Las 20 mejores películas bélicas de la historia (3 de 3)

Checar antes:

• Primera Parte: Del 20 al 15 + Bonus
• Segunda Parte: De 14 al 8

No es ninguna coincidencia que las primeras 7 de este ranking comprendan un tratamiento diferencial de las otras en cuanto a lo tridimensional de sus personajes se refiere, siendo también el género una especie de dualidad muy peculiar en cuanto a este tema; por un lado, resulta hasta cierto punto normal que más allá de sus protagonistas los guionistas, adaptadores y/o directores construyan elementos a lo mucho bidimensionales alrededor de su héroe, todos ellos siendo estereotipados como muñecos de guerra de valores cuestionables debido a su naturaleza de seguir ordenes y/o defender a una nación; sin embargo, existen aquellos prodigios que revolucionan la hipótesis general en estos casos, siendo sus obras un retrato íntimo y complejo de la psique no solo de su protagonista, sino de los inmiscuidos alrededor del mismo, llámense personajes secundarios e incluso hasta terciarios.

Así mismo, debemos vincular de inmediato al militar, cabo, soldado, general, sargento, teniente protagónico como un atípico caso de antihéroe. Si bien en ciertos casos de los expuestos a continuación la delimitación es bastante obvia, en otras la estructura emocional refiere más a una brutal honestidad provista tanto por la misma naturaleza de la guerra, sus traumas, presiones y estrés, como por los libretos invaluables que hicieron de todas estas 7 joyas imprescindibles del cine y del rubro.

En resumen, el segundo género americano se erige como un cimiento del séptimo arte, hecho y creado para forjar una piedra preciosa y transmitirla al espectador a través de una variante de elementos técnicos, narrativos y visuales solo apta para ser manufacturada por expertos, en este tercer capítulo, oriundos de Inglaterra, Rusia o de la misma nación estadounidense.

Antes de comenzar con el cierre de las 20 mejores cintas bélicas, me gustaría en esta ocasión hacer algunas menciones honorificas que se terminaron quedando fuera, entre ellas M*A*S*H (Altman, 1970), Hiroshima (Masaki, 1983), The Broterhood of War (Kang, 2004), Letters from Iwo Jima (Eastwood, 2006), Lone Survivor (Berg, 2013) y un caso especial, Ran (1985), la última y quizá mejor cinta de Kurosawa que no pudo entrar en el ranking por los estatutos que marca el género mencionados en la primera parte, ya que a pesar de su majestuosidad en todo ámbito, la historia sobre como 3 hijos traicionan a su padre y se enfrascan en combate por sus tierras después de que este renuncia a su reinado, no está basada en ningún hecho real o contexto histórico.

Pasemos a revisar las 7 mejores cintas bélicas de la historia.

7. The Thin Red Line (Terrence Malick, 1998)

Conflicto: 2a Guerra Mundial

Lo podrán llamar pretencioso, excesivo, excéntrico y/o lento, pero nadie le puede negar a Malick que en su mejor película creo una atmosfera bélica hasta la actualidad jamás vista. Vigente e intimista, fiel a su estilo el cineasta prefiere proyectar más que el conflicto externo aquel que se origina en la mente y el alma de cada soldado norteamericano mientras este se embate en el relato autobiográfico de James Jones sobre la batalla de Guadalcanal. Malick recorre a sus tropas, desde un general obsesionado por el sacrificio de la guerra perfectamente interpretado por Nick Nolte, pasando por un incierto protagonista enamorado de la naturaleza y de la misma raíz de la vida (Jim Caviezel en por qué lo contrataron como el Jesucristo de Mel Gibson), hasta el sargento de las tropas eternamente aguardando el regreso a casa a los brazos de su mujer (Koteas y Miranda Otto), el narrador (Porque eso es Malick más que un director), introduce al espectador  a la mente del cabo, intimando con él, sintiendo su pesar, su encuentro diario con la muerte y sus aspiraciones por la vida.

Aguardando, se encuentra por otro lado el soberbio complemento actoral con elementos secundarios que ofrecen el dolor, el sufrimiento y el aspecto brutal de la guerra, en los rostros de Travolta, Penn, Harrelson, Leto, Cusack y Brody entre otros. Así mismo, quizá estemos ante la narrativa menos rebuscada de Malick, ofreciendo un equilibrio y respeto a la visión del conflicto en secuencias hermosamente dirigidas ¡Obvio! Sin dejar de lado ese tono onírico tan característico en su obra. Una joyita que le ganó la partida en 1998 a Spielberg y a su Ryan.

