucho a todos y en torno a eso se van desarrollando una serie de eventos que solo nos demuestran hasta donde el miedo, la manipulación, el lavado de cerebro y la religión mal entendida pueden romper las mentes de un grupo de adolescentes.

Es una buena historia, pero el problema es que su desarrollo es un poco lento, donde muchas escenas largas exponen un punto que se podía decir en dos frases. Algo pretenciosa con mensajes ocultos pero fáciles de encontrar, y un clímax explosivo y exagerado que nos toma tan de sorpresa que deja de ser creíble, el director también abusa de muchos clichés y lugares comunes.

Es una producción entre México y Polonia, pero la crítica social se siente más directa a la sociedad mexicana, esa que es muy católica, racista, clasista y homófoba, y por lo tanto, muy violenta. No conozco mucho de la sociedad polaca, pero al señala diferentes puntos sobre los comportamientos sociales, no termina por concluir ninguno y se siente que le falta más desarrollo a todas las subtramas que se van formando.

El elenco está formado por varios jóvenes algunos talentosos, otros no tanto pero que entre todos, logran sacar “la chamba”. Los más protagónicos son Giovanni Concconi, Santiago Barajas Hamue, Hector Kuri Hernandez, Lucciano Kurti, Valeria Lamm y entre los adultos están Alfredo Flores, Rafael Ayala, Dante Carrillo, entre otros  más.

¿Vale la pena verla? Pues, si no alcanzó boletos para Top Gun Maverick y le da flojera ver oootra vez dinosaurios persiguiendo gente por la selva, pues si es una buena opción.

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