La Estrada de Cinecopia: El Rapto… porque después ya nada es igual

Lo único que lamento de morir es todas las cosas vergonzosas que hay en el cajón de mi buró” dice Mathew (Hamish Linklater) a Barb (Wanda Sykes) un un capítulo de The New Adventures of Old Christine, y bien pudiera ser esta la premisa de Rapt.

El director belga Lucas Velvaux (An Amazing Couple, 2002) aborda en su más reciente cinta los efectos que tiene un secuestro en el entorno social de Stanislas Graff (Yvan Attal), un rico empresario que va por la vida actuando a placer sin consideración hacia las personas a su alrededor. La crónica del secuestro se da desde tres perspectivas, su familia, la policía y la prensa. Cada uno preocupado por sus propios intereses; la familia desea rescatarlo, la policía teme que pagar el rescate, 50 millones de euros, de pie a posibles futuros secuestros al quedar al descubierto su ineficacia, y  la forma en que la prensa amarillista complica el caso publicando información sobre la vida personal de Stanislas. Esta información provoca que la percepción que la sociedad tenía del prominente y otrora respetado empresario cambie radicalmente, y su familia descubra a un hombre que no conocían, aunque intuían.

La cinta pone a discusión sobre la mesa cuáles son las desventajas del sistema económico actual que permite el enriquecimiento (aparentemente)  ilimitado de unos cuántos, quiénes y cómo manejan las grandes empresas y sobre todo, cómo nos afecta, cuáles son los vicios y carencias de ése puñado de personas en quienes se concentra el poder; lejos de victimizar a quienes, queriéndolo o no, ostentan dichos puestos y adquieren más poder del que pueden manejar, Rapt reflexiona sobre la conveniencia de este sistema y pone en tela de juicio los mecanismos mediante los cuales funcionamos como sociedad.

Por otra parte está el  muy tratado tema de la libertad de prensa, ¿dónde empieza el derecho a informar y dónde empieza el derecho a la vida privada de aquéllos que manejan el destino (laboral, por lo menos) de cientos -miles quizá- de personas? Es interesante darnos un momento y analizar estos temas que, aunque nos parezcan lejanos afectan nuestro día a día, ¿en manos de quién está nuestra economía? Y es que el secuestro del personaje no sólo afecta a su familia, como podría ser el caso de la mayoría de nosotros, conforme avanza la cinta caemos en cuenta del gran número de personas directa e indirectamente afectadas: sindicatos, accionistas, gobierno, población en general.

Rapt es un thriller con un subtexto que invita a reflexionar, un guión cuidadosamente tratado que no apuesta por el gore ni la espectacularidad, -no hay persecuciones en autos y disparos a diestra y siniestra- quizá su mayor atributo es que no es pretenciosa, no está dirigida a un público “elevado” lo que permite que  la cinta fluya naturalmente, los personajes están llenos de matices y la música es una delicia que remonta al cine noir. Al final, cada personaje debe afrontar las consecuencias de sus propias acciones, el precio que pagan los ricos y poderosos por sus excesos, más que monetario es enfrentar una realidad de la que desean escapar: cuando el dinero se va, a su paso recorre el velo que todo lo disfraza y sólo deja un terreno yermo en el que no hay nada que cosechar. “¿Quién me preguntó si tenía miedo, si lloré, si me sentí solo?” Pregunta Stanislas…

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