Momento favorito: Nick Nolte se lleva de principio a fin la cinta, él es el reflejo de la guerra, del absurdo, de la hostilidad americana.

6.  Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (Stanley Kubrick, 1964)

Conflicto: Guerra Fría

Antes de que Tarantino quisiera cambiar la historia, el maestro Stanley (Inmensamente superior en todo aspecto artístico y técnico a Quentin) ya había decidido revolucionar el retrato bélico de una forma por demás majestuosa e hilarante, tal y como su conflicto, una guerra paranoica que quedo registrada en los libros de historia como “Fría”, no por su clima, sino porque no pasó ni un carajo balazo y todo se trataba acerca de complots esquizoides y demenciales, circunstancia aprovechada por el cineasta británico el cual llevó la sátira a niveles impensables y fastuosos.

Sencillo, Dr. Strangelove trata sobre los fluidos, complot asentado por el general Jack Ripper (Un excepcional Sterling Hayden) que en secreto da la orden para lanzar un ataque nuclear a los rusos para así evitar que estos no ganen la guerra y el mundo por el robo de los líquidos vitales. Obviamente este absurdo por el que se puede disparar la guerra y el fin del mundo llega al pentágono, donde el presidente, el primer ministro ruso, su caricaturesco secretario de guerra y un brillante doctor nazi invalido exiliado, decidirán como parar la bomba antes de los rojos desaten el apocalipsis ¡Genial! Kubrick lleva a cabo una de las mejores comedias bélicas de la historia al exponer todos las idioteces en las que cimienta y dan origen a la guerra, sin concesión, sin ninguna censura y lo más importante, bajo una visión externa y plenamente artística digna de un catedrático en el cine. Mención aparte para el ensamble actoral, que junto a la triada de personajes del mejor trabajo de Peter Sellers (El Presidente, el Dr. Strangelove y el Capitán Mandrake), se encuentra un divertidísimo George C. Scott y el mencionado Hayden, este último gran histrión un poco olvidado por la historia.

Momento Favorito: En tono cómico, ya habíamos hablado de la mejor escena en el ranking que se ajusta a él, pero hablando de lo bélico, el desenganche de la bomba es una escena legendaria en el cine (Noten a un joven James Earl Jones en la secuencia).

5. Ivanovo detstvo (Andrei Tarkovsky, 1962)

Conflicto: 2ª Guerra Mundial

Que regocijo para su cazarrecompensas por fin poder hablar en un ranking del maestro ruso del cine, y estando en confianza estimados cinéfilos, una de las razones del porque me decidí también llevar a cabo este ranking ¡Ojo! Si bien aún nos faltan 4 justamente mejores lugares, esta posición sin duda alguna conlleva el retrato más HERMOSO de la guerra, no lo digo por la misma naturaleza hostil o bélica ¡No! Sino por la estética, el manejo y el ritmo narrativo, la maestría surreal de Tarkovsky, que con La Infancia de Iván demostró que a pesar de lo vil y ruin que puede ser el mundo, también puede existir el amor y la esperanza en los tiempos más difíciles.

Iván es un huérfano que trabaja como espía para la fuerza rusa, la cual ve en este más que un niño que puede eludir las líneas enemigas y traer información, un primogénito querido al que le desean más que un futuro incierto en este conflicto. Iván y Tarkovsky logran una delimitación para el primero por demás compleja y en cierta manera mejor y superior a muchos de los ejemplos protagonistas de este ranking, pues el infante lucha no solo con el recuerdo de la exterminación de su madre y hermana en un campo de concentración,  sino con el aspecto emocional de la guerra y como todo soldado, de esa incertidumbre a raíz de su labor, reflejado en esas pesadillas surrealistas que en un primer plano se presentan como fábulas irresistibles. Magnifico y brutal, el ruso juega con la mente de Iván y con la emoción del espectador, narrando en un ambiente caótico vertientes dramáticas, románticas y de suspenso exquisitos, típicos de su estilo que como las pesadillas de Iván, suelen comenzar como un cuento de fantasía pura y terminar con la maldita realidad ¡Una obra de arte!

Momento favorito: Aún en la guerra uno se puede enamorar con las imágenes de Tarkovsky, pero también asustarse con la psique de un niño muy dañad y afectado.

