Las 10 Mejores Películas de Andrés Soler

El 18 de noviembre de 1898 nace en Saltillo, Coahuila uno de los más Grandes actores de reparto del cine mexicano (Con mayúsculas) de todos los tiempos, Don Andrés Soler. Miembro de la dinastía de los actores Soler, conformada por Fernando, Julián, Domingo, y el propio Andrés.

Participó en más de 190 películas en su carrera cinematográfica, alternando con los más famosos actores mexicanos incluido sus propios hermanos. Todo lo que se pueda decir de este actor es poco, hizo palidecer las actuaciones de actores como Jorge Negrete, María Félix, Germán Valdez “Tin Tan” y Mario Moreno “Cantinflas”, con los que alterno en películas de la época de oro del cine mexicano.

Fue un actor que sobresalía fuera buena o mala la película en la que actuara, baste recordar su participación en películas como: “La oveja negra”, “Doña Barbara”, “Tizoc”, “La gran calavera”, “El ceniciento”, “Lo que le paso a Sansón”, “Un día con el diablo”, “Un rincón cerca de cielo”, “El bruto”, sólo por mencionar algunas.

Por sus roles secundarios recibió cuatro nominaciones a los Premios Ariel por Mejor Coactuación Masculina por su interpretación como Gustavo en “La hija del penal” (1949), como el Tío Laureano en “No desearás a la mujer de tu hijo” (1950), como Andrés Cabrera en” El bruto (1953) y finalmente por su papel de don Pancho en Los Fernández de Peralvillo (1954).

Como director y profesor, Andrés destacó por su pasión y su gran ímpetu docente. Murió a los 70 años a causa de una Trombosis Cerebral, dejando un gran legado actoral. Recordemoslo con sus 10 Mejores Películas

 

Lo que le pasó a Sansón (Gilberto Martínez Solares, 1955)

POR EL FETT

Una comedia clásica del cine mexicano y del pachuco de oro, que guarda un pequeño homenaje al los años dorados de Hollywood y a los relatos épico – románticos, en este centrado en Sansón y Dalila. Mediante un sueño del protagonista y tras salir del cine de ver la película, Tin Tan se imaginará como “Sansón”, quien las puede de todas todas y conlleva amorios con Miriam y Dalila. Imaginen entonces lo hilaramte que es ver la adaptación del relato bíblico a la jerga de los Valdés y a la idiosincracía mexicana, teniendo como villano al Carnal Marcelo. Soler como siempre denota su buena vena cómica a lado de Tin Tan

 

Tizoc (Ismael Rodríguez, 1957)

POR EL FETT

Tizoc (póster) - Ismael RodríguezRodríguez encontraría en Infante el socio perfecto desde la primera vez que lo dirigió en 1944, logrando una mancuerna legendaria que terminaría con el pináculo artístico de Pedro al menos en cuanto a su fama internacional se refiere, ganando la mejor actuación en Berlín. Ismael tomaría el Pedro macho, y aunque respetaría de cierta forma esa imagen fílmica en algunos de sus proyectos, fue cuando ese arquetipo se quebrara dónde ambos encontraban sus mejores colaboraciones, por ejemplo el indio Tizoc, un remanente del pasado mexicano que entregaría a su amor a una poderosa hembra llamada María Felix, que en este caso funge como una amalgama espiritual y humana, ideal para el indio. El Romeo y Julieta de México, el villano corre a cargo de Don Andrés

 

El Ceniciento (Gilberto Martínez Solares, 1951)

POR FLACO CACHUBI

Imagine usted lo que significó para la buena conciencia mexicana que, el hado padrino aludiera al libertinaje “Cómo era liviana tu madre…pa´correr mijo”, fomentara el vicio a su ahijado “¡Échese un trago que se lo manda su padrino!” y lo llevara para quitarle lo santurrón a un tugurio conviviendo con rorronas de la vida alegre “Son las hermanas Dávalos”. Y peor aún, cuando se descubre el verdadero parentesco que une al inocente chamula con el viejo relajiento ¡Qué escándalo! Obra maestra del humor aderezada con las canciones de Gabilondo Soler y Juan Bruno Terraza, movidos números musicales e ingeniosos diálogos picantes entre Tin Tan y Andrés Soler. Harta diversión pecaminosa que transgredió la censura de la época para consolidar a la comedia tintanesca como la más anárquica y extravagante del cine nacional.

 

Un día con el diablo (Miguel M. Delgado, 1945)

POR CAT MOVIE LEE

La Segunda Guerra Mundial contó con la presencia de México en el lado de sus Aliados, el tinglado de Hitler y su locura acabaron en septiembre de 1945. Aunque aquello parecía el fin del conflicto que tuvo al mundo entero angustiado, aquello sólo significó el principio de un choque más, La Guerra Fría. A principios de ese 1945, Cantinflas dio vida a una de sus películas más controvertidas, en donde el patriotismo, la propaganda militar, una clara burla a Hitler y varios guiños a Chaplin, se ven representados en el personaje de Juan Pérez, nombre genérico que da vida a un borracho que por “error” se enlista en el ejército, muere en la batalla y logra tocar las puertas del cielo y una charla por demás interesante con Satanás.

