Las 30 Mejores Películas del 2024 según @El_Fett
¡Se acabó la temporada fílmica 2024! Y antes de que vengan premios Cinescopia a lo mejor y lo peor del cine en este recinto, me doy a la tarea de cumplir con mi tradicional TOP anual, que en este caso y debido a la mediana calidad que se ha dado en términos generales (aunque la recta final dió bastantes buenas sorpresas), irá de 40 a 30 películas (más un bonito bonus)
Habiendo visto 130 películas de la temporada fílmica, con fecha de producción 2024 (o bien de 2023 con estreno comercial u online en Latinoamérica desde marzo 2024), y tras una importante recapitulación y análisis, me dispongo a presentarles las que a mi consideración son las 30 Mejores Películas del año.
Bonus – A Complete Unknown (James Mangold) – Estados Unidos
Una lograda representación musical de la leyenda de Bob Dylan, pero que decae en su parte narrativa al no ahondar sobre el proceso artístico o personal del legendario cantautor. Los momentos arriba del escenario rayan en la perfección gracias a la notoria dirección de James Mangold, capturando algunas de las piezas y momentos más iconicos de aquel “folk que se volvió eléctrico”, sobre todo en aquellos que refieren a la gira del Festival Folk. Sin duda, un compendio de grandes momentos musicales y actorales unidos por una pobre cohesión narrativa que vale la pena más para acercar a aquellos que no conocen a este Dios, que para fidelizar a los que ya somos sus discípulos
30 – Better Man (Michael Gracey) – Estados Unidos
Una de las grandes sorpresas del año y en definitiva la mejor biopic musical desde Rocketman. Aunque es ciertamente predecible y con un apartado visual truqueado que la eleva más de lo que quizá merece, la autenticidad animal con la que Williams se proyecta conmueve e incómoda al mismo nivel, en lo que es una auto crítica terapéutica de cómo un hijo de puta con muchos traumas paternales logró salir de la mierda emocional sin dejar de ser hijo de puta. Los números musicales son de gran nivel, dignos de la excéntrica, versátil y explosiva carrera de Williams, siendo verdaderos nexos audiovisuales que profundizan en el desarrollo, caída y renacimiento del personaje. Si eres fan de Williams te va a encantar, y si no lo eres, te vas a hacer fan.
29 – Heretic (Scott Beck, Bryan Woods) – Estados Unidos
Más que provocar terror, la casa del Señor Reed nos regala una profunda reflexión sobre el origen de las “religiones” y el concepto de “Dios”, incluso con ricas y divertidas referencias a Star Wars que serán la delicia de los más dogmáticos. El primer acto es soberbio, sin embargo cuando las cosas cambián del horror psicológico al gráfico el mensaje se va diluyendo en salidas de guion muy simplistas y una repetición de escenas que solo podrán ser sostenidad por la constante y siniestra presencia de Hugh Grant que, pese a estar dentro de su arquetipo, consigue uno de los mejores papeles de su carrera. Se merece el lugar por el simple hecho de ser un gran entretenimiento.
28 – A Different Man (Aaron Schimberg) – Estados Unidos
Excelente propuesta que mezcla ciencia ficción, body horror y comedia negra para llevar a cabo una buena analogía sobre la salud emocional y una crítica punzante hacía la superficialidad y el quehacer artístico. Aunque empieza con muchas dificultades en su ritmo obviando la poca experiencia de su director, será el cambio de rostro y la aparición de un impresionante Pearson los elementos que deformen esta historia para bien, llevándola hacía una comedia de momentos incomodos y sorpresivos que irán deconstruyendo la psicología de su protagonista en lo que será una hilarante espiral de autodestrucción. Mención aparte para Stan, que con esta y The Apprentice anda en otro pinche nivel este año.
27 – Thelma (Josh Margolin) – Estados Unidos
Excelente y bonita experiencia que comparte su narrativa con la sobresaliente presencia e interpretación de June Squibb, que es la dignificación de la tercera edad. Un relato sensible, divertido y honesto que reflexiona sobre el estado de la vida de un “viejito(a)”, la soledad, la pérdida de la motricidad, pero sobre todo las ganas de vivir simbolizado en pequeñas rutinas y en en este caso, en el emprendimiento de una aventura accidental por recuperar el dinero de una estafa telefónica. El entorno se encuentra construído para hacer lucir a Squibb y a su veterano reparto (Roundtree, McDowell), en perfecta armonía con el concepto que Margolin encausa y con momentos verdaderamente divertidos y/o catárticos
26 – The Apprentice (Ali Abbasi) – Canadá
El efecto “Breaking Bad” encausado con autoridad narrativa por parte de Abbasi y en donde Sebastian Stan consigue una aproximación tan íntima como superficial del ahora regente estadounidense. Sin mímica o parodia, director y actor escarban de manera familiar y psicológica el origen del magnate, pero sobre todo del personaje que él mismo parece haberse creado para sostener su ideología e imperio, propuesta como una especie de barrera que si bien no afecta sus emociones, si las explota en un hecatombe de egolatría, corrupción y éxito. La actuación y el personaje de Jeremy Strong, también en un grandísimo nivel, son clave para entender el origen y la espiral de deconstrucción humana y semi sociópata de Trump
25 – A Real Pain (Jesse Eisenberg) – Estados Unidos
Tan encantador como convencional, y aunque en ocasiones extrapola las emociones y la relación entre sus protagonistas, evita la manipulación gracias a una impresión narrativa muy natural, resultado del también acostumbrado e improvisado estilo actoral del director. Quien se roba la película es Culkin, un personaje tan jodido como complejo, y que logra crear una empatía e incluso tensión hacía con su entorno en todo momento, pasando de lo odioso a lo entrañable, pero sobre todo exponiendo el dolor “real” que promete y bien cumple su título. Un simple y contundente mensaje sobre la pérdida y el horror del Holocausto, de seguir así Eisenberg va hacía lo grande
24 – Nosferatu (Robert Eggers) – Estados Unidos
La fotografía expresionista, el abrumante sonido y la sofisticada visión estética y manejo de planos se complementan con una labor histriónica casi perfecta en lo que Eggers decide retratar como un origen satánico y “ocultista” alrededor del vampiro, lo que permite permear su narración de su característico folclor, pero también de un sentido más “espiritual”, sacrificando el “terror” visual por un drama de tintes psicológicos. Dista de la de Murnau, pero será recordada por su nivel actoral y atrevimiento directivo, siendo quizá no el Nosferatu acostumbrado, sino el de Robert Eggers, uno con bigote y patentado con su firma.
23 – Flow (Gints Zilbalodis) – Letonia
Una de las más inventivas películas del año, la animación vuelve a demostrar que puede ser un poderoso aliado para encausar profundas metáforas y reflexiones, primero al buscar la trascendencia y el sentido de la fraternidad a través de un grupo de animales que, a bordo de un barco, debe buscar la supervivencia en un mundo post apocalíptico; en segundo lugar, al prescindir del diálogo en una ficción especulativa, Zilbalodis invita a dialogar sobre el final de la humanidad, sugiriendo, pero no explicando, y al mismo tiempo usando al elemento “salvaje” como un símbolo de redención y cooperación para buscar la paz y la supervivencia, algo que en los actuales tiempos se nota imposible con los actuales e idiotas animales que habitamos el planeta.