4. Full Metal Jacket (Stanley Kubrick, 1987)

Conflicto: Vietnam

No por nada Kubrick es el “El Director”, y es que además de revolucionar el relato bélico satirizando y cambiando el rumbo de la historia durante la guerra fría, 23 años después nuevamente cimbrará los estatutos del género al deshumanizar a sus héroes. Kubrick no se queda en el contexto del conflicto, sino que quiere llegar a la raíz del miedo, a la misma fábrica de la máquina de guerra más costosa y prescindible de la guerra, a la materia prima de la estructuración del cine bélico y del mismo combatiente e incluso ¡Más allá! Al proceso de su elaboración, al costo de su producción, al sacrificio de su construcción. Full Metal Jacket es el atestiguamiento de toda esta logística hasta comercialización del marine, desde su moldeado en los brutales campos de entrenamiento hasta sus resultados en el campo de batalla; como una tuerca narrando el funcionamiento de todo el engranaje y maquinaria, el director dota del poder a un soldado periodista notoriamente mas fuerte tanto emocional como físicamente que el promedio de sus compañeros, a través de él, esta deconstrucción se desmenuza de una manera jamás vista, proyectando tanto la hermandad como el dolor de esta fuerza familiar al borde de la muerte.

Kubrick divide su relato en dos capítulos: el primero, el campo de entrenamiento, donde el trato de un sargento desembocará en un suceso que no será fácil de olvidar para el héroe ni para el espectador, sin embargo Kubrick deja algo claro, no es nada personal y la decisión y consecuencias recaen en el mismo recluta… la guerra no es para todos; el segundo acto se desarrolla en un apocalíptico Vietnam, dejando claro que todo campo de batalla, toda guerra se asemeja más a un retrato de decadencia humana que a unas vacaciones cinematográficas. En conclusión, Full Metal Jacket como la guerra, no es para todos y su visionado es difícilmente esplendido, muy difícil.

Momento favorito: Escojan, pero yo me quede de entre muchos con los filtros reales – cómicos, secuencias que demuestran quimia y naturalidad entre los hermanos de una misma fabrica.

3. Lawrence of Arabia (David Lean, 1962)

Conflicto: 2a Guerra Mundial

Lawrence of Arabia es un ejemplo de maestría audio visual; desde su banda sonora hasta la perfecta adhesión de O´Toole al material biográfico, el paseo que brinda Lean y su  prosa fílmica a través de su lente y sus ya característicos planos panorámicos son la causa de uno de los más complejos y entrañables relatos de metamorfosis humana frente a un conflicto bélico por demás irregular, donde los poderes sociales, culturales y políticos se adueñan de “La Figura” y de los seres que la rodean, siendo todos ellos incapaces de hacerle frente a Lawrence (Ni él mismo), un alma que se resistió a ser corrompida pero que sin casi notarlo, aceptará un falso confort y la destrucción de su corazón e ideales. Una cinta trascendental y bellamente estructurada, ve en O’Toole y en la comunión con su compañero de reparto Omar Shariff  el vehículo para desbordar la comprensión y entendimiento de dicha transformación espiritual.

El timing impreso por Lean denota el pincel característico de uno de los maestros del arte cinematografico; la fotografía de Young convierte al desolado paraje en un bello y peligroso hábitat listo para desatar el terreno belicoso y la química entre dos actores son lo necesario para llenar de vida el relato; la concepción de esta amistad será de vital importancia y hacia el final será magnificado dentro del contexto cuando Ali explote en llanto a pesar de haber logrado la victoria junto con su líder y amigo en una posterior secuencia desgarradora que marcará el término de una relación comenzada de manera mítica a lado de un pozo “Que lo es todo” y que a la postre significará ese “todo” para Lawrence y Ali. Ya lo decía Spielberg, Lean les jodió a todos la oportunidad de hacer una película sobre el desierto, pues nunca abra algo igual o más grande que Lawrence of Arabia.

