Evangelion: 3.0+1.01 Thrice Upon a Time: El tercer final del viaje del héroe.

Son pocos los productos que gozan de tanta popularidad desde su inicio que se dan el lujo de poder reiniciarse, cambiar el final, realizar una publicación impresa para expandir su lore, darle un final más optimista y luego casi nueve años después tener el final final (como si se tratara de esos archivos de computadora con título como “final final para imprimir4.doc). Como ya todo el mundo sabe, el final que presentó el anime Neon Génesis Evangelion de 1995 no gustó para nada al público, en mucha parte debido a los problemas financieros del estudio y donde Hideaki Anno y su equipo se las arreglaron para producir los dos últimos capítulos utilizando recursos narrativos poco convencionales (como olvidar la famosa escena del “Felicidades”).

Luego para 1997 y después de numerosas quejas y hasta amenazas de muerte hacia Anno, fue que Gainax (el estudio productor) dio luz verde para realizar el final como el que Hideaki tenía pensado. Sin embargo este solo sirvió para potencializar el estatus de culto de la animación aumentando las teorías locas de parte del fandom y sacando merchandising al por mayor. Aquí es cuando Hideaki decide rehacer todo de cero para exponer a nuevos consumidores la historia de Neon Genesis Evangelion, pero contestando todas las interrogantes que se habían quedado sin respuesta en la serie original y en los OVA, y sobre todo para que Hideaki pudiera hacer la versión definitiva con luz verde en cuanto a la dirección creativa de su proyecto.

Pero con la llegada de los Rebuilds (el primero en 2007 con Evangelion 1.0 You are (not) Alone) y los sucesivos en 2009 y 2012, quedó claro que estos tenían un gran problema: Eran demasiado grandes para poder explicarlo todo y obligaban al visionado de la serie original para poder comprender del todo lo que pasaba (sobre todo en el primero, que carece de una lógica ya que solo se tomaron secuencias de los primeros seis capítulos de la serie y se pegaron en una película de hora y media), dando paso a que las batallas y la animación lucieran espectaculares pero donde el desarrollo de personajes se dejara por completo de lado. La segunda, Evangelion 2.0 You Can (Not) Advance, hizo lo mismo pero ya hacia la mitad del metraje dejó por completo lo visto en la serie original para dar paso a nuevas ideas; el ritmo de la película mejoraría, sin embargo de nuevo tropieza con el mismo problema que su predecesora al introducir nuevos elementos en la narrativa y quitando otros que no funcionaban del todo. Anno deja de lado una vez más a sus personajes, pero sin duda la animación y la música son de lo mejor que nos pudo traer al menos en esta segunda parte.

El hype por Evangelion 3.33 You Can (Not) Redo, estaba por los cielos después de como concluyó la anterior película, sobre todo porque ya se había alejado por completo de la serie original. El problema es que se alejó tanto que al volver a ver a nuestros protagonistas estos ya eran por completo desconocidos, ya que la película empieza 14 años después de donde terminó la segunda parte. Con una trama original (salvo por la relación entre Shinji y Kaworu), está tercera entrega representa un retroceso en cuanto a sus personajes: por un lado Shinji, que había aprendido a relacionarse con los demás y a no huir, lo primero que hace es huir, desconfiar de los demás y rendirse en la lucha; Rei por otro lado había evolucionado y mostrado más sentimientos, y en esta tercera parte nos enteramos que está muerta y que la Rei que vemos es un clon; Asuka había dejado su toxicidad y se estaba llevado bien con todo mundo, y ahora odia a todos sobre  todo a Shinji y Misato, esta ahora una capitana amargada que odia también a Shinji por causar el tercer impacto. Y ni hablar de lo que hicieron con el personaje de Koji, al cual lo redujeron a solo tres secuencias a lo largo de las tres películas.