22 – Daaaaaalí! (Quentin Dupieux) – Francia
El mayor referente del surrealismo actual toma al mayor referente del surrealismo del Siglo XX para llevar a cabo una obra tan surreal como hilarante en donde una periodista persigue a Dalí para llevar a cabo una entrevista que nunca se dará ¿O sí? El montaje, el ritmo y la inclusión de 6 o 7 actores interpretado a Dalí son solo la punta de lanza de una narración que no para en ningún segundo y que te mantiene en constante trabajo mental no para entender lo que está pasando (por qué eso no es posible), sino para repasar y reír con algunos de los más ingeniosos y divertidos diálogos y momentos que nos regaló el 2024 (como aquel en el que un sacerdote cuenta a Dalí como soñó que una periodista lo perseguía)
21 – Alien: Romulus (Fede Álvarez) – Estados Unidos
Consciente de que no puede equiparar el factor sorpresa de las dos primeras joyas, Fede decide crear su propia suerte con tres trucos muy obvios: justificar las acciones de sus protagonistas en su inexperiencia adolescente, dotar de protagonismo a los androides, y finalmente ejercer por medio de efectos más prácticos un equilibrio entre la nostalgia y nuevos elementos que profundizan en el ciclo reproductivo del xenomorfo y la orden original dada al Nostromo en 1979. Un as bajo la manga más es ese final que, aunque cuestionable, es mucho mejor que en Resurrection (parecido) y termina por poder explicar en 3 minutos lo que Prometheus y Covenant no pudieron en cinco horas.
20 – Parthenope (Paolo Sorrentino) – Italia
Un visualmente fastuoso himno de insolencia a Nápoles de un Paolo Sorrentino más antropólogo, explorando la maldición de la belleza, la depresión, el duelo y una punzante crítica a la hipocresía social y eclesiástica. Su mosaico quizá tiene fallas, pero ella, Parthenope, ELLA no tiene ninguna, y Paolo se dedica a alabar y a exprimir esa hermosura como un símbolo de su rota ciudad y los valores sociales y religiosos que la componen. Una odisea muy infravalorada, con toques surreales y una fotografía exquisita que hace lucir a esta sirena napolitana como uno de sus personajes más bellos y complejos. Las actuaciones nuevamente a un gran nivel, destaca el casi cameo de un genial Gary Oldman
19 – Fly me to the Moon (Greg Berlanti) – Estados Unidos
¿Qué hace a Fly Me to the Moon tan especial? Su doble conflicto. Cuando todo pinta que la cinta será una más de aquellas disfrutables obras sobre parejas disparejas en un entorno inusual, Berlanti incrusta una segunda vida a su metraje al desarrollar una ficción sobre un mito ¿o será el mito sobre una realidad muy bien escondida? ¿El hombre en realidad llegó a la luna o fue un montaje fílmico el que nos hizo creer en aquella hazaña nunca repetida y siempre referenciada? He aquí cuando la comedia romántica se convierte en un thriller cómico sobre el forjamiento de aquel “rumor”. Mención aparte para su encantador reparto, en un tono que recuerda mucho a las comedias de Doris Day, y por supuesto, a las referencias “kubrickianas”
18 – Twilight of the Warriors: Walled In (Soi Cheang, 2024) – Hong Kong
POR EL FETT
Una demostración de cómo hacer cine de acción inteligente, apoyado en el género thriller y especificamente en el rubro gansteril, e incluso usando como marco un entorno social distópico en algo que coquetea con la ficción especulativa. Cheang, demostrando de nuevo el gran director que es, combina todos estos escabrosos temas, les otorga profundidad, una estructura, un drama familiar y a través de una coralidad hace que todos estos personajes, héroes o villanos, sean parte fundamental de una épica de artes marciales, honor y fraternidad. Las coreografías son otro punto fuerte, totalmente brutales, tensas y hasta con un trasfondo reflexivo y profundo en cada una de ellas, y que las hace relevantes para el desarrollo de sus personajes y su trama
17 – How to Make Millions Before Grandma Dies (Pat Boonnitipat) – Tailandia
Como bien la describió un autor de Cinescopia, “tienes prohibido llorar antes del último momento”, y es que estamos ante una entrañable película que usa su final no solo como un poderoso giro, sino también como el transmutador de la narrativa, prácticamente dándole otro sentido a la historia de una matriarca que, al recibir la noticia de un cáncer terminal, se verá asistida por su nieto, un joven alejado que intenta reconectar con su abuela. El tono neorrealista y la interacción entre estos personajes desdobla una historia familiar que será muy palpable incluso para los latinos, con problemas cotidianos, pero con un desarrollo tan genial como profundo.
16 – Wallace & Gromit: Vengeance Most Fowl (Nick Park, Merlin Crossingham) – Reino Unido
Sin duda la mejor película de Aardman después de la primera entrega de Shaun. Con referencias principales a Batman, Alien, Cape Fear, Matrix, The Italian Job, Park lleva a cabo una hilarante cinta de acción que combina escapes carcelarios, trepidantes persecuciones y un muy entretenido mensaje – crítica sobre la dependencia a la inteligencia artificial vertido en el gnomo “Norbot”, que también se convertirá en un deleite referencial para los amantes del terror. Mucho radica en un muy buen villano, y es que el intelecto y la maldad del pingüino “Feathers” es un toque de genialidad para otro brillante y muy original producto animado de este 2024.
15 – Kingdom of the Planet of the Apes (Wes Ball) – Estados Unidos
Kingdom of the Planet of the Apes es una digna secuela. No tiene la emotividad ni la fuerza narrativa de la previa trilogía, pero evoluciona el universo y el folclor, expande la mitología y crea una analogía social y religiosa interesante alrededor del mito de Cesar. Quizá el factor humano y un poquito de exceso de metraje sean sus principales enemigos, pero ambos son errores previsibles dada la evolución de Wes Ball y del villano por excelencia de esta saga: el traicionero hombre. Ball imprime una reflexión social clave que la distingue de entre todas las demás de la saga, y esa es la manipulación de la ideología “religiosa”, así como un interesante contexto histórico que sirve como alegoría a la llamada “edad de hierro”. Bienvenidas sean cinco más
14 – Jim Henson: Idea Man (Ron Howard) – Estados Unidos
La figura de Jim Henson es esencial para comprender la historia y la evolución de la televisión, el cine y el entretenimiento de los 70’s hasta nuestros días. Ron Howard lo sabe, y aprovecha el ingenio ajeno para labrarse también una de las mejores piezas de su currículo directivo exponiendo al genio de Henson desde las entrañas de su pensamiento, creatividad y sobre todo su concepto del tiempo como principal factor y concepto rector de su obra. El recorrido por esta historia es emotivo y desglosa por parte de sus obras y más allegados una historia que va más allá de un solo hombre, erigiendo un legado que es tan necesario como imperativo recordar. Seguro llega a la temporada de premios
13 – Juror #2 (Clint Eastwood) – Estados Unidos
Un thriller judicial – moral que brilla gracias a su magistral ritmo y peculiar progresión de hechos, no solo dando una cátedra en cuanto a la disección del caso a narrar, sino además promoviendo a este como un elemento distractor constante para el verdadero objetivo de la trama: juzgar al jurado. De manera casi interactiva, Eastwood provoca a la audiencia para que esta se convierta a su vez en otro JUEZ ¿Qué es lo que harías en el lugar de aquel “Juror #2”? Por otra parte, es de elogiar el crecimiento dramático de Hoult, el cual es capaz de aguantarle el ritmo a un Eastwood que lo zarandea emocionalmente de escena a escena. Lo mejor de Clint desde Gran Torino
12 – El Conde de Montecristo (Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière) – Francia
Una de las mejores adaptaciones del relato de Dumas que, si aún no has visto o peor aún, leído sobre este, valdría la pena que esta fuera tu primer acercamiento. Una perfecta amalgama de entretenimiento comercial y narrativa de autor que resalta principalmente por el minucioso desarrollo del “Conde”, dejando ver su dualidad y progresiva caída a la oscuridad en esta búsqueda de venganza hacía aquellos que truncaron sus ambiciones. El diseño de producción, las actuaciones y la dirección no dejan caer en ningún momento el relato a pesar de sus 170 minutos, en una efectiva seguidilla de clichés que confirman que los franceses se han apropiado comercial e internacionalmente de sus relato
11 – El Jockey (Luis Ortega) – Argentina
Es como si Lynch hubiera procreado un hijo con Almodóvar. Un divertido y exquisito ejercicio surreal que precisamente creará cuestionamientos para aquellos no acostumbrados a esta corriente, y en donde Ortega se vale de su ya acostumbrado tono criminal para encausar secuencias oníricas que simbolizarán la depresión y transición de su jockey. La perfección simétrica es directamente proporcional a una narrativa de rebeldía en contra de lo establecido, y en donde el /ella tendrán que escapar del yugo sistemático para alcanzar su estado de gracia física y espiritual. Su mosaico de escenas surreales en conjunto con su selección musical la hacen el ejercicio más ingenioso y extravagante del 2024
10 – Anora (Sean Baker) – Estados Unidos
Anora pasa de ser un drama romántico con mucho sexo y ligeros toques de comedia, a ser una comedia negra con nada de sexo y ligeros toques de drama. Sean Baker no solo cambia de tono, sino también de la empatía a la compasión cuando incluso ciertos toques gansteriles trastoquen el “idílico” mundo de Anora y lo transformen en un batidillo de frenético, hilarante y hermoso caos. Incluso el acento de la “mafia” rusa, los constantes insultos y las situaciones cuasi surreales que se desarrollarán serán elementos que ensalcen una comedia tan tensa como natural, una cacería citadina en donde el amor del santo patrono de las prostitutas fílmicas de nuevo prevalecerá.
9 – Aún estoy aquí (Walter Salles) – Brasil
Salles regresa a su mejor nivel con un himno de amor parental destruido por la violencia y la dictadura, un cine de protesta, reflexivo e imperativo para reconocer la oscuridad de nuestro pasado y presente. Aunque no puede evitar al final caer en ciertos toques sensibleros y manipuladores, es durante el arco introductorio y la transformación del drama en un thriller político repleto de tensión, donde el director convierte al espectador en un miembro más de los Paiva, explorando y manifestando el mismo dolor y resiliencia. Además de la PERFECTA actuación de Torres, el otro gran valor de la cinta es que su dolor emerge de la misma desaparición del protagonista en el primer acto: el propio Rubens Paiva.
8 – The Girl with the Needle (Magnus Van Horn) – Dinamarca
Un soberbio drama de tintes reales e históricos que desarrolla un viaje de redención a través de un acto vil y de máximo horror. Desde la inocencia y la más cruda miseria, Magnus Van Horn no te deja escapar de su brutal puesta en escena gracias a una progresión visual que manifiesta de la manera más brutal las consecuencias de la guerra, desde la pobreza extrema, la segregación de clases y la opresión sistemática hasta desfiguraciones corporales que sirven como símbolo de la mutilación social, el director te remata con un personaje – acto tan ruin como complejo, dándole otro sentido a su narración. Quizá sea la mayor sorpresa del año, es difícil sacudirte de la cabeza tanto a esas imágenes como el recuerdo de Dagmar.
7 – The Order (Justin Kurzel) – Canadá
Un retrato crudo y siniestro que se vale de la capacidad directiva cuasi documental de Kurzel para desarrollar la historia de la “La Orden”, una comuna de neonazis que azotó a la sociedad estadounidense cuando se dieron a la tarea de expander su secta a través del robo armado y el asesinato a figuras públicas adeptas al judaísmo. La narrativa se da de manera bilateral, por un lado al construir la amenaza desde su joven y tétrico líder (un soberbio Nicholas Hoult), mientras también se explora al misterioso agente del FBI con pasado mafioso que les viene siguiendo la pista, con un Jude Law en plena maduración y estado de gracia, logrando un antihéroe de presencia hosca y pasado oscuro, pero con una intensidad dramática que impone cinismo y el mismo terror que el villano nazi. Gran año para ambos actores
6 – September 5 (Tim Fehlbaum) – Alemania
Un retrato coral de gran valía fílmica y histórica sobre los trágicos sucesos de las Olimpiadas de Munich y sostenida por dos columnas: la primera, una labor histirónica inmersa y que raya en lo neorrealista, desdibujando al rostro mediático para proyectar una naturalidad que por si misma genera tensión; la segunda, la combinación de archivo real que convierte a esta infravalorada obra en una pieza semi documental, y que se sirve de la transmisión original para generar una conexion cuasi inmediata con su audiencia, como si se tratara de un viaje al mismo y terrorífico pasado de estos sucesos. Tim Fehlbaum lleva a cabo una de las grandes ignoradas del año, con un gran reparto, ritmo e intensidad dramática en lo que también es un retrato muy fiel sobre la producción televisiva – noticiera.