Momento favorito: Nunca es suficiente hablar de Lawence of Arabia en Cinescopia, pero si en terrenos bélicos andamos, la emboscada al tren es precisa también para denotar el principio del fin para Lawrence

2. Paths of Glory (Stanley Kubrick, 1957)

Conflicto: 1a Guerra Mundial

Kubrick ¡Santo Kubrick! Antes de Full Metal Jacket e incluso un poco previo a Dr. Strangelove, existió una de las cintas más polémicas de la historia, prohibida en distintos países europeos debido a su temática, nuevamente al maestro se le etiquetaría como el cineasta conflicto del momento al ir en contra de todas las leyes naturales y el modus operandi, tan automático, cuadrado y estandarizado de aquellas épocas (¿Ya habrá pasado esa opresión artística?). Paths of Glory es el film anti-bélico por antonomasia, una joya que justa y merecidamente se debe de tomar en todo ranking hecho y por hacer entre las primeras tres del género. Kubrick alborota todos los patrones establecidos, escandaliza a la industria, adquiere al amor inmediato dela crítica y público y finalmente, hace rasgarse a todos los militares europeos (Y otros americanos) las vestiduras. En Francia sería satanizada y en su propio país Inglaterra relegada a una pobre distribución, y es que digamos la trama de 3 soldados que tienen que ser sacrificados como viles “conejillos” por la negligencia accidental del ejército francés de no salir de las trincheras durante una batalla en la primera guerra mundial imposible de ganar, no era del todo correcta para aquella época, más aún si tomamos en cuenta la aún vigente burocracia en la guerra fría.

Con su cuarto film, Kubrick nos muestra sus primeros trazos de maestría simétrica y el uso innovador de la ténica visual con su cámara y lentes en los 50’s para mostrar los recorridos por las trincheras y representar las imborrables batallas de la 1ª Guerra Mundial. Como el artista que es, los aspectos de ambientación y fotografía ensamblan perfectamente en una fastuosa dirección de actores al mando de un Kirk Douglas, líder y hasta ese día socio inseparable en una variante de actuaciones que resaltan por su realismo y naturalidad dentro del estándar histriónico de la época ¡Imprescindible para cualquiera que se haga llamar cinéfilo!

Momento favorito: Las trincheras ¡Las malditas trincheras! Que maestría de cine, que catedra de arte.

1. Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979)

Conflicto: Vietnam

Un pedazo de obra muestra, una joya invaluable del séptimo arte, el clímax del género. A pesar de los esfuerzos magistrales de Kubrick, este top (Como en el de mafia) pertenece a Francis Ford Coppola y a su soberbia epopeya Apocalypse Now, una odisea por los parajes, por la crueldad y por la guerra de Vietnam dirigida de forma gradual y exquisita; gradual por su progresión de sucesos que envalentonan un ritmo narrativo prodigioso y exquisito porque su revisión bélica es única, sencillamente solemne y precisa en todos sus rubros.

El odio y la glorificación de le guerra en un mismo film, esta dualidad es equilibrada desde dos planos narrativos: el primero, el del antihéroe y protagonista Capitán Willard, un ente anti bélico que es ajeno a la matanza y lo cruento del conflicto y que solo odia estar en Vietnam, al punto que aceptará una misión suicida para detener a un demente Coronel que ha formado un culto espiritual como figura divina en Camboya y que se ha convertido en un peligro inminente no solo para las operaciones del ejército americano, sino para sus objetivos, valores militares y mismo sistema; por el otro lado, no hay otra película que muestre lo también gloriosa que pueda ser la guerra (Aun cuando esto se escuche contradictorio con su naturaleza violenta sin concesión), desde los acordes de The End estallando en la narración introductoria de Willard y cerrando con el sacrificio humano hacia su conclusión, hasta llegar a esa formidable secuencia en donde el olor del napalm huele a victoria. Majestuosa de principio a fin, Martin Sheen y Robert Duvall entregan los mejores papeles de su carrera ¿Marlon Brando? Supremo, el horror reflejado en cada línea y cada gesto del Coronel Kurtz son la punta de la lanza de la mencionada dualidad ¿Hasta dónde termina el hombre? ¿Dónde comienza su locura? ¿Dónde se esconde la verdad? Las metáforas existenciales y espirituales son una catedra argumental y un cierre espectacular: El Horror de la guerra

Momento Favorito: NO creo que haya otro a pesar de que esta odisea bélica cuenta con demasiados, pero la matanza con las valquirias no tiene madre ¡Eminente Coppola!

La pregunta es obligada estimados, ustedes piden y su cazarrecompensas haces los TOP 20+1 ¿Cuál quieren ahora? ¿Cuál tienen en mente? Sus comentarios y opiniones son mi recompensa

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett