La piel que habito: Un honorable fracaso
Hablar sobre un film de Almodóvar me es complicado, pues siento que el llamado “Manchego de Oro” es poseedor de varias carencias narrativas que afectan un estilo muy bien definido y con recursos técnicos muy estilizados (nuevamente estamos ante una hermosa fotografía) que lo han catapultado ya a un status de culto dentro de su variado séquito de fanáticos. No obstante y a pesar de que sus historias son redundancias argumentales que podrían definirse en 30 minutos, no cabe duda que el director español debe ser aplaudido por su ideología autoral egoísta, la cual lleva a cabo cintas de él para él mismo, transmitiendo así sus emociones y visión de un mundo sumido en una estética sexista a través de ambientaciones y personajes con una psique rica y difícil de desmenuzar. Almodóvar es un artista en toda la extensión de la palabra, pero su arte siempre cargado de esa pretenciosidad en este caso en particular (Y en lo personal en todos los demás) dista de ser bueno.
No tan alejado de una “Cinta Almodóvar”
Muchos la han llamado ya “El Frankenstein de Toledo”; también es ineludible la influencia del cine de Cronenberg y cierto film de William Wyler llamado “The Collector”, pero Almodóvar si bien es cierto que se aleja de su género habitual, no da perdidos los elementos que han delimitado su obra fílmica que desde 2004 con La Mala Educación, deja entrever una podredumbre en la calidad de sus libretos que se ha intensificado hasta La piel que habito.
El film nuevamente con las claras referencias sexuales de su obra, relatan la historia de un cirujano plástico que en su afán por crear una piel sintética, mantiene prisionera a una misteriosa mujer foco de sus experimentos y también de sus retorcidas pasiones; el problema no es el planteamiento de la idea, sino su ejecución desde la pluma del manchego, el cual dota al film de un genial desarrollo y revelación, pero que al mismo tiempo lo mutila con una absurda y ridícula introducción aderezada con monólogos explicativos para suministrar de datos innecesarios al espectador y con un desenlace y giro de tuerca veloces, forzados, inverosímiles e incongruentes con la estructuración y evolución de los personajes.
Almodóvar se revela en su etapa mas presuntuosa al adaptar la novela de Thierry Jonquet, la cual es poseedora de una brutal historia, pero que en manos del manchego se convierte en una película con un hilo conductor repito extraordinario, pero que presenta fallos tanto en su planteamiento inicial como en el final – como un grupo musical que toca un buen cover de la manera errónea –
El arriesgado manchego
Con todo respeto a sus fanáticos mas aguerridos, Almodóvar debe ir pensando en contratar algunos guionistas para sus próximas películas, y es que el principal problema de La piel… es el libreto, pues si ya mencionamos que el manchego recurre a diálogos largos, torpes y explicativos para justificar su trama, también el film es poseedor de ese aire que hace posar nuestras mentes más en un drama televisivo que en una película.
Algunos personajes se convierten en “simples agregados” que si bien por una parte desmeritan con su presencia ese cierto suspenso y misterio de su trama (Marisa Paredes), por el otro también son “colados” los cuales su presencia es inexplicable para la trama y argumento del film (Que alguien me explique en que ayuda le personaje del tigre).
Con un atropellado comienzo, Almódovar llega a ese punto en el que su cinta comienza a dar frutos tras el recurso forzado del flashback, donde se narra la historia de sus dos protagónicos, su psique y traumas para poder entender el porqué se encuentran juntos y en tan extrañas circunstancias. Si bien la revelación es cruda, brutal, ingeniosa y bien dirigida, el director también descuida ciertos aspectos que hacen que la verosimilitud sea sacrificada por el toque de suspenso perfectamente enmarcado también gracias a una extraordinaria banda sonora compuesta de violines y sonidos que empalman genialmente con las secuencias.
El director deja en claro que él hace lo que quiere, como lo quiere y donde quiere, justificando con el desarrollo de la cinta el porqué de su status y culto como artista odiado o amado; es de aplaudirse la arriesgada propuesta ajena a las tibiezas y que hacen que el film se quede plasmado, guste o no, en la mente del espectador.
Sin embargo el cine no se basa en justificaciones, y el triste e incongruente final hace que la cinta pierda ese pequeño toque maestro que el realizador había planteado. La conclusión inclusive quiere llegar a cambiar lo perverso de su planteamiento por lo cautivador en cuestión de minutos teniendo resultados al borde de la ridiculez.
La chica Almodóvar siempre será beneficiada
En la obra de Almodóvar siempre es de notarse que su dirección de actores siempre va enfocada a hacer brillar a sus féminas, y en este caso la hermosa Elena Anaya como esa misteriosa mujer demuestra tanto su calidad histriónica como dicha mano del director.
Aquí el problema recae en Antonio Banderas, el cual incluso llegó a revelar durante el rodaje que no se sentía bien bajo la dirección del manchego, circunstancia que ciertamente fue impresa en el resultado final, pues Banderas con ese aire de mediocre actor norteamericano ofrece un papel totalmente absurdo que también gracias a la pobre estructuración de su personaje, da como resultado una especia de Dr. Frankenstein moderno que ningún espectador se puede tragar.
Si bien es cierto que el desempeño de Banderas es más creíble como un torturado y demente galeno que como un sabio doctor y afectado padre, su destino y su poca calidad histriónica van de la mano con el de la misma cinta, haciendo una especie de sube y baja que termina lamentablemente en desgracia.
¿Hay que verla?
Definitivamente estimado cinéfilos. Si eres fan de Almodóvar no dudarás en hacerlo, y en caso de que no lo seas o incluso seamos trasgresores de su cine, no hay que dejar pasar el que hasta ahora ha significado el mayor riesgo de su carrera. El film a pesar de su carencias, planeta un thriller que si bien confunde y no cautiva en su comienzo, dejará perplejo a mas de uno hacia la mitad de su metraje.
Almodóvar es frío o caliente, no hay más opción con el manchego que siempre se encarga de entregar obras polémicas que significan alimento para sus seguidores y detractores por igual. Yo me pongo de pie ante su valentía y su fracaso en este particular caso, pues a pesar de lo predecible y de no ser un buen film, logra el cometido de hacer pensar y razonar, pero sobre todo aún sorprender. Insisto, con un buen guionista a su lado, Almodóvar podría tener el poder y la calidad para arrasar toda la cinematografía en sus siguientes cintas
2 Comments
Si y no. Si bien las películas de Almodóvar te gustan o no te gustan, no estoy de acuerdo en hablar de un rotundo fracaso. Empezando por la taquilla, la película, estrenada a mediados de septiembre en todos los cines españoles, y pese a haber sido llamada por algunos ” la peli que evito”, sigue estando en cartelera.
No, no es su mejor obra, pero a diferencia de lo que se dice, me parece que las actuaciones tanto de Banderas como de Elena Anaya rescatan el proyecto de una trama que en ciertos momentos resulta incomprensible y tremendamente absurda.
Sí, yo soy fan del manchego y me atrevo a decir que no me gustó su película, que me resulta una mala copia de pelis que muchos muchos atrás sorprendieron y fascinaron por su complejidad y crudeza, esto no pasa con la piel que habito, que se convierte en el intento fallido de una historia maravillosa preocupada más por el continente y no el contenido, es decir, por simple estética y capricho.
Estimada Julieta, un honor que ande por aca. Muchas gracias por su opinión. Verdaderamente me interesaba mucho la opinion de una chica Almodovar y fanatica del buen cine como lo es usted.
Saludos hasta España!