Las 5 Mejores Películas de Anya Taylor-Joy

La última gran estrella de Hollywood, esa es la mejor manera de describir a Anya-Josephine Marie Taylor-Joy, quien en poco tiempo no sólo puede confirmarse como una de las mejores actrices de su generación, sino que se ha vuelto modelo a seguir para muchas personas con trasfondos similares a ella.

Nació el 16 de abril de 1996 en Miami, hija de un exbanquero argentino y una psicóloga británica, pero vivió y creció en Buenos Aires antes de mudarse a Londres. Su infancia fue dura, no sólo por describir la mudanza como “traumática”, sino porque fue víctima de abuso escolar, sus compañeros se burlaban de sus enormes ojos y la encerraban en los casilleros, ocasionando que no quisiera aprender inglés con la esperanza de regresar a Argentina. Esa dificultad social de no poder encajar en ningún lado se expresó mediante su participación en obras escolares, clases de ballet y modelaje, hasta que fue descubierta y elegida para protagonizar una modesta película de terror dirigida por un desconocido llamado Robert Eggers… y el resto es historia.

Además, ser una estadounidense de raza mixta ha permitido que muchos en su misma posición vean una posibilidad que no consideraron o han resistido: aceptarlo y estar orgullosa de serlo. No sólo acepta sus raíces latinas, sino que no ha perdido el contacto con ellas, está dispuesta a aprender sobre el país de donde verdaderamente proviene y querer compartirlo esas experiencias con el resto (a diferencia de otras que lo reniegan o sólo lo usan cuando les convienen a pesar de no saber el idioma o dónde se ubica el país de sus ancestros, ¿verdad Rachel y Jenna?).

Ganadora de un Globo de Oro y un Trofeo Chopard, fluida en español, fan de las empanadas y el dulce de leche, y la tercera argentina favorita de su servidor (porque existen Libby Stein-Torres y Mafalda), celebremos el cumpleaños de la bruja ajedrecista más querida del cine y la televisión con sus mejores 5 películas.

INTRODUCCIÓN Y RECOPILACIÓN POR URIEL SALVADOR

 

Bonus: Thoroughbreds (Cory Finley, 2017)

Finley intenta imitar a Lanthimos con una sutil comedia negra que funciona mejor cuando mantiene el misterio sobre las relaciones personales, la guerra psicológica y la lucha de poder que se libra en la clase alta. Aunque el ritmo se siente plano y la puesta en escena llega a verse excesiva por momentos, es una interesante mirada al choque de clases y a la absoluta amoralidad de la clase alta que retrata una amistad complicada conformada por personalidades ciertamente extremas. No será del agrado de todos, pero sirve para confirmar dos cuestiones actorales: el ascenso de Anya Taylor-Joy y la despedida de Anton Yelchin.

 

5 – Split (M. Night Shyamalan, 2016)

POR URIEL SALVADOR

La cinta más convencional de Shyamalan puede pecar de exagerada y caer en los mismos vicios de su carrera, pero también puede presumir de ser una de las pocas películas de superhéroes que narra el origen del villano. El suspenso está llevado bien y a buen ritmo, logrando que por momentos sea capaz de transmitir una buena dosis de tensión y miedo en mucha parte por el grado de conexión y empatía entre el antagónico y su presa. Es cierto que McAvoy se roba la película, pero tampoco hay que dejar de lado a Anya como Casey Cooke, sobreviviente de agresión sexual y elemento de humanización para Kevin Wendell Crumb.

 

4 – The Northman (Robert Eggers, 2022) 

POR EL FETT

Es notable el dominio que ejerce Eggers durante al menos la mitad de su metraje. Su acto introductorio es dinámico, brutal y repleto de un horror “folclórico” apremiante, agregando sustancia incluso a lo ya visto en otros argumentos símiles de Shakespeare. Pero a pesar de la calidad estética, el mejor valor narrativo no es la sangre, sino los lazos que forma la misma. Lo mejor en The Northman es que su venganza escapa del cliché y del convencionalismo del “bueno” y el “malo”, presentando una dualidad en todos sus personajes, bien definidos, y que retoman fuerza no solo gracias a los planos surreales sobre sus mitos y creencias, sino principalmente recayendo en las emociones y sentimientos humanos. Anya cumple el doble propósito de aliada y futuro catalizador de esperanza para Amleth.

 

3 – Emma (Autumn de Wilde, 2020)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

Contrario a la adaptación previa de 1996 (donde lo único resaltable era el carisma de Gwyneth Paltrow y la deliciosa música de Rachel Portman), en esta adaptación de 2020, la historia de la aspirante a casamentera y sus enredos amorosos fue llevada a buen puerto. Desde el acertado casting de Anya Taylor-Joy en el papel protagónico, quien con sutileza y finura refleja la excentricidad, vanidad y profundidad de su personaje, hasta los ingeniosos diálogos y el impecable ritmo que logran capturar el romance y la sátira de la historia original de una manera inteligente, elegante y llena de frescura. El vestuario sobresale de entre el resto de los aspectos técnicos, ya que si bien mantiene el estilo clásico, lo adereza con toques osadamente modernos y estéticos.

 

2 – The VVitch (Robert Eggers, 2015)

POR EL FETT

Lo hecho por Eggers no es ningún ejercicio de novato superficial, sino todo lo contrario, es un estudio intimista sobre la resquebrajamiento espiritual y familiar frente a la presencia más pura del mal, bautizada por uno de sus símbolos más representativos y teniendo como vehículo la deshumanización femenina de la manera más oscura posible. Eggers recrea el folklor a la perfección y crea un mito satánico potente y verdaderamente perturbador, asentando un golpe con el que no te podrás reponer (la desaparición y la cena de un bebé) y rematándote con una gestación de palabras siniestras que te hielan la piel y la sangre a cargo del reconocido Black Phillip. Uno de los mejores debuts de la historia, tanto para Eggers como para una adolescente Anya.

 

1 – The Queen’s Gambit (Scott Frank, 2020)

POR EL FETT

Una de las mejores y más solventes miniseries de la historia por la dirección de Frank, quien da unas cátedras narrativas impulsadas precisamente por el buen manejo del trasfondo y la perfecta estructura de uno de los mejores personajes femeninos de los últimos años. Dista de ser original en muchos aspectos, pero es la manera en que se narra lo que la vuelve innovadora y se imponga incluso sobre la actual tasa de tendencias e inclusión, probando que la lógica interna y el empoderamiento femenino pueden congeniar. Sin embargo, nada hubiera sido posible sin la compenetración psicológica de Anya-Taylor Joy, haciendo que Beth Harmon sea una heroína palpable, empática, solemne, pero sobre todo, real.

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Acerca del autor

Uriel Salvador     twitter.com/UrielSalvadorGS

Escritor, analista, crítico, gamer, investigador, actor (especializado en doblaje), fotógrafo. Pero ante todo, soy un amante del cine.


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