 

El Gran Calavera (Luis Buñuel, 1949)

POR EDGAR DEL VALLE

En la segunda película mexicana de Buñuel, Fernando Soler personifica a un rico viudo, gracioso y borrachín del cual todo mundo se trata de aprovechar y sacar partido. Su otro hermano, Gregorio, intenta ayudarle haciendo creer a todos que Ramiro (Soler) se ha arruinado y su familia debe trabajar para sobrevivir, lo que generará una gran situación en la que su familia se verá obligada a cambiar. Otro gran trabajo del actor en esta comedia de humor negro que constituye una crítica a las relaciones familiares y a la sociedad de consumo. Si notan un ligero parecido con ciertos “Nobles”, no es mera coincidencia. Andrés Soler realiza un complemento perfecto a lado de su hermano, la dinastía Soler.

 

Un rincón cerca del cielo (Rogelio A. González, 1952)

POR CAT MOVIE LEE

Si alguien sabía representar la desesperanza del pobre a la perfección, ese era Infante. Una actuación soberbia (y una mancuerna perfecta con Marga López), me atrevo a decir que esta tragedia supera a la mítica muerte del Torito , porque no encontrar oportunidad para trabajar honradamente con un sueldo justo y vivir de lo que se pueda, no está tan mal, pero cuando la vida se ensaña, te quita lo que más quieres (incluida la dignidad y las ganas de vivir) y no conforme con eso te deja más jodido de lo que empezaste… es para no solo cuestionar la existencia de dios, sino para renegar con toda justicia de que en el colmo del sentimentalismo, una pareja de pobres diablos con una boca más que alimentar, termine experimentando la antítesis de lo que verdaderamente sería un rincón cerca del cielo.

 

La Oveja Negra (Ismael Rodríguez, 1949)

POR FLACO CACHUBI

Rodríguez reúne en un mano a mano a dos figuras icónicas de la cinematografía nacional: por un lado tenemos al inmortal Pedro Infante, el máximo ídolo popular, por el otro, a Fernando Soler para muchos el mejor actor que ha dado nuestro país. El realizador se centra en el tema del machismo, un fenómeno cultural y social, el cual pocas veces se había abordado con la seriedad que amerita dado el arraigo del mismo, que aquí es retratado en la figura del padre alcohólico e infiel y el hijo que, aunque bondadoso, no canta mal las rancheras. La cinta nos ofreció una de los enfrentamientos más memorables de nuestro séptimo arte y uno de los nombres que hasta la fecha pocos pueden olvidar: Don Cruz Treviño Martínez de la Garza.

 

No Desearás la mujer de tu hijo (Ismael Rodríguez, 1950)

POR ARQUICRUZ

El título deja todo muy claro y nada a la imaginación, el el poderoso hacendado Cruz Treviño Martínez de la Garza (Fernando Soler) ha enviudado y aunque la pena lo embarga y se encerrado en su habitación a causa de ese dolor, luego de un tiempo, el viejo lobo vuelve a las andadas y en esta ocasión tiene el mal gusto de cortejar a una mujer mucho más joven que él, me refiero a la dulce e inocente Josefa (Carmen Molina) pero en su orgullo y necedad no se ha dado cuenta que la señorita está enamorada de Silvano (Pedro Infante) quien es nada más y nada menos que su único hijo. Todo un drama griego en los ranchos mexicanos.

 

El Bruto (Luis Buñuel , 1952)

POR EL FETT

Varios elementos tenían que converger para concebir este pedazo de obra maestra, el regalo del cine nacional a los mejores estándares del cine noir a nivel histórico. Primero, el guion de Alcoriza, con una jerga de ensueño e hilarante enfundada en una impresionante mole protagonizada por Pedro Armendariz (segundo eslabón). La dirección de Buñuel, perfecta incluso estando muy alejado de su toque surrealista, y finalmente el endiosamiento de la femme fatale mexicana en la piel de una inmejorable Katy Jurado, uno de los ejemplos más oscuros dentro de la estela de este tipo de personajes dentro del género. Andrés Soler por supuesto pone la cereza a este pastel como el villano en cuestión. Amor, comedia, romance , mafia, thriller y noir, mucho noir. Joya

 

Tlayucan (Luis Alcoriza, 1961)

POR EL FETT

Los otros olvidados, aquellos prisioneros del clero, del dogma y de su “impuesto”, no se encuentra muy lejos del nivel del mismo Buñuel, y con una gran capacidad de análisis y crítica social, sugiere un cuento de hadas y de horror surrealista con símbolos tan duros como hilarantes (la religión y sus seguidores hipócritas como cerdos), convirtiendo a este complejo drama en una ironía cómica casi palpable y más actual de lo que parece. Este ejercicio maestro de degradación social incurre también con grandes diálogos (Alcoriza era mejor guionista que director) en el erotismo y la redención, incluyendo uno de los mejores papeles de Andrés Soler, el eterno villano aquí tan infame como honesto (quizá la única persona cuerda en ese pueblo olvidado)

 

 

 

 

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