Elysium: Distrito Hollywood

Dos cosas pasan para que la nueva película del sudafricano Neill Blomkamp pase con más pena que gloria, la primera, la americanización sufrida que no deja que su fórmula despegue y se desarrolle de manera idónea; la segunda, la irremediable comparación con su brillante y revolucionaria opera prima con la que comparte no solo el argumento de la división de razas y la discriminación social, sino un ritmo y una crudeza visual que parecen ya una patente en su aun joven filmografía.

Aunque podríamos decir que Blomkamp intenta emular su quehacer cinematográfico en relación con District 9, Elysium no debe ser considerada como una copia e incluso sería injusto compararla con el éxito de su predecesora. El cineasta cuenta con una base argumental similar, pero la cinta tiene una autentificación en una premisa y planteamientos distintos, que si bien tropiezan en casi todos sus rubros, también se denota muy solvente en otros varios que dejan la reputación de Blomkamp casi intacta, quizá un poco jodido por los poderes de Hollywood o atragantado por tragar tanta hamburguesa y hot dog mientras le metían mano a su libreto, pero aun bien librado en su labor cinematográfica

Sin la mano protectora de Peter Jackson y ahora bajo el cobijo de Hollywood, con un reparto multiestelar y con un listón altísimo dejado por District 9, el poder mediático de esta no debe ser tomada en cuenta para hacer justicia necesaria a una cinta fallida, es cierto, pero al final entretenida y con marca Blomkamp; desangrada por algunos medios de manera demasiada mordaz hasta para el gusto de este inmisericorde cazarrecompensas, después de todo… Elysium no es tan mala

¿Por qué no es buena?

Un interesante planteamiento. En el año 2154 los acaudalados residen en Elysium, una estación espacial ideal que mantiene el nivel y estilo de vida para los más ricos, con robots mayordomos, un índice de mortalidad casi nulo debido a la emancipación de cualquier enfermedad y un gobierno desalmado que mantiene a raya a todos los inmigrantes venidos de un planeta tierra bajo regímenes automatizados que mantienen a los más pobres más jodidos mientras que los registros de criminalidad son barbáricos (Todo parecido con la Ciudad de México, lugar donde fue filmado el film son meras coincidencias). De aquí viene la figura de Max da Costa, el héroe de esta historia que es presentado a través de una serie de flashbacks que a lo largo del film se volverán demasiados molestos, redundantes y hasta ajenos a los principales motivos del protagonista que cambian de un momento a otro como si a nadie le interesara

Primer y más grave error que ve su concepción en un libreto muy atropellado: el autor no cuida los motivos de sus héroes y/o antagónicos. Las estructuraciones débiles de sus piezas hacen  que el motif sea frágil y que el héroe sea expuesto a dos conflictos, uno aspiracional y otro físico, situaciones que  narrativamente se contraponen en un momento de la cinta y que significan un lucha de argumentos en otra; Blomkamp no sabe qué hacer con ellos, el director se nos pone como loco con  el presupuestos hollywoodense en sus manos y olvida la lógica interna de su protagónico sobre estructurado por el cual al final Damon hace más que el propio director.

Esto desemboca en un ritmo a trompicones y en la repetición del mismo error en varios de sus personajes, por ejemplo los antagónicos, seres unidimensionales sin ningún estímulo ni estructuración más que la pura villanía, y en algunos roles secundarios que en realidad son personajes metidos con calzador y sin ningún aporte narrativo para el motif del film. El desaprovechamiento de algunos roles, lo predecible de su relato, la poca justificación a los factores tecnológicos que por momentos son totalmente olvidados por el guion y la dirección y sobra narrativa de varios elementos hacen palidecer a una película que si bien se muestra dura y correcta en su planteamiento visual, denota el patrocinio del american way of life en la obra de Blomkamp haciéndola un poco más condescendiente.

¿Por qué tampoco es mala?