Y a todo esto, casi diez años después por fin vemos el final final de uno de los animes más influyentes de los últimos tiempos. Y es que hablar (o en este caso escribir) sobre Evangelion puede ser complicado dependiendo de por donde quieres tomar esta experiencia; son tantas las aristas y las lecturas que se pueden desprender, qué hay que pensárselo dos veces. Por un lado están los temas a la cultura judeocristiana con los elementos de Eva, Adan, los ángeles, los evangelios y los manuscritos Del Mar Muerto y lo relacionado con Lilith; por otro está la lectura sobre el Cábala y el determinismo, pero también se puede abordar desde la perspectiva de la psicología y la terapia psicoanalítica con todo y el ‘Yo’, ‘Ello’ y ‘Súper yo’. Sí, así de grande y profundo puede ser Evangelion si se ve desde esa perspectiva. Toda una deconstrucción del género mecha, de la mano de Hideaki Anno, que con esta cuarta y última parte da el cierre si bien no perfecto a toda una era.

‘3.0+1.0 Thrice Upon a Time’ es como si vieras tres películas por completo diferentes donde Hideaki se toma la libertad y el tiempo suficiente para dar algo de coherencia, pero sobre todo contexto hacia algunos de sus personajes y tramas principales redimiéndose de los errores cometidos en las entregas anteriores.

Empezando por el nivel de animación que luce y se siente perfecto, aun cuando en algunas de sus tomas hay una total sobre exposición de elementos que hacen que no entiendas lo que sucede dentro del cuadro (y más cuando la misma historia pasa a la meta narrativa y la animación cambia por completo y luce fea y descuidada como si se tratara de un render para la “play 1”, la cinta pasa a la animación clásica en 2D donde Ghibli (así es, el estudio Ghibli de toda la vida) mete un poco de su cosecha y anima toda una secuencia hacia el final de la película. Por otro lado Hideaki se da el lujo también de experimentar con rotoscopia, mezclando CGI, animación 3D y 2D.

La fotografía se luce en las secuencias de peleas, pero sobre todo hacia el segundo tercio de la película donde nos alejamos de todo lo relacionado con evangelion y la propia película hace un parón para mostrarnos las consecuencias del tercer impacto en las personas de a pie en Villa 3. La secuencia donde Asuka obliga a comer a Shinji metiéndole una galleta a la boca a la fuerza es desgarradora sobre todo cuando se emula dentro de la animación a la cámara en mano, o en la secuencia del espacio donde Asuka y Mari están en gravedad cero el nivel de detalle y los movimientos de ellas y el de la cámara lucen tan naturales como si se tratara de un live action. La música de nuevo de Shiro Sagisu rescata temas del anime original de 1995, añadiendo nuevas partituras y utilizando piezas de música clásica aumentando el nivel de epicidad en algunas de sus secuencias.

Pero ¿de qué va la película?

La película empieza antes de ver a nuestro trío protagonista, ya que nos sitúa desde la primera escena en un Paris desolado y rojo debido al casi tercer impacto. Aquí las fuerzas de Wille (organización creada por Misato y Ritsuko para luchar en contra de los planes de Nerv) luchan contra los Evas producidos en masa por Nerv, y donde se tienen que enfrentar cara a cara con el Eva 08 tripulado por Mari Makinami en una secuencia digna para ver en pantalla grande. Como dije antes, la película hace un parón en el ritmo para mostrarnos al trío protagonista justo después de donde la anterior termina, con un Shinji en completo estado de shock por presenciar la muerte de Kaworu y por casi realizar el tercer impacto que lo sume todavía más en el hoyo de su depresión; con una Rei Q (Clon) alejada de Gendo Ikari y de las instalaciones de Nerv y el dogma central; y con una Asuka más insoportable que nunca guiando a Shinji y Rei por un Tokyo 3 desolado y llegando a Villa 3, reencontrándose con los viejos amigos de Shinji de la escuela, Toji Suzuhara ahora casado con la presidenta del consejo escolar y con Kensuke Aida también ya mayor y encargado de la seguridad y mantenimiento de Villa 3.

Aquí es donde Hideaki Anno se recrea para dar rienda suelta a lo que hizo en Neon Genesis Evangelion, escenas introspectivas y profundas mezcladas con el costumbrismo de una película de Isao Takahata, el personaje de Reí Q toma el protagonismo y le da otro trasfondo al personaje haciendo que Shinji salga poco a poco del estado depresivo en el que se encuentra en los primeros 50 minutos de metraje. Por otro lado Asuka se mantiene al margen siendo muy dura y estricta con Shinji, no entendiendo el estado mental en el que se encuentra, pero nunca dejándolo solo por completo.

Superado esto regresamos a la programación habitual, ya que Evangelion va de mechas ¿no?, así a bordo del Wunder (nave que Misato y Wille robaron a Nerv y a Gendo) es que nos preparamos para el enfrentamiento final, uno que se alarga durante casi 50 minutos y donde todo se vuelve por completo un “locuron”, y donde en ocasiones no se entiende lo qué pasa en pantalla. Aún así en medio de todos los madrazos, Shinji entiende que esa no es y no será la mejor forma de enfrentarse a su padre y que finalmente tienen que hablar, en una de las secuencias más esperadas por toda Latinoamérica unida, el cara a cara entre Shinji y Gendo. Y como si tratara de una sesión de terapia, Gendo se abre hacía con su hijo y por fin es cuando entendemos las razones del porqué actúa como lo hizo desde el principio y el porqué es tan importante el Proyecto de Complementación Humana.

Sin dar más spoilers, es que llegamos al final, uno donde el viaje del héroe cierra a la perfección hacia con el protagonista: Shinji Ikari. Uno donde Hideaki Anno también pasó en carne propia lo terrible de la depresión. Recuerdo que en la universidad en la clase de guion, el profesor nos decía que en nuestras historias debíamos joder al protagonista tanto como fuera posible, esto para que la historia avanzara encontrando las diferentes soluciones en las que nuestro protagonista saliera avante. Y es justo esto lo que Hideaki hace con Shinji; al final todos los finales que ha tenido Evangelion se complementan en esta película, desde el juego de meta narrativa dentro del ‘Antiuniverso’ hasta salir de lo oscuro de la depresión.

Shinji pierde ese miedo a crecer y se enfrenta a sus propios demonios, superando sus traumas, como ver la muerte de su madre y el abandono de su padre desde niño, es por esto que toda la conversación con su padre yo lo consideró como el gran clímax de la historia, ya que Shinji entiende a su padre y gracias a esa conversación es que se da cuenta de que no odiaba el hecho de pilotear al Eva, si no que odiaba a su padre (una historia más de daddy issues). Logrando resarcir este último elemento es que se la da la oportunidad de empezar de nuevo, y Shinji pregunta a cada piloto de los Evas por el mundo perfecto en el que quisieran vivir, en donde los tres (Kaworu, Asuka y Rei) llegan a la conclusión de que el mundo perfecto es uno donde los Evas no existan.

Al final esta conclusión puede tener una y mil lecturas y es donde el trabajo de todos los YouTubers empieza con uno y mil videos sobre “Evangelion final explicado”. Pero siendo sincero no hay nada que explicar o sobre explicar, el ser humano y sobre todo estas últimas generaciones están tan acostumbrados a que todo se nos explique con palitos y bolitas, queremos entenderlo todo y nos negamos a vivir  esa extraña sensación de quedar confundidos mirando el televisor después de algo como lo es esta conclusión. Si bien no es perfecta y deja muchos huecos en su argumento y personajes sin mero desarrollo (cof cof Mari Makinami), la película es perfecta en cuanto a su mensaje final, uno donde nos invita a salir a la realidad y dejarnos de juegos de niños con robots gigantes y monstruos colosales.

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Acerca del autor

Ivan0     boxd.it/qEKB.

Cinefilo y seriefilo (si es que esa palabra existe) de corazón, realizador frustrado pero la opinión escrita es lo que se me da mejor. Amante de los musicales por muy malos que estos sean cof cof “Cats”, Soy millennial y no tengo problema alguno con eso; y llorar en el cine es la mejor terapia que uno pueda pagar.


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