Las 5 Mejores Películas de Alfred Molina

Nacido el 24 de mayo de 1953 en el distrito de Paddington en Londres, hijo de padre español y madre italiana, Alfred Molina decidió volverse actor luego de ver “Spartacus” y asistió al Teatro Nacional Juvenil, para luego obtener un papel en la serie de televisión “The Losers”. Balanceando su carrera entre el teatro (es actor recurrente en Broadway) y el cine, puede argumentarse que él es el actor más étnicamente polifacético, ya que su distinguida apariencia le ha permitido interpretar a cualquier etnia existente. Y junto a su capacidad políglota (sabe hablar inglés, italiano, español y francés con fluidez), le han ayudado a tener una carrera consistente a pesar del perfil bajo en el que está desde hace un tiempo.

Defensor de las personas con SIDA, celebremos a este infravalorado actor con sus mejores 5 películas.

 

Bonus: Love Is Strange (Ira Sachs, 2014)

POR URIEL SALVADOR

Una crítica a la hipocresía que se esconde sobre la homofobia (la aceptamos siempre y cuando no se note en público), así como el entendimiento de una situación donde, por más que estemos encantados de acoger a alguien en nuestra casa, quererlo no significa que podamos convivir con él. No obstante, Sachs comete el error de introducir personajes y subtramas que no van a ningún lado, lo que descompensa el resultado final. Por otro lado, la naturalidad y química que emanan Alfred Molina y John Lithgow hacen creíble una relación de 40 años construida en base al hábito, la costumbre y la afinidad de gustos y quehaceres.

 

Bonus – Raiders of the Lost Ark (Steven Spielberg, 1981)

POR EL FETT

El arquetipo del arqueólogo sería patentado por Spielberg y Lucas en la que se convertiría en la quintaescencia del cine de aventuras. La habilidad directiva del primero escondería las fragilidades de copyright del segundo; los elementos político – espirituales, el héroe rebelde, la damisela ruda, los compinches extravagantes, el desierto, la selva y la incapacidad por salvaguardar un artefacto que destruirá la maldad, son los mismos elementos que Lucas ya había reutilizado en Star Wars, sin embargo a la merced de un cuenta cortos experto, estas características pueden obviarse en pos de disfrutar una aventura bien armada y con secuencias tan orgánicas y trepidantes que ensalzarían la figura de Indiana al punto de brindarle a la profesión una nueva idolatría. El debut oficial de Alfred Molina formaría parte de aquella legendaria escena inicial.

 

5 – Boogie Nights (Paul Thomas Anderson, 1997)

POR EL FETT

Basada en su primer corto, Boogie Nights institucionalizaría su estilo, sus planos sin cortes y la capacidad de contar varias historias simultaneas perfectamente estructuradas. El resultado es cinematográficamente hablando sublime; la cohesión y la coherencia argumental entre y para cada una de las historias (6 de ellas) nutre y sustenta un relato hábil, sacado al parecer de un director con más de 40 años de carrera ¡Pero no! Estamos ante un genio de 27 años, un Mozart del cine. Joya instantánea, cruda, divertida, con temas complejos que abordan el crecimiento y destrucción personal dentro de la industria porno, Alfred Molina aparece como un desquiciado traficante drogado en una breve, pero trepidante escena.

 

4 – Chocolat (Lasse Hallström, 2000)

POR MRS. PUNISHER

Seguro ustedes recuerdan a la bella Binoche en su papel de Vianne Rocher, la extraña mujer que se apersona junto con una su hija en una pequeña población francesa de recatadas costumbres por 1959. Vianne instala su “chocolatería” en donde además de ofrecer cosas deliciosas, también se da a la tarea hacer una especie de psicoanálisis para recetar el chocolate correcto a sus clientes. Sus pociones más que una receta son un conjuro que nace de civilizaciones milenarias centroamericanas (ya ve que para los gringos del Rio Bravo para abajo, todo es Centroamérica). La belleza de la narrativa puede llegar a ser un distractor en el verdadero mensaje de la historia. Alfred Molina funge como el alcalde del pueblo.

 

3 – Frida (Julie Taymor, 2002) 

POR URIEL SALVADOR

Si bien esta es otro proyecto que evidencia las deficiencias de Julie Taymor como directora (una historia simplificada que prioriza la estilización y se enfoca en aspectos irrelevantes para la trama), por lo menos muestra un enfoque interesante en la mente de Frida Kahlo, enseñando el lado más luminoso y el más oscuro de su vida. La manera en cómo los encuadres toman la forma y la perspectiva de los cuadros de la pintora, ayudan a mostrar ese lado tan romántico, apasionado y subestimado devoto a su amor y verdad. Puede que toda la cinta sirva para el lucimiento de Salma Hayek, pero la aparición de Alfred Molina como Diego Rivera refleja un amor tormentoso entre ambos artistas.

 

2 – Spider-Man 2 (Sam Raimi, 2004)

POR EL CINE ACTUARIO

Una de las mejores del subgénero, volvió a ejecutar lo mismo que la primera pero dándole más contexto y madurez a los personajes y sus relaciones. Aprovechando la fusión con el “coming-of-age”, Spidey es un héroe más cercano al pueblo, con una premisa acerca de la responsabilidad y del sacrificio de los sueños. Por otro lado, estamos ante uno de los mejores villanos de la franquicia, quien a diferencia del “Duende” se hizo de un contexto “más natural y menos cliché”, mucho más centrado en la obsesión de sus metas que en una locura psicológica, acompañado de una excelente interpretación de Alfred Molina. Raimi llegó a la cúspide y fundó lo que fue las primeras piedras de un subgénero.

 

1 – An Education (Lone Scherfig, 2009) 

POR URIEL SALVADOR

Siendo uno de esos casos donde las actuaciones opacan al guion, Lone Scherfig les da importancia a los personajes, busca crear sentimientos, emociones y vínculos con el espectador a partir de una época donde una educación básica para la mujer era bien vista, pero ir a la universidad era opcional ante la ilusión de casarse con un hombre millonario. Puede que caiga en convencionalismos y termine de la manera más obvia, pero está contada con un ritmo ágil, una fotografía preciosa y una música muy envolvente. El debut excitante de Carey Mulligan es sobresaliente, pero es Alfred Molina como su padre quien otorga un par de escenas emotivas.

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Acerca del autor

Uriel Salvador     twitter.com/UrielSalvadorGS

Escritor, analista, crítico, gamer, investigador, actor (especializado en doblaje), fotógrafo. Pero ante todo, soy un amante del cine.


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