Comencemos con la magistral ambientación y el manejo de la estética de Blomkamp. Filmada en un basurero de una de las ciudades más contaminadas y con mayor sesgo socioeconómico del mundo (Ciudad de México), el cineasta proyecta inclemente  y con rigor la diferenciación cultural, económica y social de los habitantes de una tierra desolada y azotada por la criminalidad, los trabajos forzados y las enfermedades. El fotógrafo Trent Opaloch hace nuevamente una mancuerna formidable con Blomkamp forjando un estilo visual único y estremecedor para cualquiera (Mas para los compatriotas mexicanos sin duda)

Por otra parte y a pesar de su ritmo intermitente, el sudafricano logra momentos en verdad brillantes cuando la trama acude a la acción y a los efectos. Blomkamp sin duda ya ha registrado a su autoría este tipo de secuencias provistas de una crudeza imponente y visualmente poderosísima. Las secuencias de pelea tan bien logradas van de la mano con la vertiente narrativa también patentada por el director, donde existe una progresión caótica y un sacrificio gradual física y emocional  de su protagonista bastante eficaz que incluso significa por si solo el salvamento de la cinta. Si bien mencionamos la contraposición de sus motivos y un forzado lazo amoroso impuesto por necesidades femeninas en su metraje, el cineasta y su actor logran una comunión cuando se trata de crear pura y dura acción de un trepidante y emocionante ritmo.

La música ¡Por los dioses del celuloide! El novato compositor Ryan Amon logra una mezcla fresca e impactante acorde a lo narrado en pantalla que hacen de Elysium una delicia auditiva en todo sentido en asociación con un el trabajo de los departamentos de efectos especiales y de sonido. Técnicamente la cinta muestra una magnitud inolvidable.

Actuaciones caricaturas

Si bien Matt Damon sobresale gracias a la tridimensionalidad de su personaje y al talento histriónico y capacidades físicas provistas por una filmografía variada y de buenos resultados, no podemos hablar tan bien de los demás inmiscuidos.

Jodie Foster se encuentra totalmente desaprovechada en un personaje plano y acartonado, víctima de un libreto que no le regala ninguna motivación lógica o estimulo suficiente para el actuar de su personaje. Por otra parte y haciéndole compañía en el antagónico tenemos a Sharlto Copley (Protagonista de District 9) con un personaje totalmente caricaturizado y sobreactuado que me recordó a la animada The incredibles (Brad Bird), pues hace mucho que no veía a un villano monologar tanto, aspecto que se agravia y se nota incoherente con la naturaleza desalmada del personaje.

Participan también los latinos Diego Luna y Alice Braga, el primero en un personaje común necesario para el desarrollo de la trama y la segunda siendo una compinche de la mediocridad del film al no aportar nada a su desarrollo más que forzamientos que al final se vuelven totalmente innecesarios.

Así mismo tenemos un aspecto bastante molesto con los acentos de los personajes, en especiales con el ya mencionado Copley y con Wagner Moura, los cuales exacerban sus diálogos de manera desconcertante.

¿Hay que verla?

Sí. Elysium puede disfrutarse con total objetividad sin recurrir  su injusta comparación con District 9. Mediocre como pocas gracias al distintivo autoral de su director y a la veracidad de su violencia estética de sus escenarios, este ejercicio de ciencia ficción no es tan malo y para el gusto de su cazarrecompensas tampoco es una decepción tan catastrófica como se venía manejando en varios medios y en la opinión pública, pues la cinta no tiene la culpa de que su antecesora sea una joya trascendente del mismo género, por ende, debe ser independientemente analizada y visionada.

Si bien estamos ante una baja de calidad directiva y autoral auspiciada por los poderes mediáticos de Hollywood, resulta lógico que después de una maravilla de cine, Blomkamp tienda a dar una baja que a la postre resultará en su equilibrio y verdadero posicionamientos de la industria cinematográfica.

Al final, la pericia técnica, el trabajo en la ambientación y el de los departamento de efectos así como el de música resaltan sobre su desarrollo narrativo, sin embargo estos parecen suficientes para que Elysium sea una cinta pasable pero olvidable que brindará un buen entretenimiento en sus 2 horas de metraje en espera de que Blomkamp vuelva a esa corriente independiente que lo catapultó a la cima y agarré conciencia de que la comida chatarra americana hace mal a la mente y al físico. Nosotros los cinéfilos por lo pronto perdonamos esta mediocridad en espera de la mejora del director.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett