La Alerta Sísmica v Superman

Como muchos otros chilangos, vivo con el eterno miedo a la alerta sísmica. Con el simple hecho de mencionarla, se suceden en mi mente cientos de recuerdos de aquel terrible día y la angustia de que se repita algo similar en cualquier momento. Últimamente ha sonado más seguido que antes por la constante actividad tectónica registrada. Por la tarde o por la noche, nada más no respeta. A la naturaleza parece encantarle el 19 de Septiembre e hizo que la tierra se moviera otra vez en esa repudiada fecha. La dichosa alerta sonó más fuerte que nunca y a los pocos segundos ya estaba a salvo en la calle con mis perros. El movimiento fue eterno, pero la angustia fue cortada de repente cuando algún vecino dijo “Ojalá existiera Superman y nos sacara de esto”. Por insólito que parezca, esta forma de pensamiento mágico vino a reducir un poco mi ansiedad. Además, esto me llevó a recordar un artículo viral en el que se mencionaba que la voz detrás de la alerta era en efecto el mismísimo Kal-El de Krypton…bueno, más bien la del actor de doblaje Manuel de la Llata, quien le dio voz en español al hombre de acero en las películas clásicas de Richard Donner (1978). El también locutor fue seleccionado para grabar el mensaje que alerta y espanta a millones de mexicanos, salvándolos cual Superman de otra tragedia. Pero las coincidencias no terminan aquí…

Como buen escuincle que creció viendo el canal 5 y sus maratones sabatinos de películas, la tetralogía clásica de Superman era obligatoria. Debí haberlo visto rotar la Tierra al revés unas 50 veces para revivir a Lois Lane (¿aún cuenta como spoiler?) y frustrar el plan del risible Lex Luthor de Gene Hackman. Y aquí es donde viene la otra coincidencia. El plan del genio criminal comenzó con la compra de cientos de hectáreas desérticas sin valor, para después lanzar un misil directamente en la falla de San Andrés, destruyendo la costa oeste de Estados Unidos. Con toda esta zona en ruinas, el desierto que adquirió Luthor se convertiría en la nueva costa del país. El misil acertó en el blanco mientras Superman estaba ocupado deteniendo un segundo proyectil de señuelo. El puente Golden Gate se tambaleó y fracturó, el letrero de Hollywood y la presa Hoover colapsaron. Kal-El volaba lo más rápido que podía, salvando vidas en todo este desastre. ¿Cómo detener el interminable y mortal terremoto? Nuestro héroe se sumergió directamente bajo la fracturada falla de San Andrés y reacomodó la gran grieta con sus propias manos. Abrasado por el magma de ese inframundo, Superman logró que la Tierra dejará de moverse. Irónicamente, la misma versión del kryptoniano vendría a salvarnos aún hoy de los temblores, pero de una forma muy distinta.

Esta hazaña del Superman de Christopher Reeves es quizá la más emblemática de sus películas. Tanto así que fue posteriormente rescatada, a manera de un sutil cameo, en Batman v Superman (2016). Wallace Keefe es un hombre que perdió a su familia y la habilidad de caminar por culpa del “Falso Dios” de Krypton. Vive obsesionado con la manera en que la humanidad ve al extraterrestre como un salvador, cuando a sus ojos es un demonio. Keefe tiene un muro lleno de recortes de periódico que ensalzan las hazañas de Superman y alimenta diariamente su rencor con estas imágenes. Entre ellas destaca una en particular, en la que se lee “Superman shifts tectonic plate prevents devastating earthquake” (“Superman mueve placa tectónica y previene terremoto devastador”). ¡Esos si son héroes!

Existe incluso otra relación más entre Superman, los terremotos y la Ciudad de México, pero ya no en un plano cinematográfico sino en el amplísimo universo del cómic. En el Superman Annual 12 del año 2000, Clark Kent es enviado al mismísimo chilango a cubrir una serie de misteriosos bombardeos terroristas que tienen a la ciudad en alerta. Aquí conocerá a los tres superhéroes que defienden a nuestro país: Acrata, Iman y El Muerto. Acrata es una experta en combate con el poder de teletransportación. Iman es un genio que combate el crimen con una armadura que le da fuerza. Y mención aparte aquí merece El Muerto. Desde el momento en que conoció a Superman, le da a notar sin tapujos que no es su mayor fanático. El resentimiento que El Muerto guarda hacia el hombre de acero, tiene un origen muy similar al de Wallace Keefe. Durante el terremoto de 1985, el joven Pablo Valdéz quedó atrapado en los escombros de un edificio con una niña. Pablo mantuvo en ella la esperanza de que Superman los salvaría, pero jamás sucedió. La niña logró sobrevivir, mientras que él murió. Su sacrificio lo convirtió en héroe, fue regresado a una especie de vida  en la que es invulnerable y adoptó el nombre de El Muerto para defender su ciudad. Al conocer esta historia, nos enteramos que en este universo Superman ayudó a cuantas personas pudo en esa catástrofe, pero admite que a veces hasta él necesita ayuda. No puede ver bajo todas las rocas ni a través de todos los muros. Aunque lo parezca, no es un dios.

El Superman de Christopher Reeves fue el mejor para su época, en que todo era más simple y había un poco más de esperanza para el futuro. Incluso desde estas películas, puede sentirse el aire mesiánico que se le confiere a Superman con el famoso discurso de Jor-El (Marlon Brando) acerca del padre y el hijo. Cual Dios enviando a Jesús a salvar a la humanidad. Mantener la imagen y actitud de este Superman por mera nostalgia del pasado o porque “es el Superman con el que crecí”, resulta inefectivo. Los tiempos cambian, el personaje debe evolucionar y adaptarse a ellos. El Superman moderno de Zack Snyder, interpretado por Henry Cavill, es perfecto para nuestra época. Esta versión tiene que cargar con el peso que la gente puso sobre él al elevarlo a un ser casi omnipotente, pero ellos mismos se ponen en su contra cuando se dan cuenta que no lo es. Imagínense cargar con todo esto. Su sacrificio con Doomsday les hizo ver que siempre fue un ser vulnerable y que sólo quería hacer lo correcto. Tras su muerte y resurrección en el Snyder Cut, pasó a convertirse en un verdadero faro de esperanza.

Sé que no hay allá arriba ningún hombre de capa roja esperando el próximo desastre para ayudarnos. En Batman v Superman plantean la cuestión de si debe existir un Superman. Mi respuesta es la misma que en el filme: lo hay. Creo que todos tenemos un héroe dentro, lo vimos a los pocos minutos de las catástrofes de 1995 y 2017. Sólo no olvidemos al Kal-El que tenemos dentro. Espero jamás volver a escuchar la maldita alerta, pero táchenme de loco, me reconforta un chingo saber que Superman es quien nos avisa.

Etiquetas:  

Acerca del autor

El Markovich   @ChocolateBono  

Observador de la escena humana dentro y fuera de la pantalla. El cine y el chisme son de mis cosas favoritas, así que heme aquí. Yo sólo doy mi opinión, al final tú decides.


1 Comment

  • Ese comic donde se tuvo que pagar DC al gobierno una multota por poner la bandera al reves, lo que tambien sabia es que Jorge Rivero tenia una voz tan horrible que Manuel de la Llata le daba voz en algunas de sus cintas cuando tenia que oirse mas galan… ¿seria cierto?

    Reply

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*