5 – The Seed of the Sacred Fig (Mohammad Rasoulof) – Alemania
Un poderoso thriller que se da dentro de 4 paredes, la de una familia iraní donde las semillas ideológicas no han crecido, ni para las hijas adolescentes, ni para un padre que se debate entre su ética y moral y la supervivencia de su empleo como juez. El experimentado director lleva a cabo una crítica punzante y de tensión progresiva y creciente, donde el extravío y/o robo de una pistola desate una espiral de degradación humana, llevando a esta familia poco a poco a la destrucción. The Seed es también un ejemplo narrativo sobre como una libertad de guion puede ser aprovechada para escalar a un cierre que convierte a un film de regular a bueno. El poder del clímax, el poder de una crítica social enmarcada en un thriller político – familiar
4 – Yannick (Quentin Dupieux) – Francia
Con cada pieza que hace Quentin Dupieux se explora la condición humana de manera profunda. Aunque sus situaciones suelen ser surreales o absurdas, el extravagante cineasta francés se encarga de que estas se desarrollen con tal lógica interna que sirven como una metáfora emocional exquisita, que en este caso con mucha tensión y humor negro, hablan sobre la falta de amor, la desaprobación social y por supuesto, de una crítica de cómo el arte en ocasiones olvida que también puede ser un gran entretenimiento. La maduración del francés ha crecido desde aquella llanta asesina hacía este profundo estudio del comportamiento más honesto y salvaje del humano
3 – The Dead Don’t Hurt (Viggo Mortensen) – Estados Unidos
Una historia de sacrificio, arrepentimiento, redención, pero sobre todo mucho amor, “The Dead Don’t Hurt” está tan poderosamente actuada, bien escrita y dirigida por el propio Viggo Mortensen, que incluso será abrazada por aquellos que no sean adeptos al género, convirtiéndose en una historia universal de fuerza femenina y relacional, porque detrás de cada gran hombre existe una gran mujer, y viceversa, y detrás de estos dos existe un western romántico formidable. Si a ustedes les causa cierta curiosidad el título, “The Dead Don’t Hurt”, tengan en cuenta que desde el primer segundo Mortensen revelará la naturaleza y significado onírico del mismo
2 – The Wild Robot (Chris Sanders) – Estados Unidos
Atención especial para el título, un juego de palabras que sirve como una brutal, brillante y reveladora analogía sobre como el propósito primario de una mujer es “reprogramado” para efectuar de manera impuesta una nueva tarea de lo más salvaje, y que se desarrolla a través de la adaptación en un nuevo entorno y tareas varias frente al cuidado de otro ser. Así es, estamos hablando de una nueva joya de la animación que emerge para consolidarse como uno de los mejores discursos fílmicos alrededor de la maternidad, y que poco a poco ira encontrando su hábitat natural no solo entre lo mejor de Dreamworks, sino dentro de su rubro y género. Complementando su perfecto libreto, el discurso consecuente de la reintegración de dicho ser tras haber completado “la crianza”, es aún más bello, desgarrador y efectivo.
1 – The Brutalist (Brady Corbet) – Estados Unidos
Una obra maestra que combina dos bellas artes para exhibir un contundente y sensible mensaje de duelo y dolor sobre el Holocausto, el sentido de pertenencia y la dificultad detrás de la migración y adaptación sociocultural de varias comunidades migrantes. A través del simbolismo constante de la corriente arquitectónica del “brutalismo”, Corbet deconstruye el sueño americano para transformarlo en una espiral de degradación y manipulación humana, pero también de resiliencia y esperanza. Tres horas y media de alto nivel en todo rubro, con actuaciones formidables y una hermosa estética en VistaVision, esto es puro y bello cine.